Dice Sánchez a sus compañeros en el domesticado Comité Federal del PSOE que “si pensara que con irme solucionaría el problema, lo haría” y les añade “me elegisteis capitán de este barco, y el capitán no se desentiende cuando viene mala mar; se queda a capear el temporal, a salvar el rumbo y a ganar el puerto”….. Una vez más o Sánchez se equivoca o está fuera de la realidad, que viene a ser lo mismo, pues cabe contestarle que, en efecto, con su ida no se solucionaría de pronto el problema, que es inmenso y casi irresoluble, pero sí sería el comienzo de la solución del mismo pues él y su núcleo más íntimo son quienes han creado el problemón y ahora dependería de quiénes tomaran el relevo y de cómo fuera el procedimiento de renovación para buscar la solución; no en vano desde las propias filas del partido ya le dijeron, y algunos le siguen diciendo, “tú eres el problema, Pedro” y a la vista está. Además, siguiendo con el símil marinero del Presidente del Gobierno, cabría decirle también que en este caso no le es aplicable la máxima del capitán de un barco dado que el temporal ya se vislumbraba incierto desde la misma elección de su capitanía de la nave y dado que la mala mar de la que habla no ha sido algo sobrevenido durante la travesía en el mar sereno por el que el PSOE, más o menos, navegaba entonces sino que ha sido él quien, como capitán, eligió libremente a la tripulación para llevar al barco hacia mares turbulentos, que es donde está ahora, poniendo encima el rumbo no hacia el puerto que quiere ganar sino hacia las rocas de los acantilados y, desaparecida la tripulación elegida por el capitán, éste ya no es válido ni siquiera para capear el temporal con otra nueva tripulación elegida por él, con la sospecha de ser más o menos como la que dirigió la nave hacia dónde está ahora y, en todo caso, para tener cierta credibilidad, requeriría, al menos, conocer la decisión de los pasajeros de la misma sobre qué hacer para salir de semejante temporal hacia mares más serenos. Por tanto, como dice Page y algunos otros, “o moción de confianza o elecciones generales” si es que de verdad se quiere intentar la solución del problemón generado por Sánchez y su “guardia de corps” que, una vez liquidada por méritos propios, algunos buscan sustituir ahora al servicio del capitán (y de ellos mismos) y no precisamente para resolver el problema generado por él sino para seguir navegando por los mares turbulentos a los que él les llevó insólita y libremente. Sin embargo Sánchez, para maquillar la situación, aparta a los afines al encarcelado Cerdán (de los investigados Ábalos y Koldo, mejor ni hablamos), que son sus propios afines de pata negra, y nombra a una mujer, la valenciana Rebeca Torró, como Secretaria de Organización o sustituta de Cerdán, pero, eso sí, “vigilada” por tres fieles por si acaso, entre ellos Paco Salazar que al día siguiente de ser propuesto por Sánchez desiste de ser candidato y deja todos sus cargos tanto en el PSOE como en el Gobierno al conocerse sus actitudes machistas, que al parecer todos sabían, y las denuncias de acoso sobre él, haciendo saltar por los aires la credibilidad de esa especie de Secretaría de Organización colegiada, moribunda ya antes de nacer.
Es la patética realidad de un Comité
Federal del PSOE, previamente amansado y amaestrado, con más pena que gloria,
que, al parecer, hará controles aleatorios del patrimonio de los miembros de su
cúpula y sus estatutos preverán la expulsión de quienes sean clientes de
prostitución, para salir al paso de la intolerable corrupción y de los
comportamientos asquerosamente machistas que anidan en las altas esferas del
partido. Sánchez, creyendo que es suficiente para salir del paso, releva
obligadamente a Cerdán por Rebeca Torró como Secretaria de Organización, pero
se inventa un cuarteto tutelado desde Moncloa con Salazar como adjunto de Rebeca
y éste le sale rana, como sucedió con Ábalos y Cerdán, echando por tierra su
estrategia de evitar una “caza de brujas” para que no parezca que todo el PSOE
es corrupto y para mayor desazón de sus militantes honestos, que temen que todo
el partido no lo es obviamente pero saben que hay demasiados indicios de que sí
sea corrupta la cúpula que lo dirige a cuya cabeza está el capitán Sánchez,
quien resiste de momento pero no logra poner fin a la crisis generada por él y
los suyos, aunque, a pesar del inesperado estallido del “caso Salazar”, la
cúpula socialista, es decir el Comité Federal, cierre filas con su líder a
excepción de García-Page que le pide moción de confianza o elecciones, ganándose
por ello los calificativos más despreciables por parte de los sanchistas más
sanchistas que Sánchez como es el caso de Puente desde que el Jefe le eligiera
como vocero destacado en el Congreso con licencia para arremeter contra la oposición
con todo tipo de improperios. ¡Lástima que Sánchez no hubiera pensado en él
como sustituto de Cerdán en el PSOE, aunque sí pensó en él como sustituto de
Ábalos en el Gobierno!
Y mientras la anunciada renovación del
PSOE falla antes de empezar, viéndose Sánchez obligado a prescindir de Salazar
como adjunto de Organización, y en plena bronca entre Page y Puente en el
Comité Federal, generando “un panorama desolador, un desastre”, el Presidente
pide a un PSOE hundido y en psicosis resistir con él al frente, mientras con la
boca pequeña algunos dirigentes advierten de que la situación es “insoportable”
y se preguntan “¿hasta cuándo?” debe aguantar el partido, tras quedar atónitos
por la renuncia en un solo día de su nuevo hombre fuerte que arruina a su nueva
Ejecutiva y dispara de nuevo la “inquietud”, mientras sus ministros,
desparramados casi todos por las distintas CCAA para que lideren como
candidatos de este PSOE las próximas elecciones autonómicas, convierten el
Comité Federal en un casi monográfico ataque a Page, el único socialista que
hoy por hoy consigue mayoría absoluta en su demarcación. Así el PSOE ata su
futuro al de Sánchez de “corazón tocado” quien en vez de responsable de todo lo
que ocurre se considera una “víctima”, mientras Page le dice que “aguantar es
cavar más el agujero” y Puente le pide que resista con un rotundo “exijo que
siga”. Entretanto siguen apareciendo detalles sobre los casos de corrupción en
marcha o noticias sobre nuevos casos como que el Jefe de la Audiencia Nacional
filtraba secretos a Sánchez (Ábalos, gracias a un mensaje del “presidente de la
Audiencia” informó a Sánchez con dos meses de antelación de que “van a absolver
a Trapero….para que lo manejéis”, evidenciando que el magistrado Navarro daba
datos al Gobierno mientras se pactaba con ERC y Bildu y en plena guerra con los
barones), como que Otegi desnuda a Sánchez diciendo que sí usó a Antxón para
ganarse el favor de Bildu y confirmando que el socio de Cerdán hizo de enlace en
los pactos del PSOE (admite que el empresario investigado Antxón Alonso le
presentó al jefe socialista para negociar con Bildu), como que las sospechas
por la corrupción alcanzan a PNV con el empresario del 4% Iñaki Alzaga y
también al PSE; como que un técnico se enfrentó a la “trama Cerdán” y no firmó
las licitaciones de obras sospechosas; como que la empresa de la trama ganó el
megacontrato de Navarra estando en la “lista negra”; como que Ferraz premió a
una “fontanera” que aportó 32 afiliaciones falsas al pucherazo de las primarias
andaluzas (María Iglesias obtuvo un puesto en la Ejecutiva regional que
conserva bajo la protección de María Jesús Montero); y como que el pucherazo
del equipo de Sánchez en las elecciones andaluzas consistió en 800 votos
trucados (Susana Díaz aportó pruebas de que Ábalos y Cerdán amañaron con falsas
afiliaciones la votación que perdió frente a Espadas, el candidato de La
Moncloa, pero la Comisión de Ética del PSOE rechazó las denuncias pese a las
sospechosas cifras de militantes exprés en decenas de localidades, cuando la
trama llegó a ofrecer el mismo puesto de trabajo a diez personas distintas y a
los alcaldes acometer obras públicas en sus pueblos).
Y mientras el capitán Sánchez dirige
el barco hacia el acantilado, según 40DB y con el permiso del CIS de Tezanos, el
estallido del “caso Cerdán” castiga al PSOE y da alas a Vox: el PP con el 33´3%
de votos logra su mayor diferencia con los socialistas que caen al 27% y Vox
alcanzaría su nivel más alto desde el 23-J…..el 51% cree insuficiente la
respuesta del Presidente ante la corrupción y el 42% apoya la negativa de
Sánchez a destinar el 5% del PIB en defensa. Por su parte el PNV abre un debate
interno para ver como alejarse de Sánchez pero sin respaldar una moción de
censura, mientras los cargos municipales sufren el desgaste de apoyar a los
socialistas, asediados por los casos de corrupción, y temen que les pase
factura en las urnas, mientras desde el PP Cuca Gamarra dice claro y alto que
“no es el caso Cerdán, es el caso Sánchez; una organización criminal sustentó
los pactos para llegar al poder”.
Y con este panorama coincide con el
Comité Federal del PSOE el XXI Congreso Nacional del PP donde Feijóo entrega el
control absoluto del partido a Tellado, mientras promete un “gobierno decente”
en un “tiempo nuevo” y presenta aspectos de su programa, entre las que cabe
citar su compromiso para garantizar “la independencia de los jueces”, los
“contrapesos al poder” y los “medios libres”, “una educación que exija”, “no
infantilizar a las mujeres”, “apoyar la familia” y parar la “inmigración
ilegal”, bajar impuestos, asegurar más medios para seguridad, reformar la
Fiscalía y el Tribunal Constitucional….. Con todo ello dibuja un nuevo PP para
“ir a por todo” pues “a la siguiente sí será la vencida” y para conseguirlo,
con este PP a su medida y respaldado por el 99´2% de los congresistas, se erige
como “única alternativa” para cambiar España “de raíz” ante la decadencia
“socialista” y ofrece un “manual de decencia”….. Con una euforia contenida
Feijóo, arropado por los ex presidentes Aznar y Rajoy, expresa su deseo de
gobernar en solitario pero sin renunciar a pactos con todos, incluido Vox,
excepto con Bildu, convencido de que “en España va a gobernar la mayoría; las
minorías no marcarán el rumbo” y para ello insta al PP a conseguir una “amplia
mayoría social” para poder gobernar “en solitario” pues la disyuntiva “es o
Sánchez o yo” y al efecto pone al PP a trabajar en la demolición del
“sanchismo”, mientras Ayuso muestra la unión del partido en torno a él con un
rotundo “tuyo es el partido, estamos a tu lado” y Aznar y Rajoy advierten que
“nos jugamos la continuidad de España” y para evitarlo piden “una mayoría ancha
a derecha e izquierda” para la “reconstrucción nacional”…. Feijóo, que recupera
a políticos para la Ejecutiva como Cayetana Álvarez de Toledo, avisa de que “no
negociaremos con la unidad; España no está en venta” y el partido entra en
estado de euforia ante un Gobierno, el de Sánchez-Yolanda Díaz, en “enfermedad
terminal”, ante lo fácil que, de entrada, se lo están poniendo, si el capitán
Sánchez sigue empeñado en conducir el barco hacia las rocas para estrellarlo
definitivamente. Tiempo al tiempo.
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