Nuestro presidente de
Gobierno, Pedro Sánchez, decide lo que, según él, es un plan de regeneración
democrática que, entre otras cosas, eliminará el delito de ofensas religiosas y
exigirá transparencia a los medios de comunicación y a la publicidad
institucional, asegurando que hoy mismo inicia una “nueva etapa de gobierno”
contra la “máquina del fango” y con cambios en el Congreso y en la Ley
Electoral. Parece evidente que el plan de Sánchez consiste en enredar al PP, al
que culpa de todos los males del país, en gastar los fondos y en ganar tiempo
para ver si pasa la tormenta política en la que él mismo se ha, y nos ha,
metido a todos los españoles, pues Moncloa trabaja en una campaña de debates
polémicos para tratar de camuflar la parálisis del Gobierno, consciente de que
tiene a su favor que a Puigdemont, tal como está el patio, tampoco le interesa
un adelanto electoral. Por su parte el PP, consciente de la preocupante
situación y la debilidad del Gobierno de coalición, acelera sus planes para
dividir la débil y frágil mayoría de Sánchez y fuerza que se vote en el
Congreso, entre otras cosas, la deflactación del IRPF y una Ley antiokupas ya
que “PNV y Junts no podrán votar no”, y además lleva este mes al Parlamento una
Ley para conciliación, que, entre otros asuntos, incluirá la gratuidad de las
escuelas infantiles, con el 50% financiado por el Gobierno Central. Sin duda
este empecinamiento de Sánchez y la situación de incertidumbre generada por él
y sus oscuros pactos con sus socios, genera malestar y preocupación en el PSOE,
consciente de que “la legislatura no existe”, pues pese a que el Gobierno
intenta atraer la atención y marear la perdiz, en el partido saben
perfectamente que la clave, para empezar, va a estar en los Presupuestos,
mientras algunos destacados socialistas como Cándido Méndez, ex secretario
general de UGT, denuncia, como otros viejos socialistas, que “llevamos dos
golpes seguidos a la igualdad: la amnistía y el pacto fiscal con Cataluña”. Y
desde el PP Juanma Moreno, presidente de Andalucía, manifiesta “no voy a
aceptar que un catalán tenga más que un andaluz”, pretendiendo liderar la
campaña política y social de las CCAA contra el cupo catalán porque “consagra
la divergencia entre la España rica y la pobre”, y añade que “Sánchez nos
quiere asfixiar para que subamos impuestos o aceptemos un cheque; no haremos ni
lo uno ni lo otro”. Entretanto Junts, a quien Sánchez le debe su exitosa
investidura y su permanencia en el poder, reafirma encima su actual rechazo al
Gobierno de Sánchez y veta la iniciativa sobre los alquileres temporales al
tumbar la proposición de ley del PSOE y Sumar, lo que supone una nueva derrota
del Gobierno de coalición en el Parlamento. Y en tales circunstancias de
fragilidad gubernamental, Sánchez pretende, entre otras cosas, con su genuino
plan de regeneración democrática imponer mayor control a los cargos públicos,
que una Comisión en el Congreso analice la desinformación, que la Fiscalía del
Estado cree dos unidades contra la corrupción, que los medios de comunicación
queden bajo vigilancia con dieciséis nuevas medidas de control, que se sitúe a
las empresas de comunicación como un sector crítico y que la CNMC pase a
controlarlas……En definitiva un plan de regeneración que, para no pocos, es un
intento de controlar la información tras el “caso Begoña”, lo que puede suponer
un peligroso instrumento para recortar libertades ciudadanas.
La realidad es que se trata de un
plan por el que Sánchez exigirá transparencia a los medios (lo que, como
objetivo, es muy loable) mientras aplica opacidad casi absoluta a su
Administración (lo que, como forma de gobernar, es muy despreciable); un plan
para controlar a las empresas periodísticas que además carece de letra pequeña
para concretarlo, mientras extiende la sospecha sobre su financiación y su
audiencia y coloca al Gobierno como “garante del pluralismo” e introduce
indemnizaciones en la rectificación de noticias, endureciendo el derecho al
honor y omitiendo a los medios públicos. Un plan que además nace sin apoyos y
no aporta ninguna concreción sobre las pertinentes reformas y que para
ejecutarlo se da los tres años que quedan de Legislatura…. ante la incapacidad
de aprobar leyes en las Cortes ya tenemos asunto del que hablar para marear la
perdiz, cuyo claro objetivo es controlar a los medios de comunicación (es
decir, la típica censura de los regímenes autoritarios) que serían fiscalizados
por la CNMC que controla el Gobierno y que elude las exigencias del reglamento
de la UE sobre medios públicos, que, en ningún caso, pueden convertirse en el
catecismo de los gobernantes para que sus fieles lo sigan a rajatabla y con fe
ciega. No son pocos quienes, ante esta nueva ocurrencia surgida de los días de
reflexión espiritual de Sánchez, consideran que su plan “nace muerto porque no
habrá los consensos necesarios para sacar nada adelante” y, desde el PP,
Tellado manifiesta que “si hay una máquina del fango contra la que hay que
luchar es la que maneja Sánchez”. En todo caso, y al margen de declaraciones
rimbombantes de unos u otros, sí que cabría preguntar a Sánchez si él considera
fango que él mismo y sus ministros arremetan públicamente contra los jueces
para desacreditarlos o presionarlos; que se hagan promesas falsas en campaña electoral
para luego, si consigues gobernar, hacer justamente todo lo contrario; que se
acepten chantajes intolerables a cambio de votos para poder gobernar a trancas
y barrancas; que la esposa del Presidente reciba en Moncloa a empresarios y les
firme cartas de recomendación cuando éstos participan en concursos públicos
cuya adjudicación depende del Gobierno que preside su marido; que se coloque a
afines en los organismos públicos sin previa negociación con la oposición; que
desde el sillón ministerial se pase directamente a dichos organismos; que el
Presidente diga a la ciudadanía que se puede gobernar con o sin el Parlamento;
que se indulte a delincuentes o se les amnistíe sin exigirles ni siquiera un
arrepentimiento previo y la promesa de no volver a cometer esos delitos; que
por conveniencia política se atente y se ponga en riesgo principios
constitucionales como la solidaridad o la igualdad de todos los españoles; que
no se explique a la ciudadanía acuerdos con otros países tomados con
nocturnidad, sorpresa y alevosía…… En fin, la lista de cosas sorprendentes que
están ocurriendo sería interminable y lo que cabe exigir al Presidente es qué
comportamientos considera que forman parte de esa “máquina del fango” de la que
habla para saber exactamente a qué atenernos con su plan de “regeneración
democrática”, cuyo título ya implica reconocer que hoy por hoy nuestra democracia
no goza de buena salud.
Así las cosas el Tribunal
Constitucional suspende los 16 recursos de las CCAA contra la amnistía y
encarga un informe a los letrados sobre si las autonomías pueden impugnar la
ley, lo que aplaza dos meses el debate sobre su admisión, mientras Puigdemont busca
blindar su amnistía particular recusando al magistrado Macías en el TC (ya
sabemos que a Puigdemont y sus colegas, demócratas de toda la vida, la justicia
les interesa sólo cundo les conviene) y argumenta que no es “imparcial” y que
es “amigo” de Llarena. Además el TC aplaza a octubre el debate del recurso del
PP por la amnistía, alegando defectos formales y las recusaciones de Pumpido y
Díez como causa del retraso….. Todo esto se evitaría si a la hora de hacer
determinados nombramientos fuéramos más escrupulosos sobre el perfil del
candidato y su idoneidad para el cargo, incluso pactándolo con la oposición.
En cuanto a nuestras relaciones con
Venezuela la cosa está que arde tras la detención de dos españoles por parte
del chavismo, dos turistas bilbaínos sin relación alguna con el CNI según sus
familias. Borrell se alinea con Margarita Robles y califica a Venezuela como
una dictadura, mientras el Gobierno niega estar implicado en una operación
contra Venezuela y Feijóo se reúne con Edmundo González y el Senado se dispone
a votar su reconocimiento como vencedor de los comicios. Por su parte Maduro,
el amigo de los socios podemitas de Sánchez, eleva la presión contra España con
16 presos políticos, duplicando en las últimas semanas los ciudadanos españoles
encerrados en celdas chavistas. Por cierto, la buena noticia es que Marruecos
frena varios intentos de saltar la valla de Ceuta, lo que demuestra que, si
quiere, sabe blindar la frontera pues el despliegue de efectivos en su lado de
la valla ha impedido el asalto de casi 400 inmigrantes irregulares que
intentaban entrar en España.
Por lo que se refiere a otros
asuntos, citar que Albares viaja a Londres para impulsar el acuerdo con
Gibraltar; que Tarragona sufre su peor brote de dengue con ocho infectados; que
el nuevo texto de la Ley ELA incluye atención las 24 horas y protección a los
cuidadores; que la expresidenta de Adif cuestiona el informe de Puente sobre el
caso Koldo; que el Banco de España eleva al 2´8% el crecimiento del PIB para
este año; que Illa abe las puertas de la Generalitat a Jordi Pujol y le recibe
con todos los honores; que Ayuso no descarta reunirse bilateralmente con
Sánchez, pero advierte de que “no se
trata de dinero, se trata de España” y advierte de que no hablará de “lo que es
de todos”; y que Ábalos reta al PSOE a que lo readmita tras no ser acusado en
seis meses y al efecto envía una carta a Ferraz advirtiendo de que el
expediente en su contra está “caducado”.
En cuanto al exterior se refiere
destacar que Portugal está desbordado por 43 incendios simultáneos; que el
control de fronteras en Alemania da alas a los ultras; que Hezbolá es golpeada
en Líbano mediante la explosión simultánea de cientos de dispositivos por
control remoto, dejando al menos nueve muertos y 2.800 heridos; que Trump
sobrevive a un segundo intento de asesinato en apenas dos meses, en este caso
en Florida, siendo detenido el sospechoso, mientras Trump responsabiliza del
atentado a los demócratas pues, según él, “su retórica está provocando que me
disparen”; y que la nueva Comisión Europea está más derechizada y es menos
paritaria, siendo Teresa Ribera el contrapeso progresista al confiarle Von der
Leyen una vicepresidencia y la gran cartera de la UE de Competencia y
Transición Limpia, aunque también asciende a la derecha dura italiana con otra
vicepresidencia para un ministro de Meloni…..socialistas y liberales pierden
peso, mientras el italiano ultra Fito entra en la Comisión.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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