El
FMI, con toda la razón del mundo, alerta del peligro para la economía, no sólo
de Cataluña sino también del resto de España, por la crisis catalana, pues la
tensión política “puede lastrar la inversión y el consumo”, justo cuando las
cosas no andan nada mal y la crisis ya parecía medio superada. Y el peligro ya
deja ver sus consecuencias con una subida de la prima de riesgo a nivel de
España y una salida masiva de empresas de Cataluña a otros lugares del Estado
donde las inversiones y la seguridad de los inversores puedan ser más seguras
sin el riesgo de quedar hipotéticamente fuera de la cobertura de la UE y del
Banco Central Europeo en caso de que Cataluña lograra realmente su loca
independencia y quedara fuera de la Unión. Por ello, entidades financieras,
grandes empresas y fondos de inversión activan una especie de operación salida
acelerada simplemente por si la Generalitat declara ya la independencia (lo que
no supone que sea una independencia real, sino simplemente una locura más del
Govern) tal como han anunciado. Y es que, sólo la posibilidad de que unos
irresponsables gobernantes digan y se dispongan a actuar al margen de la
Legalidad establecida, imponiendo caprichosamente su criterio, genera tal
inseguridad ciudadana que cualquier inversor por pura lógica debe ponerse a
buen recaudo inmediatamente para proteger a clientes y accionistas ante la
tremenda incertidumbre generada por tan impresentables gobernantes. Y, en
efecto, la osadía totalitaria, tanto del Govern de Cataluña como del Parlament,
ha llegado a tal nivel que ha provocado finalmente (lo extraño es que no lo
hubieran hecho antes, como respuesta a las bravuconadas de Puigdemont,
Junqueras, Fiorcadell y compañía) una desbandada empresarial sin precedentes: el
Banco Sabadell y CaixaBank sacan sus sedes de Cataluña, el primero la traslada
a Alicante y la segunda a Valencia, tras valorar en principio si llevarla a
Palma, y Catalana de Occidente anuncia su salida y se traslada a Madrid
(operaciones que han propiciado que las acciones de las tres empresas se
disparen tras una preocupante caída en días precedentes); asimismo Gas Natural,
al igual que los anteriores, se va de Cataluña por la “inseguridad” existente,
mientras Freixent y Codorniu se disponen a hacerlo, al igual que Abertis y el
sector del motor, entre otros, que ya planean hacerlo si hay ruptura. Tanto
CaixaBank como Banco Sabadell hablaron previamente con la Casa Real y con Rajoy
y avisaron a Puigdmont de que se iban a trasladar, pero el President, anclado
en su locura independentista totalitaria, sigue adelante con su esquizofrénico
proyecto aunque ello provoque la ruina total de los catalanes, entre otras
cosas, porque sus socios de ERC y sobre todo las CUP no le dejan ninguna otra
opción. Por su parte, como es su obligación, el Gobierno español facilita la
salida exprés de empresas catalanas para que no queden atrapadas en la sinrazón
absoluta y sufran inmerecidamente las consecuencias ante semejante locura
independentista, pues la crisis catalana ya está causando la peor caída en la
Bolsa desde el Brexit y los valores catalanes son los más castigados por los
inversores.
Y
aunque esta fuga masiva de empresas fractura el independentismo, ante la
incertidumbre política y el caos jurídico en Cataluña, Puigdemont acelera la
independencia y lleva las actas del 1-O al Parlament para proclamar el martes
la secesión, mientras su antecesor Mas, aunque él lo niega, siembra ahora dudas
al considerar que Cataluña no está preparada para una independencia real en una
entrevista en el Financial Times. Y todo ello a pesar de que el Tribunal
Constitucional prohíbe a los golpistas utilizar el Parlament para declarar la
independencia, suspendiendo la sesión parlamentaria para la ruptura, que se
preveía el lunes, al admitir a trámite un recurso del PSC contra la sesión;
pero Forcadell desprecia la decisión del Alto Tribunal, la ANC convoca una
movilización a las puertas de la Cámara y Puigdemont burla dicha prohibición
con un pleno de “sedición ficticia” insistiendo en un nuevo pleno para declarar
la independencia el martes. Por si la osadía del President no fuera suficiente,
además hace gala de un cinismo demagógico infinito al invocar a la
Constitución, que tanto pisotea, para atacar al Rey Felipe, con quien se
equipara para pedirle “mediación” mientras advierte de que no cederá “ni un
milímetro” en sus planes, cuando, según NCReport, la gran mayoría de los
españoles ve “muy oportuno el mensaje del Rey”. No obstante, ante el vértigo
que produce la independencia de Cataluña, Puigdemont busca un mediador en el
Vaticano, y el líder de Ciudadanos rechaza cualquier mediación internacional
porque equivaldría a reconocer que “España es un país no democrático” y ve “imprudente”
que el Gobierno no aplique ya el 155, subrayando que “es hora de actuar con la
Constitución en la mano antes de que sea tarde” para parar “el golpe” en
Cataluña.
En
todo caso, algo se va avanzando frente a la locura independentista tras los
desmanes del ficticio referéndum del 1-O, que, por cierto, además de estar
prohibido fue un pucherazo, tal como se
constata en que el número de “síes” sube más que el total de votos recontados,
pues el “sí” gana 23.894 votos con sólo 21.793 papeletas más. En efecto, una
cierta crisis se instala en el PDeCAT al pedir el conseller Vila no declarar la
independencia y la antigua Convergencia solicitar una “tregua” para la secesión
a ERC y la CUP, que no están dispuestos a dar ni un resquicio a la locura,
especialmente por parte de los antisistema. Por otro lado la mayoría silenciosa
rompe por fin el monopolio del independentismo en las calles, con caceroladas
contra Puigdemont y manifestaciones contra el ilegal referéndum, que, poco a
poco, van dando voz a la población que rechaza el “procés”, mientras los Mossos
andan partidos por la mitad ya que la gestión de Trapero divide a los agentes
entre quienes le admiran y quienes le tachan de traidor, justo cuando un mosso
revela las instrucciones recibidas en la víspera del 1-O (“no olvidéis que sois
la Policía de la Generalitat”, es decir, no de Cataluña, un matiz importante) y
cuando proliferan gestos de apoyo a los policías y guardias civiles tras días
de indecente acoso a los mismos. Por otro lado, Interior reúne cuarenta pruebas
para denunciar la traición de los Mossos, en tanto que el fiscal amplía el
delito de sedición a Trapero, que declara en la Audiencia Nacional por los
hechos acaecidos el 20 de septiembre con el secuestro a policías y comisión
judicial, por los hechos acaecidos el 1-O, evitando así la Audiencia Nacional
tomar medidas en este momento para no incrementar la tensión en pleno reflujo
del desafío independentista, y, al sacar por sorpresa un nuevo atestado, deja a
Trapero en libertad aunque volverá a declarar por sedición no sólo por lo acaecido
el 20-S sino también por el 1-O. Entretanto aparecen testimonios estremecedores
de los policías de Pineda de Mar y el asedio al hotel que, según ellos, “fue el
peor día de nuestras carreras” y “nos traían a sus hijos de cinco años para
llamarnos hijos de puta”.
Y
en este callejón sin salida en que nos han metido los irresponsables
gobernantes independentistas cabe destacar además que el Gobierno facilitará el
trasvase de mossos a la policía y a la guardia civil; que la Generalitat quiso
armar a los Mossos con un “arsenal de guerra” solicitando 850 subfusiles y
fusiles de asalto y de precisión y 5´4 millones de cartuchos, pero Defensa
frenó la compra al considerarla “extremadamente superior” a lo lógico; que el
Parlamento Europeo respalda el “uso de la fuerza” durante el 1-O; que el
Delegado del Gobierno, Millo, pide “perdón” por las cargas irritando así a los
policías, cuyos sindicatos piden su dimisión; que el Papa rechaza la
autodeterminación; que Rajoy sondea a empresarios, políticos y líderes europeos
para blindar su respuesta al desafío soberanista; que doscientos alumnos del
Instituto El Palau en Barcelona se concentran para exigir respeto a sus
compañeros hijos de guardias civiles, señalados por dos profesores por las
cargas policiales; que aumentan los catalanes que dejan sus casas a la Guardia
Civil ofreciendo hospedaje a los agentes, aunque temen dar la cara por el acoso
soberanista; que Colau apoya el pacto con el PSC para que Sánchez acepte la
censura a Rajoy; que el PSC suma a la izquierda a la gran manifestación contra
el separatismo y llama a su militancia a la convocada por Sociedad Civil
Catalana en Barcelona; y que un “pequeño grupo de socialistas veteranos”, entre
ellos ex presidentes autonómicos y del Senado y ex ministros, le trasladan a
Sánchez por carta abierta sus críticas por anunciar la reprobación de la
Vicepresidenta del Gobierno en un momento “gravísimo y de imprevisibles
consecuencias” y por apelar al diálogo sin concretar “con quién y para qué”. Ya
ven, todo un elenco de noticias y sucesos que evidencian la situación que se
vive en Cataluña, mientras la Selección Española de Fútbol golea a Albania,
3-0, en Alicante entre pitos a Piqué, y obtiene el pasaje para Rusia 2018.
Para
finalizar por hoy, mientras el juez investiga el chantaje a Rajoy con una
grabación sobre la corrupción del PP, dos testigos de la trama del 3% relatan
al juez cómo los “extorsionaron” Mas y Gordó: “Gordó me apartó, me puso contra
una columna y me dijo: a partir de ahora hablas conmigo, se pactan los importes
y lo que sea necesario”; “me reuní con Mas y entendí que si me adjudicaban algo
debía ponerme en contacto con Gordó para liquidar lo que me pudieran indicar”
(ya ven, a buen entendedor….. pero lo que no se entiende es que semejantes
personajes dijeran luego “España nos roba” cuando los ladrones eran ellos). Y
en el exterior, mientras Theresa May intenta evitar su caída ante el acoso de
Boris Johnson, con cuatro candidatos disputándose el liderazgo conservador,
Maduro alaba a Putin y le pide que le condone deuda por la asfixia financiera
que él mismo ha provocado con sus irresponsables políticas en Venezuela.
Jorge Cremades Sena
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