Es
obvio que cualquier desacato por parte de los gobernantes a la Legalidad
vigente y cualquier desobediencia explícita a las sentencias judiciales
dictadas por los tribunales de Justicia, supone en sí mismo un acto de
violencia, por lo que el cesado Govern de Cataluña ha hecho gala de tamaña
violencia reiteradamente en su empeño de llevar a cabo, cueste lo que cueste,
su ilegal “procés” independentista para culminarlo con una ilegal e ilegítima
declaración unilateral de independencia de Cataluña, obviamente no reconocida
ni avalada por nadie, salvo por los integrantes del siniestro mundo totalitario
soberanista. Justo por ello, que no por sus ideas, es por lo que, con arreglo a
la Legalidad vigente, han sido cesados y están siendo investigados
judicialmente. Y es precisamente el riesgo de que puedan seguir delinquiendo y
protagonizando actos violentos lo que ha movido al Tribunal Supremo a mantener
en prisión preventiva y sin fianza al ex vicepresident Junqueras, al ex
Conseller de Interior Forn, y a los líderes de ANC y Omnium, “los Jordis”,
siendo, a mi juicio, benevolente, con el resto de consellers, a quienes deja en
libertad bajo vigilancia y con medidas cautelares, tras abonar una fianza de
100.000 euros cada uno de ellos, cantidad que inmediatamente ha pagado la ANC.
El juez ha tenido muy en cuenta el grado de participación y liderazgo en
semejantes hechos delictivos de unos y de otros, considerando que, aunque todos
sigan imputados por dichos presuntos delitos, liberar durante la investigación
a Junqueras, Forn y los Jordis es susceptible de que incidan en liderar la
rebelión con consecuencias “irreparables” y, por tanto, les mantiene en prisión
preventiva, tal como es su potestad, para evitar otra “explosión violenta”,
similar a la protagonizada días antes del simulacro de referéndum del 1-O (y
otras parecidas), durante el registro judicial de la Consellería de Economía,
cuyas imágenes quedan todavía impresas en nuestras retinas. Los máximos
responsables de tamaños desaguisados violentos, junto al fugado Puigdemont, que
por ello no aparece por Cataluña, fueron precisamente Junqueras, el consejero
de Interior y los Jordis, quienes personalmente se encargaron de incitar a la
violencia callejera, subiéndose a los coches policiales para alentar a las
masas, mientras éstas los destrozaban alevosamente e impedían hacer su trabajo
a la comisión judicial y a la Guardia Civil. Por tanto, Junqueras y compañía
seguirán en prisión, mientras la extradición de Puigdemont se decidirá una
semana antes de votar y justo a mitad de la campaña electoral, que empieza hoy,
basada, por parte del siniestro mundo totalitario soberanista, en el viejo e
indecente lema global de que “todos los males vienen de España”, inventado en
su día por Jordi Pujol, el ex President que, mientras su familia delinquía y se
forraba, ponía de moda con sus obedientes sucesores (Mas, Puigdemont y
compañía), para engañar a los catalanes de buena fe, aquello de que “España nos
roba” cuando los ladrones estaban tan cerca.
Y
así comienza esta atípica campaña electoral, con candidatos presos y huidos de
la Justicia, en la que los catalanes y, por tanto los españoles, se juegan algo
más que la elección de un nuevo Govern de izquierdas, centro o derechas, pues
está en juego la estabilidad democrática de Cataluña y su credibilidad y, por
tanto, la de toda España. Dice Albert Rivera, con toda la razón del mundo, que
“lo importante tras el 21-D es que haya un gobierno constitucionalista” y añade
“he visto al PSC traicionarnos muchas veces; hacen un discurso nacionalista
para mimetizarse y ganar votos”, mientras Rajoy en Mataró sostiene sobre el
“procés” que “ha acabado, y ha acabado mal”; por su parte Iceta, el candidato
socialista, añade “me veo como presidente” y descarta participar en
“coaliciones extrañas” para la investidura y pide un Consorcio Tributario
“recogido en el Estatut”, mientras Iglesias avisa a Ciudadanos y al PP de que
“no van a gobernar en Cataluña”. Y en el bando soberanista Puigdemont, que
oculta urnas plegables en un almacén de Barcelona y ya ha cambiado tres veces
de alojamiento en Bélgica para trasladarse a un chalet en Gante donde presume
de burlar al CNI, plantea el 21-D como un pulso contra la legalidad, mientras
el PDeCAT sostiene que le impedirá tomar decisiones tras el 21-D, distanciándose
de su enfermizo personalismo y asumiendo la estrategia de pactos tras los
comicios, en tanto que él, a su libre albedrío, prepara una campaña virtual y
pretende hacer mítines a través de pantallas de televisión e incluso de
hologramas, que costarían unos 250.000 euros, como ya hiciera el controvertido
Melenchon en las últimas presidenciales francesas; por su parte Junqueras
prepara la “vía PNV”, sosteniendo que si logra la Jefatura de la Generalitat
tras el 21-D planteará un “cara a cara” con Rajoy y más dinero para Cataluña en
el nuevo modelo de financiación a cambio de “congelar” la DUI (ya ven, el
chantaje totalitario por bandera) y de forma indecente cuestiona los comicios
del 21-D denunciando un posible “pucherazo” al pedir que la UE supervise los resultados
y poniendo en duda que el Gobierno los acepte, cuando jamás en nuestra
democracia un Gobierno puso en duda el resultado de ninguno de los comicios en
los que obviamente a la hora de las votaciones y del recuento de votos hay,
además de las mesas elegidas por sorteo y no nombradas parcialmente,
representantes de todos los partidos políticos que participan en las mismas si
así lo deciden (ya ven, tras el patético 1-O, el ladrón cree que todos son de
su condición). Entretanto, un juzgado de Sabadell imputa a mandos de los Mossos
por su pasividad el 1-O, citando a subinspectores, inspectores y comisarios por
denegar auxilio a agentes que pidieron “refuerzos” varias veces.
Con
semejantes mimbres se inicia una campaña electoral con la perentoria necesidad
de posibilitar la formación de un Govern que respete y defienda la Legalidad y
las instituciones democráticas, sin aventurerismos totalitarios, mientras,
según el sondeo del CIS, Arrimadas sería la más votada y el independentismo se
estanca, ya que Ciudadanos arrebataría el PP el 47´6% de sus votantes y sería
la fuerza política con mayor respaldo de los abstencionistas, los soberanistas
no sumarían mayoría absoluta ni en votos ni en escaños y el partido de Colau se
desinflaría, sólo el 10´8% de los catalanes cita la aplicación del 155 como uno
de los principales problemas de la Autonomía y la suma de ERC, JxCat y CUP
obtendrían el 44´4% de votos frente al
44´3% de Cs, PSC y PP, quedando en medio el partido de Ada Colau con el
8´6% de los votos y, obviamente, con la llave para decidir un Govern
constitucionalista o soberanista. Y, según SigmaDos, el 64% de los españoles se
opone a que la Carta Magna permita el referéndum, seis de cada diez españoles
consideran necesaria una reforma del texto constitucional, casi el 70% de la
sociedad asume que los partidos no alcanzarán una acuerdo, mientras PP, PSOE,
Podemos y Ciudadanos discrepan en las cuestiones de fondo y el alcance de los
cambios, y esta falta de consenso es la que marca el debate sobre Cataluña y la
reforma del Estado Autonómico, mientras las propuestas de Rajoy en el Congreso
dejan fuera el cambio constitucional. Y en el asunto de la nueva financiación
autonómica Urkullu plantea el modelo vasco y defiende que el Concierto de
Euskadi sirva de referencia para la reforma de financiación territorial,
Baleares y PSC apoyan la propuesta del vasco y Alberto Núñez Feijóo, Presidente
de la Xunta de Galicia, afirma que “no podemos sacar a subasta la igualdad
entre españoles”, rechaza agravios en la financiación autonómica y apela a la
“mayoría silenciada” frente al secesionismo el 21-D.
En
cuanto a otros asuntos se refiere cabe citar que el desempleo en Cataluña
registra el peor noviembre desde 2009; que la Guardia Civil pide refuerzos para
contener la frontera ceutí, reclamando un incremento del 25% en la plantilla
antidisturbios para frenar las avalanchas provocadas por la creciente presión
migratoria; que el Gobierno se endeudará en 16.000 millones para pagar las
pensiones; que cuatro concejales de Podemos en Alcalá comparecen ante el juez
por prevaricación; y que fallece a los 68 años de edad el socialista Manuel
Marín, ex Presidente del Congreso y figura clave en el ingreso de España en la
UE…¡descanse en Paz!.
Y
del exterior, destacar que el Senado de EEUU avala la mayor rebaja de impuestos
en 30 años, con lo que Trump logra su primera gran victoria parlamentaria en
medio de la tormenta política por el “Rusiagate”; que Antonio Meade, candidato
presidencial del PRI, afirma que “enfrentar los retos con viejas recetas no va
a ayudar a Méjico”; que matan a tiros al ex Presidente de Yemen tras romper con
Irán y aliarse con Arabia Saudí; que la derecha francesa busca un nuevo líder
para salir de la crisis, mientras la ola nacionalista sigue creciendo en Córcega
al extremo de que la coalición de autonomistas e independentistas roza la
mayoría absoluta en la primera vuelta de las elecciones regionales de la isla y
piden un estatuto de autonomía; que el Eurogrupo elige presidente a Mario
Centeno, el ministro luso que criticó la austeridad, siendo así el primer
presidente procedente de un país del sur, receptor neto de fondos europeos y
que durante su mandato ha sido muy crítico con las políticas comunitarias de
austeridad; y que los socios norirlandeses de May frenan el acuerdo del Brexit
mientras la UE y Reino Unido acercan posturas, siendo ahora el escollo lograr
un pacto sobre la frontera irlandesa.
Y
en lo que respecta al futbol un Madrid sin gol desaprovecha, 0-0, en Bilbao el
pinchazo del Barça, 2-2, en el Camp Nou frente al Celta de Vigo, mientras el
Valencia pierde en Getafe, 1-0, y deja escapar a los blaugranas que quedan aún
más líderes. Quien realmente gana es Leo Messi que cobrará un 70% más que
Cristiano Ronaldo tras su nuevo “supercontrato”, en el que exigió una prima de
fichaje de 100 millones para recuperar lo que pagó a Hacienda y ganará 14
millones más que el portugués.
Jorge Cremades Sena
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