Joseba Asiron, recién
elegido alcalde de Pamplona gracias a una moción de censura apoyada por el
PSOE, manifiesta que quiere “exportar” el modelo de Bildu y del PSOE en la
capital navarra a todo el País Vasco, pero los socialistas vascos dicen que
rechazan cualquier acuerdo de gobierno con los abertzales, lo que
lamentablemente apunta a que en este 2024 que nace habrá acuerdo en el País
Vasco entre socialistas y abertzales, dado que el año 2023, que agoniza, en
política hay que leer las cosas al revés pues la triste realidad es que todo es
mentira en las promesas de nuestros políticos ya que, al final, si gobiernan,
suelen hacer lo contrario de lo que por estrategia electoral prometieron lo que
supone en definitiva un verdadero fraude democrático indecente. Y, obviamente,
con semejante populismo demagógico no extraña que los ciudadanos confíen cada
vez menos en sus dirigentes políticos que, con su actitud torticera populista y
demagógica provocan que se imponga una extrema polarización ideológica que sólo
satisface a quienes, con las orejeras ideológicas puestas, sólo les vale que
ganen los suyos como sea y a costa de lo que sea, ya que para ellos, hagan lo
que hagan o mientan lo que mientan, son los intrínsecamente buenos y los
contrarios los intrínsecamente perversos, en una especie de maniqueísmo ideológico
indecente que hace imposible la convivencia pacífica y tiende al final a imponer
la razón de la fuerza a la fuerza de la razón. Y no sólo en España, ni siquiera
en Europa, ya que tan diabólica estrategia irracional se va extendiendo por todo el mundo peligrosa e
imparablemente. Se vislumbra pues con tanta mentira intereada un incierto y
preocupante 2024 como desafío para las democracias parlamentarias, pues los
sistemas parlamentarios libres, que van a afrontar un súper-año electoral,
tienen cada vez más dificultades para conformar mayorías coherentes, creíbles,
moderadas y sólidas en medio de una gran tensión geopolítica cada vez más
polarizada con guerras inhumanas abiertas como la de Rusia-Ucrania o
Israel-Gaza, con terrorismo incontrolable como el que se practica en el Mar
Rojo o en suelo africano, con el ascenso de gobiernos radicalizados de
ideologías extremas como el de Meloni en Italia o el de Milei en Argentina, con
una imparable explosión migratoria como la africana hacia Europa o la
latinoamericana hacia EEUU, o con incertidumbres económicas sobre el futuro de
un orden mundial globalizado cada vez más expuesto a coyunturales vaivenes
peligrosos y dependencias económicas indeseadas que finalmente acaban en
conflicto…..Y todo ello en medio del avance de una preocupante inteligencia
artificial que consolida la tendencia a camuflar la realidad y la verdad y
sustituirla por la irrealidad y la mentira dando alas a los tramposos para
distorsionarlo todo en plena era de los “supercohetes” hacia la luna y mucho
más allá, mientras no pocos expertos avisan ya de que por este camino cada vez
estamos más expuestos a una confrontación bélica de rango internacional que, en
caso de producirse (si es que ya no ha comenzado) dejaría casi como una pelea
de niños los dos conflictos bélicos que arruinaron el siglo XX dejando la
miseria por doquier, pues no son pocos quienes ya ven hoy síntomas similares a
los que precedieron a los citados conflictos bélicos internacionales propiciados
por totalitarismos indeseables que jamás debiéramos olvidar para no repetirlos
ya que darían lugar al fin de todo el progreso en paz, convivencia y libertad
que han ido generando en todos estos años las democracias parlamentarias
occidentales, hoy cada vez más amenazadas y cuestionadas, cuando ellas son los
sistemas menos malos para la paz, el progreso y la convivencia en libertad.
Dejando a un lado el ámbito
internacional y ciñéndonos a España, cabe reconocer que nos asomamos a un 2024
en que “todo es mentira”, con la triste certeza de que la amnistía, exigida por
los secesionistas para facilitar el minoritario gobierno de coalición
PSOE-Sumar que no sabemos a dónde nos llevará, pero que, a base de mentiras y
cambios de opinión, ya nos ha conducido a un choque institucional e ideológico
sin precedentes, con tal polarización que envenena una legislatura recién
comenzada cada vez más incierta, con un PSOE semi-gobernante, en manos de todas
las minorías radicalizadas de izquierdas y de todas las de ámbitos
territoriales autonómicos, sean de izquierdas o de derechas, y con un PP-Vox en
el otro lado del muro que, ante la situación, confían su estrategia al choque
total e inmisericorde con el PSOE de Sánchez…..y además, unos y otros, en sendos
bloques frentistas, en plenas reyertas internas que hacen casi imposible
cualquier solución válida para la ciudadanía en su conjunto. Vox exige al PP
donde gobiernan que se asuman sus recetas radicales y los socios de Sánchez
exigen al PSOE las suyas, obviamente entre ellas la reforma de las leyes de
secretos oficiales, la de seguridad ciudadana y hasta la legalización del
cannabis, amén de la ya citada “amnistía” y el plurilingüismo, no sólo en
España sino también en la UE. Y entretanto, Podemos rechaza ir con Sumar a los
comicios gallegos que se celebrarán en febrero, ya que las bases moradas
gallegas siguen las indicaciones de Pablo Iglesias y votan no ir con Susana
Díaz, a la que Iglesias nombró a dedo como su sucesora en la vicepresidencia
segunda del Gobierno, un asunto que obviamente preocupa al PSOE y por ello
critica a Susana por no tener “mano izquierda” con Podemos, reprochándole que “nosotros
convivimos con ellos cuatro años y ella no ha aguantado ni cinco meses”,
mientras las bases moradas, tan moradas en Sumar como en Podemos, que vienen a
ser lo mismo (todo es mentira de que son diferentes), deciden romper y seguir
los postulados de su líder Iglesias sabiendo que “todo es mentira” en sus
objetivos populistas, muchos de ellos, irrealizables aunque sirvan para que
todo siga igual pero que parezca que ha cambiado, hasta ver si es posible
conseguir su verdadero proyecto que es el populismo demagógico y antidemocrático
tras acabar con lo que llaman el Régimen del 78, es decir, lo contemplado en
nuestra democrática Constitución.
Y en este “todo es mentira”,
practicado con lo prometido y luego no cumplido en los indultos y en todo lo
relacionado con el “procés”, entre otras cosas, que tanto daño hace a la
credibilidad política en nuestro país, cobran especial relevancia las mentiras
de Sánchez que hace bien poco alardeaba en el Congreso de que en Pamplona no gobernaba
Bildu gracias a que los socialistas permitían que gobernara la alcaldesa de UPN,
cuando, pasado el trámite de su investidura, ahora, como, algunos vaticinaban,
se apoya una moción de censura contra la alcaldesa para sustituirla por un
alcalde de EHBildu, con quienes los socialistas decían que jamás pactarían gobiernos,
y menos aún en Navarra, lo que provoca una alta tensión política incluso con
bajas y cisma en el propio socialismo navarro tras la entrega de Pamplona a los
abertzales. Un feo asunto cuando ningún concejal de Bildu en Pamplona ha
condenado a ETA ni a sus crímenes en tierras navarras, pues Asiron, el nuevo
alcalde, simplemente es la cara amable de un equipo bilduetarra cuyo hombre fuerte
es Joxe Abaurrea, condenado a seis meses por atentado a la autoridad y por
pegar a una mujer, mientras la alcaldesa censurada de UPN, Cristina Ibarrola,
rechaza las excusas del PSOE para desalojarla afirmando que “este es el
ayuntamiento que quiere Otegi para su proyecto de Euskal Herría” y que al
efecto “mienten todos los días en todo”. Obviamente Bildu festeja la toma de
Pamplona y los abertzales se adueñan de las calles, aunque por otro lado no
pocos manifestantes contrarios a la operación en la capital navarra también
salen a la calle evidenciando la polarización y el desencuentro político cada
vez más insostenible. Y mientras Bildu celebra que la nación “vasco-navarra” esté
más cerca gracias al PSOE de Sánchez en medio de gritos de “independencia”, con
el objetivo de un referéndum de anexión de Navarra al País Vasco, el PSOE no se
cierra a otros acuerdos similares al de Pamplona en notros municipios navarros,
mientras Feijóo acusa a Sánchez de “traspasar todos los límites” y asegura que
el PP queda ahora como el único partido de Estado (obviamente con UPN, que
denuncia la “traición” de los socialistas) tras el “pacto encapuchado con Otegi”
de Sánchez, a quien acusa de cruzar todas las líneas rojas pues “ha elegido
acabar el año brindando con Bildu” evidenciando “un pacto encapuchado: lo que
nos ocultaron para llegar al Gobierno”. En definitiva, Moncloa normaliza a
Bildu para pactar en el País Vasco, al igual que ha normalizado al secesionismo
en Cataluña, incluido el del prófugo Puigdemont, mientras Sánchez hace un
balance triunfalista de su gestión en el año del “todo es mentira” sin hablar
ni de amnistía, ni de Puigdemont y menos aún de su acuerdo con Bildu, para
mayores suspicacias de UPN, el cuarto pintoresco socio independentista del
Presidente.
En cuanto a temas de índole
económico-social, con luces y sombras, el escudo social se prolonga pese a
abaratarse la energía, pues el Gobierno extiende la mejora del bono social y
las ayudas al transporte, con un paquete de medidas con un coste para el Estado
de 5.300 millones, sube el IVA de la luz al 10% y del gas, mantiene el impuesto
a la banca y amaga con hacer “permanente” el de las energéticas, aplica el
resto de subidas fiscales previstas, mantiene la rebaja del IVA a los alimentos
pero sigue sin incluir la carne y el pescado, el transporte público seguirá
siendo gratis para trenes y autobuses….son algunas de las medidas económicas
para este año que comienza. Y en cuanto a datos se refiere, destacar que la inflación
se modera por fin pero los precios no darán tregua en el nuevo año y nueve
millones de empleados vuelven a perder poder adquisitivo; que el gasto en
pensiones subirá en 10.000 millones este próximo año y la nómina anual
ascenderá a 180.000 millones; que el Ibex sube un 22´7% en su mejor año desde
2009, con lo que la Bolsa está de enhorabuena; que Iberia cancela 444 vuelos en
Reyes por los paros y dejará en tierra a 45.651 viajeros; que Feijóo condiciona
su apoyo al decreto anti crisis del Gobierno a que se baje el IVA y el IRPF;
que el crédito se contrae en el último año en casi 46.000 millones y el Euribor
registra su mayor caída en catorce años, más de 0´3 puntos en el mes; que el Gobierno
dispara las contrataciones a dedo en el personal público, elevándolo en algunos
casos del 40% al 70%; y que la llegada de irregulares a Canarias alcanza una
cifra record, superando incluso las cifras de 2006 cuando la crisis de los
cayucos.
Y para poner la guinda a este año
vertiginoso del todo es mentira, la marcha de Calviño para presidir el BEI obliga
a una pequeña remodelación del Gobierno que Sánchez resuelve nombrando en
Economía a Carlos Cuerpo, del equipo de la Vicepresidenta, otorgando a María-Jesús
Montero la Vicepresidencia primera que deja vacante Calviño y dando al
ministerio de Escrivá las competencias de la Secretaría de Estado de la Función
Pública que estaban en el Ministerio de Hacienda. Todo lo demás queda como
estaba, incluidos los 22 ministerios ya que no ha querido reducir las carteras
como no pocos sugieren para reducir gastos, cuando ya la UE advierte de que habrá
que apretarse el cinturón para cumplir con el déficit.
El gran logro de entendimiento, yo
diría que el único, entre Gobierno y oposición, es decir, entre Sánchez y Feijóo,
se reduce a modificar el artículo 49 de la Constitución para sustituir el término
“disminuidos” por “personas con discapacidad”. Y entretanto, según NCReport,
los españoles rechazan mayoritariamente que regrese Puigdemont, el 62´5% cree
que el Gobierno hace demasiadas concesiones a los independentistas, el 56´1%
cree que la UE debería frenar la ley de amnistía frente al 36´2% que no lo ve
así, aunque el 61´6% cree que vulnera la Constitución, y sólo el 26´2% está a
favor de la aprobación de la ley de amnistía frente al 66´6% que está en contra…..
para que vean la cantidad de cosas realmente importantes y no perderse en
mentiras interesadas que debieran tratar Sánchez y Feijóo. Pero eso sería
tomarse en serio a España y a los españoles, lo que, hoy por hoy, deja bastante
que desear, esperemos que reflexionen y al menos algunas cosas mejoren en el
2024 que está llamando ya a la puerta.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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