El
cínico cacao mental de los populismos radicales no tiene límites, es capaz de
defender una cosa y la contraria, de ser a la vez gobierno y oposición, e
incluso de dividirse como las amebas con tal de engañar a la gente participando
activamente no con una determinada opción política sino con varias según
convenga a los intereses electorales en cada momento y lugar. El caso es
engañar a los ciudadanos para que apuesten por sus sorprendentes e insólitas
propuestas que al final conducen a la nada. Es lo que cabe concluir tras la
propuesta de la comunista Yolanda Díaz para la campaña electoral de los
comicios locales y territoriales a consecuencia de sus divergencias ideológicas
(o más bien, intereses personales) con las del populismo de Podemos, tras
romper, de cara a las siguientes elecciones generales con Unidas Podemos, tras
ser ambos parte del Gobierno de coalición presidido por el socialista Pedro
Sánchez, quien, para no quedarse atrás, ha aportado grandes dosis de populismo
a su versión sanchista del socialismo democrático tradicional, sorprendiendo a
afines y contrarios. En efecto, Yolanda Díaz, que, de momento, se presentará
sólo a las generales con su particular invento, Sumar, frente a Podemos, pero
no comparecerá con dicho invento en las locales y autonómicas, decide
participar personalmente en estos comicios tanto a favor de Podemos o sus
afines como en contra de ellos y, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana hará
campaña a la vez con Podemos y con Compromís, otro que tal baila; es decir, un
día con uno y otro día con otro, jugando así con dos barajas de cara al 28-M o,
dicho de otra forma, estando a la vez como Dios en todas partes, apoyará a las
candidaturas de Podemos e IU indistintamente y compartirá actos con Compromís y
Más Madrid, apostando por el más difícil todavía. Y obviamente, en medio de
este embrollo populista, el PSOE, socio mayoritario del populismo y otras
hierbas, ve en riesgo “feudos importantes” del socialismo democrático
tradicional, precisamente porque Podemos está en declive, mientras determinados
cargos socialistas ya asumen en estos comicios que “nos irá regular o bien,
pero no muy bien”, aunque alguno de ellos, como Juan Espadas, se empeñe en
decir en Andalucía que “pactar con ERC y Bildu esta legislatura ha valido la
pena plenamente”, olvidando el fracasado estrepitoso del socialismo andaluz
tras el aplastante triunfo del PP en Andalucía. Así las cosas, según 40dB, y de
cara al 28-M, Ayuso, tras barrer también al socialismo tradicional madrileño,
arrasaría de nuevo en Madrid, feudo popular, apuntando a una posible mayoría
absoluta, mientras que Puig en Valencia, feudo socialista tradicional,
necesitaría que Podemos entre en las Cortes Valencianas para repetir su
Gobierno de coalición a imagen y semejanza del que Sánchez lidera en Madrid, a
la espera de que la participación de Yolanda Díaz a favor a la vez de Compromís
y Podemos consiga el milagro de que los podemitas valencianos no queden sin
representación parlamentaria…..Y es que, ya lo dice el refrán….”dime con quién
andas….”. Pero no acaban aquí todos los males para el socialismo democrático
moderado, pues de cara a las siguientes elecciones, las generales, de finales
de año los pronósticos no son halagüeños para el sanchismo imperante, ya que,
en sintonía con otros sondeos, según NCReport, la aparición de Sumar, apoyada
en su momento por Sánchez para dividir fuerzas en UPodemos, no rompería la
mayoría absoluta del centroderecha pues el PP de Feijóo con el 33´2% de los
votos conseguiría entre 141-143 diputados, frente al 22´3% y los 91-93 escaños
del PSOE de Sánchez, mientras Vox obtendría el 13´5% y 40-42, Sumar 11´6% y
27-29, y Podemos 4´9% y 2-4, con lo que ni los 12-13 escaños de ERC con el 3´1%
de votos (gracias a las ventajas electorales de los partidos territoriales) y
la suma de los 28-31 del resto de diputados conseguidos por las variopintas
opciones territoriales minoritarias alcanzarían mayoría suficiente para gobernar
o desgobernar el país, como sucede
ahora, salvo que la todopoderosa Yolanda Díaz, logre el milagro al estar
omnipresente en todas partes.
Entretanto,
los empresarios, después de haber sido considerados casi como delincuentes por
el Gobierno sanchista, aliado con los sindicatos el pasado uno de mayo para
movilizarse contra ellos si no pactaban una subida de salarios, llegan a un
preacuerdo de subida salarial con los sindicatos sin ninguna complicación: un
4% este año y un alza del 3% en 2024 y 2025, además de incluir una cláusula de
revisión por la inflación, aunque el documento no obliga a las empresas a
aplicar esos incrementos, que quedan como recomendaciones. Ya ven, tras la
demagogia gubernamental, no es tan fiero el león como lo pintan
interesadamente, pues los agentes sociales pactan subir los salarios un 10% en
tres años y con ello garantizar la paz social, todo ello en línea con la
inflación prevista, aunque por causa de esta, los trabajadores siguen sin
recuperar el poder adquisitivo perdido en los dos últimos ejercicios, asunto,
en todo caso, achacable al Ejecutivo,
incapaz de situar la subida de precios en límites razonables. En todo caso,
ante el señalamiento demagógico del Gobierno populista a los empresarios, la
CEOE, que jamás se negó en rotundo a una subida de salarios razonable y viable,
veta a Sánchez y Díaz en la firma de este pacto salarial, pues la patronal
descarta invitar de momento a miembros del Gobierno a la formalización
inminente del acuerdo con los sindicatos, que Feijóo respalda porque genera paz
social durante los dos próximos años. Todo esto cuando el empleo bate records
en abril con 20´6 millones de ocupados y el número de parados baja de 2´8
millones por primera vez en quince años, eso sí, con 22.840 empleos públicos
nuevos en el primer trimestre; no obstante el Gobierno no dará la cifra real de
paro antes de las elecciones, evitando así revelar 600.000 fijos discontinuos
inactivos (eufemismo de parados o empleados temporales) que dejarían el
desempleo en 3´3 millones de personas, afectando todavía más a las mujeres, que
son seis de cada diez personas desempleadas. En todo caso, al margen de
interpretaciones, buena noticia, aunque no para tirar cohetes, cada vez que se
crea un sólo puesto de trabajo en España, que, según Eurostat, está a la cabeza
del paro con los mayores niveles de desempleo entre todos los países
comunitarios.
Por
otro lado, tras la polémica Ley de Vivienda del Gobierno pactada con ERC y
Bildu, el problema de la vivienda en España irrumpe con fuerza en la campaña
electoral, mientras se vislumbra el final de la subida de tipos de interés a
las hipotecas (el precio del dinero aumenta otro 0´25% y se sitúa en el 3´75%),
aunque Lagarde, desde el BCE, no cierra totalmente la puerta a más incrementos
que están haciendo imposible a millones de españoles pagar las cuotas de sus
hipotecas. Y es que España lidera la caída de las hipotecas en la UE tras este
alza de tipos, constatando la banca española un desplome de la demanda de
crédito superior a la demanda de la eurozona, mientras Ismael Clemente, CEO de Merlín
Properties, la primera inmobiliaria del Ibex-35, manifiesta lo siguiente: “no
vamos a invertir en vivienda con esta legislación cambiante”, “el Ministerio
nos dijo que nos necesitaban para hacer viviendas, pero el sector se siente
agredido”, “no tenemos plan de salida como Ferrovial, pero tener la sede aquí
nos perjudica por el rating bajo de España” y remata con “estoy en desacuerdo
con la Ley de Vivienda…es una mala receta”. Es la consecuencia lógica de una
legislación absurda que en un país libre y democrático, como es España, protege
más al okupa que al propietario del inmueble okupado de forma ilegal, desprotegiendo insólitamente a quien
arriesga su dinero o dedica sus esfuerzos, a veces con grandes sacrificios,
para adquirir bienes inmobiliarios. Así no vamos a ningún sitio. Y mientras el
Gobierno estudia poner coto a los visados de oro para inversores, endureciendo
la norma que da permisos de residencia a los compradores de pisos, Sánchez,
promete avales a jóvenes y familias por el 20% de la hipoteca, copiando al PP
su oferta de avales para vivienda al aprobar una línea de crédito del ICO que
ya vienen aplicando Madrid, Galicia y Andalucía. Algo es algo frente a la
necesidad de un acuerdo global entre PSOE y PP para alejar la política de
vivienda basada en soluciones populistas que sólo conducen al caos y al
conflicto.
Por
lo que respecta a otros asuntos (y al margen de la guerra de Ucrania y la
coronación del británico Carlos III como Rey acaparando el interés
internacional) a nivel nacional cabe citar que ACS reelige a Florentino Pérez
como presidente del grupo que reinvierte
el 70% de los fondos recibidos por servicios industriales; que la Junta
Electoral estudia sanciones para la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez,
por vulnerar reiteradamente la neutralidad institucional usando electoralmente
las ruedas de prensa tras los Consejos de Ministros en Moncloa, siendo el
Ejecutivo el que ha recibido más actuaciones censurables y Sánchez el único
presidente multado ya; que Bildu, socio de Sánchez, se cuela en el futbol
español con una valla propagandística en Sevilla, donde no se presenta, para
vincularse al Osasuna, que pierde la final de la Copa del Rey ante el Real
Madrid; que los funcionarios de Justicia también quieren más sueldo y amenazan
con huelga tras ofrecer el Gobierno a los jueces unos 45 millones para mejorar
sus salarios y desconvocar su huelga, pues argumentan que “si hay dinero para
unos, hay para todos”; que, según la OMS, la covid ya no es una emergencia sanitaria
internacional, tras el saldo de 6´9 millones de muertos y 765 millones de
diagnosticados oficialmente; que el PP negocia para romper el actual bloque de
investidura con la intención de atraer mediante acuerdos a los socios de
Sánchez en Cantabria, Aragón y Asturias para no aparecer como un partido que
sólo puede entenderse con Vox; que la “purgada” por Yolanda Díaz en Ferrol dice
de ella que “me maltrató y acosó”; que Mediaset acaba con tres décadas de
telebasura al fulminar “Sálvame” a partir del 16 de junio; que Feijóo se ofrece
a Sánchez para endurecer las penas por malversación tal como pide la UE y
“celebra” la iniciativa europea de elevar los castigos pactados a la baja por
el Presidente con ERC; que Moreno pospone la negociación de su ley de regadíos
hasta después de las elecciones, descartando tramitar ahora una norma que
rechaza Bruselas y que puede acarrear multas; y que el populista Presidente de
Colombia, Gustavo Petro, en su viaje oficial a España reconoce que en su país
“el cambio es más difícil de lo que pensábamos” y aprovecha para manifestarse
públicamente en contra del “yugo español” en su visita a Moncloa y defender la
lucha de Latinoamérica contra dicho “yugo” diciendo “no creo que haya
defensores de que se vuelva a la época de siervos y esclavos”, mientras el
Presidente de Uruguay, Luis Lacalle, que supongo que tampoco estará de acuerdo
con volver a las cavernas como la inmensa mayoría de la gente sensata,
manifiesta “yo bajo los impuestos porque hay que estimular al que emprende,
piensa, arriesga y hace horas extras”, “el progresismo es una actitud; no sé si
el término lo compró o alquiló la izquierda, pero me gusta el orden y el
progreso”, “la gente cuando tiene libertad la usa bien: hay muy pocos ejemplos
de lo contrario”…..dicho queda, es la visión diferente de dos mandatarios
latinoamericanos.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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