En
plena crisis entre PP y Ciudadanos por la investigación judicial sobre el
Presidente de Murcia, a la que se suman echando más fuego el resto de partidos
de la oposición, sale a la palestra Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno y
Ministro de Educación, Cultura y Deporte, diciendo que “si se mete la mano se
paga, si se mete la pata es distinto”, una obviedad sin lugar a dudas, mientras
califica a Pedro Antonio Sánchez como “persona honrada” y advierte a Ciudadanos
de que “no debemos distraernos; está en juego la gobernabilidad de España”.
Obviedades del ministro en tanto que el Presidente murciano declara por fin
ante el juez y, durante más de cuatro horas, señala a los técnicos y presenta
nuevas pruebas de su hipotética inocencia, que debiera presumirse en todo caso
mientras no se demuestre lo contrario, sosteniendo que pueden caber errores
técnicos pero que nadie se ha llevado un céntimo de euro a su bolsillo, por lo
que se niega a dimitir. Por su parte, miles de murcianos recorren la Gran Vía
de la capital de la región, convocados por la Plataforma Anticorrupción,
pidiendo su dimisión y, ante la reiteración de su inocencia ante el juez por
parte de Pedro Antonio, el PP está dispuesto incluso a forzar elecciones con él
como candidato si finalmente se materializa la anunciada moción de censura,
para que cada quien apechugue con sus propias responsabilidades y sean los
murcianos quienes finalmente se pronuncien. Entretanto, el nuevo fiscal
Anticorrupción, Manuel Moix, reacio a la proliferación de investigaciones,
reivindica en su plan de actuación que la Fiscalía se centre en la “persecución
de hechos delictivos” y huya de las pesquisas “sin soporte real”. Y entretanto
Ciudadanos retrasa la comisión de la financiación del PP por falta de apoyos,
mientras España pide a la UE que los gastos del “caso Bankia” no computen como
déficit y el cabecilla de la Gürtel, Francisco Correa, negocia devolver todo su
dinero en Suiza, planteándose entregar los 22 millones retenidos en el Credit
Suisse, a cambio de atenuantes ante las duras condenas a las que se enfrenta.
En efecto, no es lo mismo meter la pata que la mano, aunque siempre se pretenda
hacer de ello un totum revolutum con claros fines políticos, olvidando que lo
importante, siempre y en todos los casos, es esclarecer los hechos y depurar
las responsabilidades civiles o penales que se deriven. Y eso es lo que hay que
esclarecer sobre el terremoto político en Murcia.
Por otro
lado, un grupo de periodistas relata ante la Asociación de la Prensa el trato
que reciben por parte de los colaboradores de Pablo Iglesias y los métodos de
intimidación que ante la prensa utilizan, por lo que la APM denuncia el “acoso
personal” y las “amenazas” de Podemos a periodistas que informan sobre el
partido, cuando la crítica no les satisface. Aunque la cúpula podemita
desmiente las amenazas y el acoso, es público y notorio que la conducta del
mismísimo Iglesias ante determinados periodistas en las ruedas de prensa no es
la más apropiada, así como el concepto que tiene sobre la prensa libre, lo que
cuadra con su ideología comunista y autoritaria. Nada mejor que una prensa
sometida y adiestrada, poco libre, como herramientas propagandísticas de
determinados regímenes que tan del agrado de Podemos son. No obstante, según
SigmaDos, Iglesias cuenta con el respaldo del 51% de los votantes de Podemos,
aunque los que apoyan a otros partidos habrían optado por Errejón, mientras
que, siempre según la encuesta, Pedro Sánchez, el socialista filopodemita,
arrasa a Susana Díaz en la carrera por liderar el PSOE ya que el 49´9% de los
votantes socialistas prefieren al exsecretario general, el 31´8% prefiere a
Patxi López y sólo el 18´6% apuesta por Susana, a la vez que el 70% cree que el
Congreso debería haberse celebrado antes. Con semejantes perspectivas
demoscópicas no es ninguna quimera un futuro frente-populismo en España.
Y
en medio de este panorama incierto, mientras Colau cede ante los movimientos
okupas a cambio de paz social, se desatan las protestas contra la televisión vasca,
ETB, que recibe 134 millones de dinero público, por su programa antiespañol en
el que descaradamente insulta a los españoles, mientras Puigdemont pide apoyo a
los países del Este tras su fiasco en Bruselas. En efecto, la nueva ofensiva de
la Generalitat, tras el portazo de los grandes países y de la UE al ilegal
“procés”, lleva al President a enviar cartas a parlamentarios europeos para
tener encuentros bilaterales ya que quiere reunirse con portavoces de Austria,
Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Hungría, Polonia y los Estados
Bálticos, mientras el Gobierno español contacta con sus socios europeos para
recordarles que el Tratado de la Unión reconoce la unidad territorial de los
países, incluidos los que Puigdemont ahora elige como destinatarios. Además y
por si acaso, Puigdemont, de puertas hacia dentro, coloca a Junqueras como
responsable penal del anunciado ilegal referéndum, pues los Presupuestos, que
se aprobarán este mes, implican al Vicepresidente y salvan a los consejeros de
la ex Convèrgencia, con el objetivo de evitar que le suceda como a Artur Mas y
que sea ERC quien cargue con la responsabilidad, ya que inhabilitando a
Junqueras tendría más posibilidades electorales en un hipotético contexto de
elecciones anticipadas ya que todas las encuestas, hoy por hoy, dan como
ganador a ERC.
Situando
este preocupante panorama español en el contexto de una Europa desorientada el
futuro es bastante imprevisible. En efecto, mientras en Francia Juppé renuncia
a ser candidato y el partido ratifica a Fillon, inmerso en un proceso judicial
por hechos que él mismo reconoce, el núcleo duro de la UE plantea una Europa a
varias velocidades. En efecto Hollande, Merkel, Rajoy y Gentilone plantean en
Versalles que los países que quieran avanzar en un área determinada, como por
ejemplo en defensa, podrán unirse sin que el resto de países les frene. En
definitiva, tanto Hollande como Merkel abogan por “una cooperación
diferenciada” que pueda sacar a Europa de su actual “parálisis”, mientras Rajoy
asegura que España estará en el pelotón de cabeza para conseguir el objetivo en
consonancia con Alemania, Francia e Italia. Por su parte Trump pide al Congreso
de EEUU que investigue si Obama espió sus llamadas, mientras partidarios y
detractores suyos se enfrentan en las calles de varias ciudades
norteamericanas, en tanto que el Presidente vuelve a decretar el veto
migratorio que ya paró la justicia, insistiendo en prohibir la concesión de
visados a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, aunque ahora excluye
a Irak del veto porque su gobierno lucha contra el yihadismo. Como ven todo un
paisaje nacional e internacional de paz, sosiego y entendimiento.
Jorge Cremades Sena
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