Por
fin, tras un largo periodo de descalificaciones internas, vetos y coacciones,
Sumar y Podemos consiguen “in extremis”, tal como se esperaba, un acuerdo para
concurrir juntos en las elecciones del 23-J, con lo que la comunista Yolanda
Díaz, consigue unir en su plataforma o proyecto personal al que llama Sumar (el
nuevo invento para intentar camuflar el fracaso del anterior experimento,
conocido como Unidas Podemos) nada menos que a unos quince partidos,
partidúsculos o asociaciones de amiguetes con el único objetivo de cada uno de
sus líderes de figurar en Sumar, si es posible, en un puesto de probable salida
como diputado o senador, lo que, dado que al final casi son más coroneles que
tropa, explica las tensiones protagonizadas hasta el momento de conseguir el
acuerdo sin que, obviamente, haya trascendido la más mínima diferencia
ideológica entre los aspirantes al proyecto de unidad de la izquierda a la
izquierda del PSOE sanchista, seguramente porque no la hay ya que lo que sí hay
(a la vista está y a las pruebas me remito) es una pelea insensata y fratricida
por ocupar personalmente los escaños, que en circunstancias de poco apoyo
ciudadano, como es el caso y se acaba de constatar en los resultados del 28-M,
se presumen a la baja con lo que no podrían satisfacer las expectativas
personales de tanto aspirante a ocuparlos. La opción era evidente, siempre será
peor ir separados que juntos, aunque el deterioro supino de dirigentes podemitas,
como Irene Montero (desautorizada por el Supremo en el “sí es sí” y condenada a
pagar 18.000 euros a un hombre por acusarle sin prueba alguna de maltratador)
exigía apartarla de la operación Sumar, a lo que se oponía su compañera y amiga
Belarra, quien, visto lo visto, utiliza a Montero como mercadería para
conseguir algunas cosas que finalmente se traducen, incluida ella misma, en
unos ocho puestos de podemitas en las listas de Yolanda con alguna probabilidad
de ser elegidos (elegidas, -es, -is, -us; no vaya a ser que me traten de facha
machista y fascista por utilizar el genérico, que todo el mundo entiende), si
es que se consigue atajar en la campaña la hemorragia de votos que su enfermizo
populismo les está provocando. El asunto es evidente, pues se trata de lo mismo,
pero que parezca otra cosa por si cuela. En efecto, Podemos, tras llevar casi
al límite la negociación con Sumar como medida de presión, claudica ante
Yolanda, tal como se presumía, pues los nuevos partidos de la nueva coalición
exigían su cabeza, aunque, como mal menor, aceptaban a Belarra, salvando así a
regañadientes los escollos que simplemente eran las listas y la presencia de
Montero, que ya es invendible ante la ciudadanía, aunque no sea ella sola la
única responsable de lo que ha pasado con aquel movimiento 15-M que, según
Iglesias, iba a liberar a los españoles de la “casta” y del “régimen del 78”,
cuando, ya ven, ahora se enzarzan en una guerra fraternal entre ellos
precisamente para seguir instalados en dicha casta y no ser desalojados de la
misma. Al final Sumar sella sin Montero la coalición o el frente populista (ya
sólo faltaría que se sumara el socialismo sanchista, para tener el frente popular
completo) aglutinando a más de quince partidos que conforman la mayor coalición
de izquierdas de toda nuestra democracia, dirigida por la líder comunista
Yolanda Díaz y todos sus componentes admiten sin reparo alguno la distribución
de puestos dictados por ella. Podemos sacrifica a Montero, su “principal
activo”, y acepta a regañadientes diluirse en Sumar a cambio de ocho teóricos
puesto de salida en las listas, que llevarán la cara de la Vicepresidenta,
mientras la famosa “ley del sólo sí es sí” (apoyada con entusiasmo por todo el
Gobierno de coalición) nos deja hasta el momento 1.127 rebajas de penas y 115
excarcelaciones anticipadas de maltratadores, mientras dicho Gobierno se niega
por tercera vez a informar al Congreso de los cambios de sexo de la Ley Trans,
el otro bodrio legal que seguramente también traerá cola. Yolanda impone a
Podemos clausulas para controlar a sus diputados y celebra “el mejor acuerdo”,
dando por zanjada la crisis por la exclusión de Montero ya que, según ella,
“España quería que nos diésemos la mano” y comparece sin entrar a debatir el
veto o no a Montero, o las “coacciones” denunciadas por carta a sus militantes
por Ione Belarra, la secretaria general del partido.
Por
su parte Sánchez advierte en el Comité Federal que “las cosas se dicen aquí”,
en clara referencia a los barones críticos, especialmente a Lambán y Page, con
los que la confección de listas ha dinamitado su relación, ya bastante
deteriorada, los barones trasladan el mensaje de “dejad solo a Pedro” mientras
la bronca por las listas y las imposiciones del Presidente esconde el pulso por
controlar su sucesión tras el posible final del sanchismo, en caso de que el
PSOE sufra otro descalabro electoral, con lo que Sánchez en realidad está en
una situación de precariedad en cuanto a poyos internos se refiere. Y es que,
aunque sea solapada, la guerra por la sucesión de Sánchez tras el 23-J entra en
acción mientras los barones críticos esperan a los resultados, pero ya se
mueven ante el posible escenario de la nueva etapa que se abre, en medio de la
dimisión de la Presidenta del PSOE de Sevilla, la histórica socialista Amparo
Rubiales, por llamar “judío nazi” a Bendodo, coordinador del PP, aunque, tras
pedir disculpas ante las críticas generalizadas por decir semejante barbaridad,
rectifica antes de irse y dice que retira lo de “judío” y que sólo le llama
“nazi”…..¡es que ya estamos todos locos o es que nos hemos contagiado del
populismo agresivo podemita! Bendodo simplemente contesta que, con semejantes
apelativos, Rubiales sencillamente se califica a sí misma y Sánchez reivindica
sin matices la gestión de su Gobierno ante el Comité Federal e insta al PSOE a
no rendirse, pues “la victoria es posible”.
Y
entretanto Feijóo acusa al presidente del Gobierno de mentir y critica su
“triunfalismo” ya que “no estamos bien”, y va señalando sus propuestas (entre
ellas, rebajar el IRPF a clases medias y bajas e impulsar un sólido programa
reformista con bajada de impuestos para impulsar el crecimiento, convocando al
efecto a representantes del tejido económico y social para acelerarlas) y
elaborando las listas con fichajes autonómicos, mientras negocia sin prisas con
Vox en cinco CCAA. Además, mientras los barones del PSOE dan tregua electoral a
un Sánchez optimista y Podemos arrastra a Sumar a una dura pugna interna a
pesar del acuerdo logrado entre ellos, Feijóo señala a De Cos como favorito
para llevar Economía, con lo que el Gobernador del Banco de España lidera una
lista de ministrables populares a la que se suman Guindos, Bravo o González
Páramo, en tanto que Gamarra advierte de que Sánchez, en caso de conseguir
formar Gobierno, sería más débil y abocaría a España “hacia la
ingobernabilidad”. En efecto, la realidad es que Podemos no da tregua alguna a
Yolanda Díaz, la inventora de Sumar, y dinamita el arranque de la nueva
coalición populista, pues Echenique e Iglesias insisten en presionarla y
denuncian más “vetos” hacia la formación morada e Irene Montero rompe su
silencio para apoyar al primero con un escueto “jefe, te quiero mucho”. En fin,
cuestión de amores y quereres. Entretanto los nuevos barones del PP están
convencidos de que “las ganas de cambio van a desatar un tsunami el 23-J” y, al
efecto, Mazón, en la Comunidad Valenciana, manifiesta “quiero un gobierno lo
antes posible, antes de las elecciones generales, pero negar que Pedro Sánchez
ha infectado las negociaciones sería de necios” y Azcón, en Aragón, dice “yo
aspiro a llegar a acuerdos con todos los partidos que estén a la derecha del
PSOE, con todos, pero la gobernabilidad se debe centrar en el PP”.
Así
las cosas, mientras la Junta Electoral decide que será obligatorio el DNI en
toda España para votar por correo (apuntando a record por las peticiones hechas
ya) y que los viajes que se hayan contratado antes de conocerse la fecha de las
elecciones eximirán de la obligatoriedad de formar parte de las mesas
electorales, según GAD3, los españoles, divididos por el adelanto electoral,
ven positivo el resultado del 28-M, pues el 51´3% considera buena la victoria
del PP en las municipales y autonómicas, incluido el 29% del votante
socialista, y, según SigmaDos, el PSOE aprovecha la crisis de Sumar y el PP
sigue creciendo, pues Sánchez recuperaría cuatro diputados y obtendría 103, pero
Feijóo también crece y mantendría la mayoría absoluta junto a Vox. Y, salvo que
Tezanos, el mago de Sánchez que naufraga en las encuestas y no vio venir el
tsunami azul el 28-M, diga lo contrario, según GAD3, Feijóo superaría los 150
escaños y dejaría a Sánchez sin opciones, pues la suma de las izquierdas se
quedaría muy lejos de reeditar el actual Gobierno de coalición a pesar del
acuerdo, cogido con pinzas, entre Sumar y Podemos, pues el PP con el 36´6% de
votos conseguiría entre 150-153 escaños, el PSOE 27´7% y 101-104, Vox 12´4% y
33-35, Sumar 11´2% y 27-29, y Otros 9% y 34 diputados.
Y
en medio de todo este berenjenal Dolores Delgado, la ex ministra de Sánchez
que, con polémica, dejó su sillón ministerial para pasar a ser Fiscal General
del Estado, es nombrada ahora por su sucesor, García Ortiz, como Fiscal de
Memoria Democrática con gran oposición del Consejo Fiscal, con lo que el Fiscal
General consuma el dedazo ya que siete de los nueve vocales electos se niegan a
votar su nombramiento para tal cometido, pues “es palmaria la inidoneidad de
Delgado por su íntima relación con Garzón”, generando con ello una bronca en el
Consejo sin parangón, mientras al actual Fiscal General le importa bien poco el
asunto y va a lo suyo. Un feo asunto por el que fiscales históricos como Javier
Zaragoza y Carlos Castresana abandonan, ente otros, la asociación progresista
de fiscales mientras crecen las críticas contra el “nepotismo” de García Ortiz
al colocar a su amiga contra todo pronóstico y cuando el informe anual de la
Comisión Europea sobre calidad democrática coloca a España a la cola en la
confianza en la autonomía de los órganos judiciales, pues con hechos como éste,
entre otros, los españoles al final no creen en la independencia de la
Justicia, básico en cualquier Estado democrático.
En
cuanto se refiere a otros asuntos, cabe citar que el Tribunal de la UE rechaza
el límite a los VTC, dando así un golpe al taxi; que Madrid supera a Barcelona
en ingresos turísticos y logra un 55% más de empleo en el sector; que Marruecos
obstaculiza la apertura de las aduanas de Ceuta y Melilla, pues cartas
oficiales revelan las reiteradas trabas de Rabat a cumplir lo pactado; que
empieza la exhumación de 128 víctimas en Cuelgamuros con el objetivo de
recuperar los restos de víctimas de la Guerra Civil de ambos bandos; que el
palacio oficial preferido de Sánchez también extrae agua de Doñana y en los
últimos cinco años se han gastado más de 2´5 millones para acoger las vacaciones
del Presidente del Gobierno; que el problema de la soledad en España cuesta
14.100 millones anuales y afecta a un 13% de ciudadanos; que el PSOE, cuando lo
dirigía Zapatero, ordenó a Correos en 2005 una investigación “sin éxito” sobre
Feijóo durante el tiempo que el actual líder del PP lo gestionó, pero no hallaron
nada irregular; que dirigentes del PP advierten del “peligro” de permitir a
Trías ser el alcalde de Barcelona y reclaman a Feijóo que la votación sea
afrontada como “asunto de Estado”; que se produce una rebelión académica y
empresarial por el “becariazo” de Yolanda Díaz, pues más de un millón de
alumnos no podrá terminar sus estudios a causa de la aprobación del Estatuto
del Becario, aprobado en connivencia con CCOO y UGT pero “al margen de la
comunidad educativa”; y que Hacienda provoca otra revuelta de funcionarios al
acelerar el acceso de interinos justo antes del 23-J pues los administradores
civiles del Estado tildan de “inadmisible” que se rebaje “por completo” el
listón de exigencia para acceder y alertan de la maniobra para politizar el cuerpo
que nutre de ejecutivos y altos consejeros a los ministros.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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