La incertidumbre ha
marcado la pintoresca campaña electoral de las catalanas, con candidatos
fugados de la justicia incluidos (insólito en cualquier democracia solvente),
y, llegada la hora de votar, los ciudadanos españoles, incluidos los catalanes,
se preguntan por el efecto reflexión; no me refiero al día de reflexión de ayer
anterior a las urnas, sino al efecto que habrá tenido el encierro de varios
días en Moncloa del Presidente Sánchez para reflexionar sobre su continuidad o
no al frente del Ejecutivo español, para muchos, una estrategia política o
estratagema personal más a las que ya nos tiene acostumbrados y que,
curiosamente, hasta ahora no le han dado mal resultado, sobreviviendo a
cualquier fiasco gracias a su “manual de resistencia” que nadie le puede negar.
Así las cosas, no son pocos quienes confían que volverá a salir indemne del
avispero catalán en el que por interés personal él solito se ha metido para
seguir en Moncloa al precio que sea. De momento su candidato y ex ministro
Salvador Illa con su PSC parte como favorito indiscutible en los sondeos, tras
abrazar de alguna forma el nacionalismo para resistir el empuje de Puigdemont,
socio de Sánchez en Madrid, sumando a su campaña iconos soberanistas, como
Trapero o Tarradellas, para que los indecisos no vayan a Junts, mientras ERC,
otro de los socios de Sánchez en Madrid (contradictorios o no ideológicamente
todos son socios de Sánchez en España y enemigos en Cataluña), desconfía de las
llamadas de Puigdemont a otro gobierno secesionista que, como saben, acabó como
el rosario de la aurora con sus promotores condenados o fugados de la justicia,
hasta que Sánchez, dando un giro copernicano por meros intereses personales
decidió liberarles por la vía del indulto y exonerarles de cualquier
responsabilidad por la vía de una controvertida amnistía pendiente de
aprobación en las Cortes Generales. En todo caso, los tracking (salvo sorpresa
de última hora) niegan a Illa una mayoría suficiente para gobernar, mientras el
prófugo Puigdemont resiste en el cierre de campaña y crece la tensión en el PSC
por la presión de Madrid, ya que Sánchez no quiere interferencias ante la
inminente cita europea en la que también se la juega. En definitiva, Puigdemont
ha echado el resto desde el sur de Francia y ERC apunta a un papel secundario
pero determinante a la hora de conformar el próximo Govern, mientras Illa, que
ha pedido al PSOE que los ministros no participasen en su campaña (excepto el
Presidente que ha sido protagonista desde que abandonara su profunda reflexión
en Moncloa), y su PSC confían en un resultado “histórico” aunque ya admiten que
los secesionistas podrían llegar a sumar mayoría. Por otro lado, la izquierda y
el independentismo (el doble eje izquierda-derecha y secesionismo-constitucionalismo
que conforma la nebulosa política en Cataluña y afecta al resto de España) ya
han prometido aislar a la ultraderecha española, en la que incluyen al PP, pues
todos los partidos, salvo PP y Ciudadanos, han firmado un cordón sanitario para
no apoyarse en los votos de Vox y Aliança Catalana, pues, ya ven, si se trata
de derechas hay “extrema” repudiable, pero no hay si se trata de izquierdas
(misterios sin resolver). Ante todo esto, el PP reorienta su estrategia al
modelo Albiol para asegurarse superar a Vox y, mientras Feijóo reclama la
“unidad del voto” porque “multiplica los escaños”, su candidato a la
Generalitat Alejandro Fernández, dice “yo ofrezco resistencia al
independentismo y esperanza de cambio” y “no haré presidente a Salvador Illa,
primero debe romper con el separatismo”. La última palabra la tienen hoy los
catalanes en las urnas.
Sin duda Cataluña decide si entra en
una nueva era para dejar atrás el procés que tantos quebraderos de cabeza ha
traído a nuestro Estado de Derecho, ya que los independentistas se juegan su
mayoría absoluta en el Parlament frente a los socialistas de Illa, favorito en
las encuestas pero sin garantías de gobernar, que es el verdadero quid de la
cuestión. Los catalanes examinan hoy, sin duda, el totalitario procés y la
gobernabilidad de Cataluña (y de España) con el miedo a un bloqueo político
después de una década de peligrosa división por la causa secesionista y, al
efecto, La Moncloa fía su esperanza de futuro a que Illa tenga un gran
resultado, mientras Feijóo se la juega también frente a Vox, en unas elecciones
decisivas, que, al final, determinarán si las cesiones de Sánchez al
totalitarismo secesionista han valido la pena o no (aunque yo creo que poner en
cuestión el Estado de Derecho, jamás puede traer nada bueno), cuando ya ha
causado una verdadera erosión a nuestra democracia con espectáculos intolerables,
que veremos cómo se recompone, pues los catalanes desde 2012 han votado en seis
ocasiones en autonómicas (y dicen los secesionistas que no les dejan votar) y,
entre unas cosas y otras, no se ha agotado ninguna legislatura. Esperemos que
este desmadre se finiquite tras los comicios de hoy, por el bien de Cataluña y
del Estado Español al que pertenece desde hace siglos.
Entretanto, el sectarismo político
instalado últimamente en España, nos trae un quebradero de cabeza en asunto tan
esencial como es la Justicia en un Estado de Derecho. El Senado reprueba al
Fiscal General del Estado tras los varapalos recibidos del Tribunal Supremo,
cuestionado por el Ejecutivo, y crece el clamor para que García Ortiz dimita
como Fiscal General del Estado (que no del Gobierno, como entienden algunos)
tras recusar a cuatro jueces del Supremo. El caso es que el Fiscal General
choca contra el Supremo con su cargo en el aire, pues, tras haber anulado en
seis meses el Alto Tribunal sus dos propuestas de nombramiento de Dolores
Delgado (que en su día pasó directamente de Ministra a Fiscal General) como
fiscal togada del Supremo para promocionarla a la máxima categoría de la
carrera fiscal, entiende que dichos magistrados podrían no ser objetivos para
determinar su continuidad o no al frente de la institución, una vez que el CGPJ
le consideró “no idóneo” para el cargo, y cuestiona ahora su imparcialidad para
decidir sobre su propia designación. Así las cosas la Asociación mayoritaria de
Fiscales baraja plantar a García Ortiz en la reforma de su Estatuto, un nuevo
frente abierto en el largo listado de polémicas encadenadas del elegido por
Sánchez para controlar la Fiscalía, pues la AF citada está más que indignada
porque el Fiscal General vincule la actividad asociativa con los partidos, ya
que semejante proceder “es intolerable y arroja una sombra de sospecha”. Y todo esto mientras se publica (y nadie
desmiente) que Fiscalía General presionó durante doce horas para difundir los
datos secretos del novio de Ayuso haciendo numerosas gestiones para lograr los
correos de su abogado y que García Ortiz dio finalmente orden por escrito tras
hallar resistencias, al extremo de sacar del partido de futbol Atlético-Inter
al fiscal del caso para enviar los mails, quien ahora avisa de que “contará
todo lo que paso”. En fin, sin comentarios……y además el Fiscal García Ortiz
diciendo que “si pidiéramos rectificación por cada noticia falsa, no
trabajaríamos”….¿está apoyando la censura como alternativa a la libertad de
prensa?, esperemos que no.
Por otro lado, una orden de Escrivá
avala la discrecionalidad para contratar altos cargos a dedo, mientras las
asociaciones de funcionarios denuncian que el acceso sea a través de
entrevistas y un cuestionario y sin evaluar la capacidad del designado. Además,
mientras el Congreso se dispone a pedir explicaciones a Armengol por su papel
en el “caso Koldo” cuando era Presidenta de Baleares (al efecto, comparecerá
mañana junto a su mano derecha en el Govern Balear), se desata cierto malestar
en Moncloa con el ministro Bustinduy por su carta personal y unilateral contra
Israel, mientras la ONU aprueba por amplia mayoría mejorar el estatus de
Palestina y Albares presume de no necesitar permiso de EEUU para reconocer a
Palestina como Estado, que se prevé inminente y Borrell lo anunció antes de que
el ministro de AAEE se reuniera con Blinken en Washington. Y es que, al margen
de la bonanza o no de determinados asuntos, el afán personal de protagonismo de
los ministros no cesa, ni tampoco cesan las precipitaciones para resolver, o
dar a entender que se resuelven los asuntos, como sucede en los sucesos de
Barbate en que Interior se apuntó inmediatamente la resolución del caso con el
apresamiento de los tripulantes de la narco-lancha que embistió contra la barca
de la la Guardia Civil, que busca ahora en Marruecos a Karim y sus dos
compinches, dando así la UCO un giro a la investigación al desvincular a El
Cabra, aunque, no obstante, la Fiscalía es contraria a excarcelar a los
detenidos, pese al video que les exculpa, pues, aunque les retira las
imputaciones por el asesinato de dos agentes, mantiene las de organización
criminal y contrabando…..y, entretanto, persiste la carencia de medios para
luchar contra las mafias en la zona.
Y, mientras el Banco de España exige
14.000 millones más de capital a la banca, el lío del BBVA y Sabadell continúa.
El BBVA lanza una OPA hostil al Sabadell, que rechaza el Gobierno, y con la OPA
busca la primera unión bancaria no pactada desde hace 40 años, mientras el
ministro de Economía advierte de que el Ejecutivo “tiene la última palabra” y
el BCE ve con buenos ojos la fusión frente a los recelos del Banco de España.
El BBVA amarró “accionistas importantes” del Sabadell antes de lanzar su OPA
hostil y la entidad catalana denuncia a la entidad vasca ante la Comisión
Nacional del Mercado de Valores por “vulnerar” la ley de opas, mientras Moncloa
cambia su postura y escenifica su posición en vísperas de las catalanas (no es
buen momento); pero el BBVA desafía al Sabadell y al Gobierno justificando su
pulso, sin precedentes en la presión de los inversores, en tanto que el
Ejecutivo rechaza la operación y contempla bloquearla aunque los reguladores la
autoricen….sin duda, el lío está servido.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que Rubiales irá a juicio por agredir y coaccionar a Jenny Hermoso; que
casi el 100% de la mano de obra en el mar de plásticos almeriense es extranjera
y, según las ONGs, el 30% de ella es irregular, convirtiendo la huerta en un
verdadero infierno al que el Ministerio de Trabajo parece olvidar; y que el
Real Madrid pasa a la final de Champions tras remontar en la vuelta de
Semifinales al Bayern, 2-1, gracias a dos goles de Joselu en los últimos
minutos y con Vinicius como líder de la reacción madridista, con lo que el
Madrid jugará la final de Wembley con el Borussia Dormund que derrotó al PSG.
Y del exterior, destacar que el sur
de Brasil sufre devastadoras inundaciones; que Venezuela reta a Maduro y llena
las calles con miles de personas para apoyar a María Corina, la líder opositora
convertida en símbolo del cambio, al grito de “libertad”; que Rusia abre un
frente de guerra contra Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania; que
socialistas y conservadores apoyan volver al servicio militar en Alemania; que
Macron quiere compartir el arma nuclear con otros países de la UE, mientras el
anuncio del escudo nuclear es criticado por la derecha y la izquierda; que
Suiza gana el Festival de Eurovisión tras las protestas contra Israel que queda
entre los primeros lugares; y que Israel mantiene sus planes sobre Rafah tras
amenazar Biden con cortar el envío de amas y Netanyahu se debate entre el
dilema de satisfacer a sus ministros del ala más dura o a EEUU, mientras los combates
se intensifican en zonas que las tropas israelíes ya habían dado por
controladas.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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