No cabe duda de que en
campaña electoral hemos de estar preparados para escuchar todo tipo de milongas
y ocurrencias ya que éstas endulzan los oídos de quienes piensan que todo el
monte es orégano o creen que existen los gnomos; no obstante estas milongas y
ocurrencias sirven a veces para atraer el foco de atención mediática hacia
quienes las hacen como ha sucedido con la ideada por Yolanda Díaz prometiendo
20.000 euros a todos los jóvenes que cumplan dieciocho años, justo cuando les
llega la edad de votar, en concepto de “herencia universal” pero, eso sí, olvidando
la trágica “herencia real y verdadera” que les vamos a dejar a las próximas
generaciones con la mayor deuda pública de la historia que, obviamente, alguien
tendrá que pagar alguna vez, pues, ni la prometida “herencia universal” de
Sumar, ni otros tantos dispendios electoralistas, muchos de ellos innecesarios,
caen gratis por la chimenea y, curiosamente, es precisamente lo que olvidan los
generosos proponentes como si todas sus ocurrencias crematísticas nos cayeran
directamente del cielo por intervención divina…. ¿Nos apuntamos a la propuesta
de Yolanda o la rechazamos? Es obvio, a nadie le amarga un dulce y además ya se
sabe que no apoyarle sería de fachas perversos y despiadados que pretenden la
ruina de nuestros jóvenes a los que, por cierto, con las políticas practicadas
por el Gobierno se les condena al paro juvenil, que en España es el mayor de
toda Europa, y esa sí que es la peor herencia que pueden recibir, aunque, para
no ser tratados de fachas indeseables y, ya puestos a recibir la propuesta con
todo entusiasmo, cabe preguntarse ¿por qué 20.000 euros en vez de 50.000 o más?
y argumentar ¿es que no lo van a pagar los ricos con sus impuestos aunque sus
hijos, ricos como ellos, también reciban dicha herencia y no quede restringida
a los más pobres y vulnerables?... En fin, un poco de seriedad no estaría de más
a la hora de ofertar semejantes ocurrencias que rechazan incluso los ministros
socialistas, compañeros de la Vicepresidenta comunista Yolanda, y que, en todo
caso, requeriría al menos mayores dosis de realismo político en un país en que,
al margen de lo que se quiera vender, hay graves problemas para que muchísimos
de sus ciudadanos puedan llegar con cierta holgura a final de mes y pagar sus
alimentos, su vivienda y la energía que necesitan, cada vez más caros e
inaccesibles para ellos, salvo que se entienda, que, con adaptarse a una
alimentación más barata y pobre en nutrientes, con okupar una vivienda
ilegalmente o engancharse a la red eléctrica del vecino ya está todo arreglado.
Pero, ya ven, estamos en campaña y todo vale, al extremo de que, hecha pública
la ocurrencia de Yolanda, algunos incluso dicen que ya era hora de que la
precampaña tratara de propuestas y no de otros asuntos, cuando otros partidos
ya las vienen haciendo pero, eso sí, con propuestas más realistas y viables que
la de Sumar y, por tanto, menos llamativas y espectaculares para los medios.
Así pues, mientras Calviño cuestiona la “herencia universal” de su compañera Yolanda
Díaz, y Sánchez en sus entrevistas autocomplacientes a sus ministros en Ferraz
va desgranando su programa y defendiendo las políticas que ha llevado a cabo su
Gobierno de coalición, Feijóo presenta también su programa que, guste o no,
contiene 350 propuestas (no se puede decir que no hay propuestas), entre las
que cabe destacar, prohibir los beneficios a presos de ETA que no colaboren,
prisión permanente revisable para asesinos que oculten el cadáver, poner
límites a los indultos, castigar los referéndums ilegales, reformar el sistema
de elección del CGPJ y devolverle las competencias que le ha quitado Sánchez,
desvincular del Gobierno al Fiscal General del Estado, recuperar el delito de
sedición, no pactar con quienes se hayan levantado contra la Constitución,
derogar las leyes de memoria, vivienda y trans, una ley para blindar la independencia
de las instituciones y descolonizar organismos públicos, apoyar al campo y a la
clase media trabajadora, pactos de Estado en vivienda, agua y violencia de
género, bajar impuestos como el IRPF o IVA, aprobar un plan antiokupa,
prorrogar las nucleares, imponer un “equilibrio lingüístico” para que el
castellano (lengua oficial en toda España) sea vehicular, una selectividad
común en toda España….etc etc; en definitiva, según él, un “contrato” con los
españoles para que haya un cambio real; por tanto, puede gustar más o menos,
pero, obviamente, no se le puede achacar que no haga propuestas, aunque no sean
tan escandalosas, electoralistas y llamativas como la de Yolanda.
Entretanto está el asunto de los
pactos en las CCAA en los que, por cierto, ya PP y Vox han cerrado casi todos,
menos Murcia en que el PP requiere la abstención de Vox y que, al igual que
hace el PSOE en Navarra, que necesita la abstención de Bildu, se deja para
después de los comicios generales para que no interfiera en la campaña, cuando
la realidad es que los ya pactados se utilizan como arma arrojadiza para
demonizar el presunto pacto posterior que se avecina en España si Feijóo no consigue
la mayoría absoluta, mientras la alternativa pasa por otra reedición del actual
Gobierno de coalición, aunque Sánchez venda el asunto como la disyuntiva entre
PP-Vox o Sánchez, olvidando que, en todo caso, la disyuntiva sería PSOE-Sumar,
es decir reeditar el Gobierno Frankenstein, según lo calificó el socialista
Rubalcaba. En todo caso a diferencia de Sánchez, que dijo que no pactaría con
los que luego pactó, Feijóo sí admite que gobernará con Vox si necesita sus
votos y considera “lógico” un gobierno conjunto a cambio del sí de Abascal,
considerando que es el PSOE quien le obliga a pactar con la extrema derecha si
Sánchez reedita su intransigente estrategia de su famoso “no es no” que
utilizara con Rajoy, mientras cada vez son más socialistas los que, como Felipe
González y otros, abogan por que se deje votar a la lista más votada en vez del
bloqueo, aunque otros, como Zapatero aboguen por lo contrario…..en todo caso,
siempre cabe obviamente repetir los comicios. De momento Feijóo manifiesta: “prefiero
una mayoría como la de Ayuso o Juanma Moreno” y está convencido de que la
campaña del sanchismo será “el último de sus engaños”, asegura que “en política
lo importante no es tener razón sino que se la den a uno” y promete “no usaré
el Falcon para ningún acto de partido, ni para asuntos familiares, e informaré
de su uso”, descarta la involución frente a la “violencia machista” se
compromete con el Convenio de Estambul y asegura que si gana las elecciones
llamará a los barones socialistas “uno por uno” para forzar al PSOE a que su
líder, “sea cual sea”, facilite su investidura sin necesidad de pactar con Abascal,
y asegura que “sólo serán miembros del Consejo de Ministros quienes acrediten
máxima formación y menos sectarismo”.
Por su parte la izquierda inicia la
campaña con el foco en la economía, evitando otros asuntos de peor digestión
todavía, y, al efecto, PSOE y Sumar compiten en anuncios de medidas sociales
para aliviar a los hipotecados o luchar contra la desigualdad, aunque Sánchez
rebaja la apelación al voto útil para no debilitar el voto de Sumar de Yolanda
Díaz ya que podría ser esencial la gobernabilidad de España a manos del PP o
del PSOE si Sumar ocupa en los comicios el tercer o cuarto lugar por la diferencia
de escaños que ello supone. Así las cosas, Sánchez repite las mentiras sobre
las encuestas que desmontó la Junta Electoral y pese al archivo de las
denuncias que el PSOE presentó contra ABC y GAD3, intensifica su descalificación
los sondeos que pronostican su derrota, cuando, insólitamente, hasta el CIS de
Tezanos ya vaticina que los comicios los ganará Feijóo aunque deja claro que el
bloque de izquierda y de la anterior investidura conseguirá mayoría para
gobernar frente al bloque de la derecha, lo que algunos consideran como una
victoria “trampa” que Tezanos regala ahora al Presidente. Y mientras Rufián,
aliado de Sánchez, dice en televisión “me da más miedo Yolanda Díaz que
Santiago Abascal”, el Presidente anula mítines para centrar su campaña en
entrevistas de televisión que considera más favorables a sus intereses. La
realidad es que la campaña oficial comienza con los siguientes pronósticos
demoscópicos, además del de Tezanos: según GAD3, Feijóo supera a Sánchez en 48
escaños, pues el voto útil le aúpa a los 155 escaños y deja a Vox en 27,
mientras Sánchez obtendría 107, y la batalla Vox-Sumar para el tercer puesto
está en 31-28 escaños; y, según SigmaDos, Feijóo suma más que toda la izquierda
junta pero Sánchez está ganando votos aunque hoy esté a 5´5 puntos de
desventaja, mientras Vox y Sumar andan a la baja, sabiendo que pueden ser
esenciales a la hora de decidir el Gobierno de España.
Y justo cuando empieza la campaña
oficialmente y las fiestas de San Fermín, la Justicia Europea da un varapalo a
Puigdemont al retirarle la inmunidad que tenía como eurodiputado, por lo que el
juez Llarena ya podría activar una nueva euroorden de entrega a España para ser
juzgado por el procés; no obstante Puigdemont, que aún está en plazo para
recurrir la sentencia del TGUE maniobra para no ser entregado a España y culpa
ahora a la UE de sus desgracias que él solito se buscó al actuar desde la
Generalitat contra la Constitución Española….y ya ven, si antes la culpable
para él era España, ahora lo es Europa, él y los suyos no son culpables de
nada; y para colmo, dice que desde el PSOE le dijeron más de una vez que se
entregara a la Justicia Española y que, tras poco tiempo en prisión, se le
concedería el indulto como al resto de sus compañeros de aventuras totalitarias.
Pero además de este varapalo a Puigdemont y al secesionismo totalitario,
Bruselas da un triple varapalo a la judicatura española reprochando al Gobierno
Español y al PP el bloqueo judicial y afeando a Sánchez la politización de la
Fiscalía, la asfixia del Supremo y los ataques a los magistrados desde el
Ejecutivo. No estaría de más que, en campaña, los diversos candidatos se
tomaran el asunto de la Justicia en serio de una vez por todas y nos dijeran
qué pretenden hacer con ella si es que gobiernan.
Por lo que respecta a otros asuntos
cabe citar que López Miras dice que “Murcia no es Extremadura, espero que Vox
no se pierda en exigir sillones”; que Von der Leyen advierte contra el “extremismo”
ante Sánchez en el inicio de la presidencia española de la UE y confía en la “eficacia”
española de la misma a pesar de los comicios; que el empleo crece hasta un
record de 20´87 millones de ocupados y el paro baja en junio en 50.000 personas,
siendo el peor junio desde 2015; que hay record de venta de casas de lujo pese
a caer un 6´7% el mercado inmobiliario, mientras se construye seis veces menos
que hace quince años y el precio de vivienda nueva sube un 6´4%; que la
princesa Leonor y la infanta Sofía visitan Gerona con motivo de la entrega de
Premios “Princesa de Girona” que por fin vuelve a entregarse en la provincia
catalana; que el Gobierno aprueba el decreto que pone fin a la obligatoriedad
del uso de las mascarillas; que la violencia machista deja cuatro nuevas víctimas
en cinco días; que el Gobierno contenta a ERC blindando 1.114 millones para
infraestructuras en Cataluña; que son denunciados tres sacerdotes por abusar de
una mujer durante 36 años; que el TC ordena indemnizar a una mujer que no pudo
abortar en Murcia, mientras otras 4.000 mujeres tuvieron que hacerlo en otras
provincias en 2021 ya que en doce provincias no se practican abortos; y que
Francia pasa de ser modelo integrador migratorio a la ruptura social de un
sistema fallido, mientras la violencia y las revueltas callejeras dan alas a
Marine Le Pen y mientras en España Vox capitaliza el discurso contra los suburbios
porque “España va en esa dirección”.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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