domingo, 12 de mayo de 2024

EL EFECTO REFLEXIÓN

 

                        La incertidumbre ha marcado la pintoresca campaña electoral de las catalanas, con candidatos fugados de la justicia incluidos (insólito en cualquier democracia solvente), y, llegada la hora de votar, los ciudadanos españoles, incluidos los catalanes, se preguntan por el efecto reflexión; no me refiero al día de reflexión de ayer anterior a las urnas, sino al efecto que habrá tenido el encierro de varios días en Moncloa del Presidente Sánchez para reflexionar sobre su continuidad o no al frente del Ejecutivo español, para muchos, una estrategia política o estratagema personal más a las que ya nos tiene acostumbrados y que, curiosamente, hasta ahora no le han dado mal resultado, sobreviviendo a cualquier fiasco gracias a su “manual de resistencia” que nadie le puede negar. Así las cosas, no son pocos quienes confían que volverá a salir indemne del avispero catalán en el que por interés personal él solito se ha metido para seguir en Moncloa al precio que sea. De momento su candidato y ex ministro Salvador Illa con su PSC parte como favorito indiscutible en los sondeos, tras abrazar de alguna forma el nacionalismo para resistir el empuje de Puigdemont, socio de Sánchez en Madrid, sumando a su campaña iconos soberanistas, como Trapero o Tarradellas, para que los indecisos no vayan a Junts, mientras ERC, otro de los socios de Sánchez en Madrid (contradictorios o no ideológicamente todos son socios de Sánchez en España y enemigos en Cataluña), desconfía de las llamadas de Puigdemont a otro gobierno secesionista que, como saben, acabó como el rosario de la aurora con sus promotores condenados o fugados de la justicia, hasta que Sánchez, dando un giro copernicano por meros intereses personales decidió liberarles por la vía del indulto y exonerarles de cualquier responsabilidad por la vía de una controvertida amnistía pendiente de aprobación en las Cortes Generales. En todo caso, los tracking (salvo sorpresa de última hora) niegan a Illa una mayoría suficiente para gobernar, mientras el prófugo Puigdemont resiste en el cierre de campaña y crece la tensión en el PSC por la presión de Madrid, ya que Sánchez no quiere interferencias ante la inminente cita europea en la que también se la juega. En definitiva, Puigdemont ha echado el resto desde el sur de Francia y ERC apunta a un papel secundario pero determinante a la hora de conformar el próximo Govern, mientras Illa, que ha pedido al PSOE que los ministros no participasen en su campaña (excepto el Presidente que ha sido protagonista desde que abandonara su profunda reflexión en Moncloa), y su PSC confían en un resultado “histórico” aunque ya admiten que los secesionistas podrían llegar a sumar mayoría. Por otro lado, la izquierda y el independentismo (el doble eje izquierda-derecha y secesionismo-constitucionalismo que conforma la nebulosa política en Cataluña y afecta al resto de España) ya han prometido aislar a la ultraderecha española, en la que incluyen al PP, pues todos los partidos, salvo PP y Ciudadanos, han firmado un cordón sanitario para no apoyarse en los votos de Vox y Aliança Catalana, pues, ya ven, si se trata de derechas hay “extrema” repudiable, pero no hay si se trata de izquierdas (misterios sin resolver). Ante todo esto, el PP reorienta su estrategia al modelo Albiol para asegurarse superar a Vox y, mientras Feijóo reclama la “unidad del voto” porque “multiplica los escaños”, su candidato a la Generalitat Alejandro Fernández, dice “yo ofrezco resistencia al independentismo y esperanza de cambio” y “no haré presidente a Salvador Illa, primero debe romper con el separatismo”. La última palabra la tienen hoy los catalanes en las urnas.

            Sin duda Cataluña decide si entra en una nueva era para dejar atrás el procés que tantos quebraderos de cabeza ha traído a nuestro Estado de Derecho, ya que los independentistas se juegan su mayoría absoluta en el Parlament frente a los socialistas de Illa, favorito en las encuestas pero sin garantías de gobernar, que es el verdadero quid de la cuestión. Los catalanes examinan hoy, sin duda, el totalitario procés y la gobernabilidad de Cataluña (y de España) con el miedo a un bloqueo político después de una década de peligrosa división por la causa secesionista y, al efecto, La Moncloa fía su esperanza de futuro a que Illa tenga un gran resultado, mientras Feijóo se la juega también frente a Vox, en unas elecciones decisivas, que, al final, determinarán si las cesiones de Sánchez al totalitarismo secesionista han valido la pena o no (aunque yo creo que poner en cuestión el Estado de Derecho, jamás puede traer nada bueno), cuando ya ha causado una verdadera erosión a nuestra democracia con espectáculos intolerables, que veremos cómo se recompone, pues los catalanes desde 2012 han votado en seis ocasiones en autonómicas (y dicen los secesionistas que no les dejan votar) y, entre unas cosas y otras, no se ha agotado ninguna legislatura. Esperemos que este desmadre se finiquite tras los comicios de hoy, por el bien de Cataluña y del Estado Español al que pertenece desde hace siglos.

            Entretanto, el sectarismo político instalado últimamente en España, nos trae un quebradero de cabeza en asunto tan esencial como es la Justicia en un Estado de Derecho. El Senado reprueba al Fiscal General del Estado tras los varapalos recibidos del Tribunal Supremo, cuestionado por el Ejecutivo, y crece el clamor para que García Ortiz dimita como Fiscal General del Estado (que no del Gobierno, como entienden algunos) tras recusar a cuatro jueces del Supremo. El caso es que el Fiscal General choca contra el Supremo con su cargo en el aire, pues, tras haber anulado en seis meses el Alto Tribunal sus dos propuestas de nombramiento de Dolores Delgado (que en su día pasó directamente de Ministra a Fiscal General) como fiscal togada del Supremo para promocionarla a la máxima categoría de la carrera fiscal, entiende que dichos magistrados podrían no ser objetivos para determinar su continuidad o no al frente de la institución, una vez que el CGPJ le consideró “no idóneo” para el cargo, y cuestiona ahora su imparcialidad para decidir sobre su propia designación. Así las cosas la Asociación mayoritaria de Fiscales baraja plantar a García Ortiz en la reforma de su Estatuto, un nuevo frente abierto en el largo listado de polémicas encadenadas del elegido por Sánchez para controlar la Fiscalía, pues la AF citada está más que indignada porque el Fiscal General vincule la actividad asociativa con los partidos, ya que semejante proceder “es intolerable y arroja una sombra de sospecha”.  Y todo esto mientras se publica (y nadie desmiente) que Fiscalía General presionó durante doce horas para difundir los datos secretos del novio de Ayuso haciendo numerosas gestiones para lograr los correos de su abogado y que García Ortiz dio finalmente orden por escrito tras hallar resistencias, al extremo de sacar del partido de futbol Atlético-Inter al fiscal del caso para enviar los mails, quien ahora avisa de que “contará todo lo que paso”. En fin, sin comentarios……y además el Fiscal García Ortiz diciendo que “si pidiéramos rectificación por cada noticia falsa, no trabajaríamos”….¿está apoyando la censura como alternativa a la libertad de prensa?, esperemos que no.

            Por otro lado, una orden de Escrivá avala la discrecionalidad para contratar altos cargos a dedo, mientras las asociaciones de funcionarios denuncian que el acceso sea a través de entrevistas y un cuestionario y sin evaluar la capacidad del designado. Además, mientras el Congreso se dispone a pedir explicaciones a Armengol por su papel en el “caso Koldo” cuando era Presidenta de Baleares (al efecto, comparecerá mañana junto a su mano derecha en el Govern Balear), se desata cierto malestar en Moncloa con el ministro Bustinduy por su carta personal y unilateral contra Israel, mientras la ONU aprueba por amplia mayoría mejorar el estatus de Palestina y Albares presume de no necesitar permiso de EEUU para reconocer a Palestina como Estado, que se prevé inminente y Borrell lo anunció antes de que el ministro de AAEE se reuniera con Blinken en Washington. Y es que, al margen de la bonanza o no de determinados asuntos, el afán personal de protagonismo de los ministros no cesa, ni tampoco cesan las precipitaciones para resolver, o dar a entender que se resuelven los asuntos, como sucede en los sucesos de Barbate en que Interior se apuntó inmediatamente la resolución del caso con el apresamiento de los tripulantes de la narco-lancha que embistió contra la barca de la la Guardia Civil, que busca ahora en Marruecos a Karim y sus dos compinches, dando así la UCO un giro a la investigación al desvincular a El Cabra, aunque, no obstante, la Fiscalía es contraria a excarcelar a los detenidos, pese al video que les exculpa, pues, aunque les retira las imputaciones por el asesinato de dos agentes, mantiene las de organización criminal y contrabando…..y, entretanto, persiste la carencia de medios para luchar contra las mafias en la zona.

            Y, mientras el Banco de España exige 14.000 millones más de capital a la banca, el lío del BBVA y Sabadell continúa. El BBVA lanza una OPA hostil al Sabadell, que rechaza el Gobierno, y con la OPA busca la primera unión bancaria no pactada desde hace 40 años, mientras el ministro de Economía advierte de que el Ejecutivo “tiene la última palabra” y el BCE ve con buenos ojos la fusión frente a los recelos del Banco de España. El BBVA amarró “accionistas importantes” del Sabadell antes de lanzar su OPA hostil y la entidad catalana denuncia a la entidad vasca ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores por “vulnerar” la ley de opas, mientras Moncloa cambia su postura y escenifica su posición en vísperas de las catalanas (no es buen momento); pero el BBVA desafía al Sabadell y al Gobierno justificando su pulso, sin precedentes en la presión de los inversores, en tanto que el Ejecutivo rechaza la operación y contempla bloquearla aunque los reguladores la autoricen….sin duda, el lío está servido.

            Por lo que respecta a otros asuntos citar que Rubiales irá a juicio por agredir y coaccionar a Jenny Hermoso; que casi el 100% de la mano de obra en el mar de plásticos almeriense es extranjera y, según las ONGs, el 30% de ella es irregular, convirtiendo la huerta en un verdadero infierno al que el Ministerio de Trabajo parece olvidar; y que el Real Madrid pasa a la final de Champions tras remontar en la vuelta de Semifinales al Bayern, 2-1, gracias a dos goles de Joselu en los últimos minutos y con Vinicius como líder de la reacción madridista, con lo que el Madrid jugará la final de Wembley con el Borussia Dormund que derrotó al PSG.

            Y del exterior, destacar que el sur de Brasil sufre devastadoras inundaciones; que Venezuela reta a Maduro y llena las calles con miles de personas para apoyar a María Corina, la líder opositora convertida en símbolo del cambio, al grito de “libertad”; que Rusia abre un frente de guerra contra Jarkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania; que socialistas y conservadores apoyan volver al servicio militar en Alemania; que Macron quiere compartir el arma nuclear con otros países de la UE, mientras el anuncio del escudo nuclear es criticado por la derecha y la izquierda; que Suiza gana el Festival de Eurovisión tras las protestas contra Israel que queda entre los primeros lugares; y que Israel mantiene sus planes sobre Rafah tras amenazar Biden con cortar el envío de amas y Netanyahu se debate entre el dilema de satisfacer a sus ministros del ala más dura o a EEUU, mientras los combates se intensifican en zonas que las tropas israelíes ya habían dado por controladas.

Fdo. Jorge Cremades Sena

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