Tras
varios días de especulaciones sobre el destino judicial inmediato de Carme
Forcadell y del resto de miembros de la Mesa del Parlament investigados por el
ilegal “procés” independentista, el juez del Tribunal Supremo despeja las
incógnitas decretando prisión provisional eludible bajo fianza de 150.000 euros
para la Presidenta y libertad para el resto, que tendrán que pagar 25.000
euros. El juez del Supremo, que destaca el “liderazgo” de Forcadell en los
hechos delictivos que se instruyen, contradice a la Fiscalía, que pedía prisión
incondicional, y permite su libertad bajo fianza a la espera del desarrollo del
proceso judicial en curso, lo que diferencia sustancialmente su situación
procesal de la de los miembros del Govern, en prisión preventiva sin fianza
decretada por la Audiencia Nacional, cuya jueza, Lamela, se reafirma incluso en
su decisión inicial y mantiene presos a Junqueras y a los ex consellers
comparecientes y en busca y captura a Puigdemont y los consellers que huyeron
con él de la Justicia. Sin lugar a dudas el juez del TS ha tenido presente la
diferente actitud de Forcadell y de los miembros de la Mesa quienes, a
diferencia de los miembros del destituido Govern en la AN, se han mostrado
dispuestos a colaborar en todo momento con la Justicia desde que fueran
imputados y citados a comparecer, contestando a todas y cada una de las
preguntas que se les han hecho, renegando de la secesión unilateral, acatando
el artículo 155, plegándose a la ley y renunciando “a cualquier actuación fuera
del marco constitucional”, desvaneciéndose así las razones que justificarían
una prisión preventiva incondicional, que en el caso de los miembros del Govern
(unos fugados y todos en actitud rebelde y desafiante) están más que justificadas,
al margen de que se trate de presuntos delitos con cierta similitud y de dos
tribunales diferentes. Forcadell, que, en su día prometió no dar “ni un paso
atrás”, rectifica ahora y aceptando el 155, incluso manifiesta que la
independencia fue simbólica, evita la prisión incondicional a espera del
juicio, contrastando su actitud con la del cesado Puigdemont y compañía que,
cada vez más solo, ataca otra vez a la UE y se ofrece a gobernar Cataluña vía
internet desde su retiro de Bruselas, dando por válidas todas las decisiones
ilegalmente tomadas durante el antidemocrático “procés” y dispuesto a seguir
tomándolas al igual que hace Junqueras y compañía. Razones más que sobradas que
justifican la distinta decisión tomada por el TS y por la AN, al extremo de que
Fiscalía revisaría la cárcel de los exconsellers si éstos acataran la Ley,
pues, ya ven, aunque el TC había denunciado por cuarta vez a Forcadell,
complicando que pudiera evitar la cárcel (los delitos que se le imputan son de
extrema gravedad) al anular todas las leyes que ella permitió tramitar, incluso
en contra del criterio de los servicios jurídicos del Parlament, ha bastado una
disposición de colaboración con la Justicia y una expresa renuncia a mantenerse
en la ilegalidad para en libertad condicional bajo fianza quedar a la espera de
que se esclarezcan y depuren los graves delitos que se le imputan.
Entretanto,
los separatistas, que pensaban confiar la defensa de Cataluña a otro país por
diez años, siguen a la suya, emperrados en consolidar la ruina social, política
y económica que ya han iniciado. Y al efecto, frente al criterio de los grandes
sindicatos españoles y catalanes, fracasa estrepitosamente una huelga general,
con estricto carácter político, que no laboral reivindicativo, al quedar en
manos de la extrema izquierda y los antisistema, quienes, al no lograr parar
Cataluña, como pretendían, emprenden una auténtica jornada de “kale borroka”
catalán, que no vasco, saboteando las carreteras y el AVE sin que el Ministerio
de Interior practicara detenciones ni impidiera tamaño desafío. En efecto, una
minoría bloquea Cataluña ante la intolerable pasividad policial en una jornada
de escasísimo seguimiento de una indecente huelga que sólo tuvo repercusión en
la educación y en el transporte por los sabotajes en carreteras y estaciones de
tren, una huelga política secesionista en la que, una vez más, participaron
menores e incluso bebés como “escudos humanos” de la defensa de la ilegal
república y en la que los piquetes cortaron carreteras violentamente y
provocaron retrasos y problemas a más de 150.000 usuarios de tren, mientras los
Mossos cumplían las órdenes incomprensibles de actuar con moderación y cautela
(órdenes dadas no ya por ningún Govern cesado, sino por el Ministerio del
Interior). Lamentablemente se impuso el temor a que, como en el 1-O, se
produjeran algunas imágenes violentas por parte de las fuerzas de seguridad,
fácilmente utilizables por la demagogia propagandística secesionista, frente a
intolerables atropellos a determinados derechos de los ciudadanos que
impotentes tuvieron que soportar horas y horas retenidos en medio de atascos
circulatorios insoportables. Y mientras ya el 23% de los españoles no compra
nada catalán y el 20% se lo piensa (sin reparar en el daño global que se hace
no sólo a Cataluña sino al resto de España), el PP presentará una queja
denunciando la manipulación de TV3 ante la Junta Electoral Central que
advertirá a la cadena y si no rectifica la sancionará; el PSC ficha al
“conseller” de Interior del 9-N y los barones piden a Iceta que explique el
pacto con nacionalistas; y Barcelona se queda sin la Agencia del Medicamento y
su millar de empleos, en tanto que el Mobile World Congress también amenaza con
irse de la ciudad. Por su parte, Bruselas cree que la recuperación peligra por
la crisis catalana, mientras diputados europeos piden firmeza a la UE ante la
injerencia rusa en Cataluña y en un escrito dirigido a Federica Mogherini
califican el apoyo de Moscú al proceso independentista de “interferencia
descarada” y Juncker reitera “digo no a cualquier separatismo que añada
división” y añade que “el nacionalismo es un veneno que amenaza a Europa”, en
tanto que Sandra Kalniete, del Grupo Popular del Parlamento Europeo, dice que
“España debe tomar en serio esta amenaza”…. Y Puigdemont dando guerra desde
Bruselas.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que Trías “descubre” ahora que sí
tiene cuentas en Suiza; que once avalistas logran en un día los 400.000 euros de
fianza de Ignacio González, quien sale de prisión tras pasar 202 días por el
caso Lezo; que con una grabación se intentó chantajear a Rajoy asegurando un
empresario que “daba sobres a Lapuerta con el 3% para que me trataran bien”
diciendo al “número 2” del Canal que pagaba al PP a cambio de obras; que el PP
cita en el Senado a jefes de la banca por condonar deuda al PSOE; que el
alcalde de Valencia, el de la bici, gasta 700.000 euros en escolta cuando había
prometido que no llevaría seguridad y ahora tiene más agentes que Barberá; y
que un maltratador reincidente mata en el alicantino pueblo de Elda a su
expareja delante de su hijo, violando la orden de alejamiento y tiroteándola en
el colegio cuando ésta iba a recoger al niño de tres años y finalmente, tras
intentar huir, se suicidó de un disparo en la boca.
Y
en el exterior, además de las preocupaciones en la UE por los nacionalismos y
los planes de desestabilización provenientes de Rusia, cuyo populismo apuesta
por desintegrar Europa, cabe destacar que la UE acuerda sancionar a Venezuela
por iniciativa española, imponiendo sus primeras sanciones al régimen de
Maduro; que Trump y Xi escenifican “un nuevo punto de partida histórico” en la
relación de EEUU con China; y que Arabia Saudí acusa a los príncipes
destituidos de robar 100.000 millones de dólares.
Jorge Cremades Sena
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