Se estrena la recién
nombrada Presidenta del CGPJ y del TS, Isabel Perelló, con un breve pero
sensato discurso en el acto de apertura del Curso Judicial, presidido por el
Rey, y deja bien claro algunas cosas saludables para nuestra higiene
democrática que, lamentablemente, nuestros gobernantes han olvidado y que, por
tanto, conviene recuperar lo antes posible para restablecer la imprescindible
independencia del Poder Judicial y que, por fin, los jueces puedan impartir
justicia sin estar sometidos a torticeras presiones políticas o de cualquier
otro tipo. Sin duda, Perelló, de momento, es la gran esperanza para que se
restablezca la imparcialidad, la objetividad y la independencia en la
aplicación de la Justicia y para que nunca más los españoles tengamos la
sensación de que los jueces, sometidos a intolerables presiones, actúan a la
voz de su amo en vez de limitarse a aplicar la ley, que es en lo que consiste
su trabajo. Y como el símbolo más conocido de la Justicia es una mujer con los
ojos tapados portando en la mano una balanza, esperemos que Isabel Perelló, la
primera mujer que accede a la cúspide del Poder Judicial, sea esa mujer justa
capaz de poner las cosas en su sitio para erradicar de una vez por todas la
politización de la Justicia que sólo beneficia a los intereses espurios de unos
pocos y que, al igual que a otras profesiones, como a los médicos por ejemplo,
tengan la adscripción política que tengan, se les exige que sanen las
enfermedades, a los jueces se les exija simplemente que apliquen la ley
estrictamente con criterios de profesionalidad, pues no caben formas diferentes
de aplicarla según se sea progresista o conservador. Suerte pues a Isabel
Perelló para que, una vez aprobada la nueva ley de elección de vocales del
Poder Judicial con mayor protagonismo de jueces que de políticos, tenga éxito.
Ella, de entrada, ya ha alertado en su primer discurso ante el Rey y el
Ministro de Justicia sobre los “ataques injustificados” a los jueces,
puntualizando que “ningún poder del Estado puede dar instrucciones a los
jueces” y haciendo un “llamamiento” para que los políticos “respeten el trabajo”
del Poder Judicial y de jueces y magistrados, desautorizando el acoso del
Gobierno contra ellos, defendiendo la independencia judicial y recordando que
“nadie está por encima de la ley”. Sabios mensajes, para que a quien
corresponda tome nota, cuando Pedro Sánchez y catorce de sus ministros han
atacado o presionado a jueces y magistrados sólo en el último año, lo que es
intolerable en cualquier democracia que se precie. Isabel Perelló se enfrenta a
grandes retos como cubrir más de cien vacantes y una reforma en seis meses. Por
su parte, García Ortiz, el Fiscal General del Estado, en su discurso en dicho
acto de apertura del Curso Judicial cuestionaba la acción popular, impulsora
entre otros, del caso Begoña Gómez, asegurando que propicia investigaciones sin
filtro y reclamando la instrucción para la Fiscalía ya que “España necesita un
cambio de modelo procesal penal”…..un Fiscal General que, por cierto, está
acusado de revelar secretos del novio de Ayuso, cuando, como fiscal, debía
protegerlos; y es que, puede que España necesite ese cambio de modelo procesal
penal en que incluso la instrucción la haga la Fiscalía, pero previamente
requiere que, a diferencia de lo que defiende Sánchez, la Fiscalía General del
Estado, sea eso, del Estado, y no Fiscalía General del Gobierno que la nombra.
Por cierto, según Fiscalía, la crispación política dispara los delitos de odio,
pues las infracciones crecen un 300% con más de 511 diligencias abiertas….Y
mientras el PP registra el recurso contra la amnistía en el TC, la Audiencia
lleva a la Justicia Europea la amnistía para los CDR. Y es que, para que todo
funcione con normalidad, hay que comenzar por que las decisiones
gubernamentales se ajusten nítidamente a la Constitución, asunto que no siempre
es observado últimamente.
Y como Sánchez ha decidido que su
ministro Escrivá pase directamente del ministerio a Gobernador del Banco de
España, lo que sus socios de Gobierno avalan con reticencias, mientras él se
presenta como “totalmente independiente” tras su paso por el Ejecutivo, el
Presidente de Gobierno nombra ministro para sustituirle a su Jefe de Gabinete,
Oscar López, y para sustituir a López nombra nuevo Jefe de Gabinete a Diego
Rubio, su mano derecha en Europa y “con un criterio propio ajeno al partido”.
Ya antes de estos cambios el ministro Cuerpo, avisaba de que el Banco de España
asesora pero no fiscaliza al Gobierno y confirmaba a Escrivá definiéndolo como “el
candidato idóneo para el cargo de gobernador”…. pero ese no es el problema
(nadie cuestiona la idoneidad de Escrivá para el cargo, ni su preparación o
experiencia), el problema es que parece poco adecuado que los ministerios se
conviertan en la cantera para acceder a determinadas responsabilidades en organismos
del Estado de marcado carácter independiente en vez de buscar amplio consenso
con la oposición que garantice precisamente esa imparcialidad, como se ha
venido haciendo hasta que Sánchez llegó a Moncloa. En todo caso, lo cierto es
que, según interpretan algunos, Sánchez cambia su núcleo duro en Moncloa tras
el “caso Begoña”, relevando a Oscar López como Jefe de Gabinete tras sentirse “desprotegido”
durante la investigación de su mujer y lo nombra nuevo ministro mientras
desliga la Presidencia del Gobierno del PSOE en busca de un discurso “estratégico”;
aunque, según otros, el PSOE ve a Sánchez en modo electoral en un año y los
movimientos de Moncloa para tapar la incertidumbre no convencen al partido,
considerando que el adelanto del Congreso Federal supone que “vamos a un
Congreso preelectoral” y que el nombramiento de Oscar López, un perfil “puro
PSOE” es para reforzar al Ejecutivo, que busca fisuras en el frente común del
PP contra la polémica financiación autonómica, mientras Junts advierte de que
rechaza un “concierto fiscal muy light” y ERC mete prisa para desplegar el
acuerdo en 2025, pues con el adelanto electoral, ya ven, todo podría quedar en
agua de borrajas, aunque todo, también es cierto, patas arriba.
Y es que el confuso y polémico “concierto
catalán”, cedido a ERC para que Illa presida la Generalitat, ya supera como
núcleo del debate político a la controvertida amnistía cedida a Junts para que
Sánchez presidiera el Gobierno de España, siendo obvio que sendos asuntos no
buscan los intereses generales de todos los españoles sino el interés
particular de Sánchez que con ello pone muy complicado incluso a su PSOE
comparecer en los diversos territorios de España en unos comicios para
explicarles a los votantes semejantes cesiones sin ni siquiera un debate
interno previo o un intento de consenso con otras fuerzas políticas. Es la
visionaria decisión del Presidente en persona. Su ministra Montero, que ha
negado reiteradamente que el concierto singular con Cataluña jamás se
concedería, lo defiende ahora (eso sí, cambiándole el nombre) pero sin dar en
el Senado un solo detalle sobre lo que Sánchez ha pactado con los secesionistas,
quienes elevan sus amenazas de romper la baraja si no se cumple lo acordado y dicen
“ojo con las trampas, las cosas en Cataluña no están para demasiados juegos”.
Pero es que el propio Sánchez tampoco da detalles ni a su propio partido en la
reunión del Comité Federal celebrado ayer, limitándose a mostrar su control
sobre el mismo y a dejar como mera anécdota las críticas de Page o Lambán, los
dos versos sueltos que se atreven a decirle al Jefe lo que piensan al respecto
públicamente. Sánchez, al igual que Montero en el Senado, no da detalles sobre
el pacto fiscal catalán y defiende, con ataques al PP, un modelo que proteja el
Estado del bienestar, mientras Page y Lambán alzan la voz por la “inconstitucionalidad”
del cupo catalán y el resto de barones bajan el tono no vaya a ser que en los
posteriores congresos territoriales tras el Congreso Federal se vean en la
calle. Sánchez, erre que erre, se limita a atacar a Feijóo mientras intenta
atraer a los barones del PP con una promesa de más financiación para todas las
CCAA, buscando negociar bilateralmente con cada una de ellas para ver si consigue
romper la unidad de acción de las mismas. Un Comité Federal del PSOE en el que
Sánchez deja a ciegas al partido con el insolidario cupo catalán, sencillamente
porque “no lo puede explicar”, por lo que evitó referirse a la “financiación
singular” acordada con ERC, aunque intentó calmar las críticas prometiendo más
recursos a todos, lo que para algunos “son migajas”…. Una vez más Sánchez tergiversa
las cosas, pues el problema no es si las CCAA mejoran su financiación y al
efecto se consensua un nuevo sistema de financiación autonómica más justo y
adecuado a las singularidades de cada territorio (despoblación, insularidad,
etc etc), el problema es la quiebra de la solidaridad al apostar por la
equiparación de Cataluña con la insolidaria situación de País Vasco y Navarra,
cuando, desde una ideología progresista y socialdemócrata, lo correcto sería
apostar por eliminar dichos privilegios forales. En fin, ya ven, un Sánchez
decidido a gobernar “con o sin el apoyo” del Parlamento y decidido a resistir
sin el aval del legislativo, que evita concretar el “concierto” catalán y lo
ofrece al resto de CCAA, generando con ello preocupación en el propio PSOE por
el impacto electoral que pueda tener ya que, en semejantes condiciones, “no
puedes ir a unas elecciones” defendiendo lo indefendible para pedir el voto a
los ciudadanos declarados de segunda categoría.
Así las cosas el Gobierno se lanza contra
Ayuso para justificar el cupo catalán, mientras Junts y ERC amenazan con la
disyuntiva de “o concierto o game over” (es decir, o el concierto que hemos
pactado o se acaba el juego) y mientras País Vasco y Navarra se conjuran para
defender los privilegios de su sistema de financiación al que quiere sumarse
Cataluña. Y mientras Montero ofrece tapar con 400 millones el boquete de 13.000
millones que creará el cupo catalán, Feijóo le reprocha que “pretende que se acepte que los españoles
vivamos de las sobras del reparto con el independentismo”, en tanto que los
barones del PP pactan no negociar bilateralmente con Sánchez la financiación.
Feijóo sortea así la trampa de Sánchez a sus barones y arma un frente común con
todo su poder territorial, que es mucho, exigiendo 18.000 millones de la UE y
el fin del “cupo separatista” y manifiesta que “las CCAA del PP suplirán la
irresponsabilidad del Gobierno”, que “es imposible recuperar los grandes
consensos con Sánchez, vive del sectarismo salvaje”, que “si Ayuso pidiese lo
que le han dado a Illa en Cataluña, Sánchez le aplicaría el 155” y que “vamos a
desandar la invasión que este Gobierno ha hecho en todas las instituciones”.
En cuanto se refiere a otros asuntos
citar que Ábalos encarga un informe que desmonta la auditoría de Puente porque “no
es objetivo”; que Alegría tiende la mano a la concertada y calculará el coste
de sus colegios; que la falta de vivienda nueva dispara los precios al ritmo de
la burbuja inmobiliaria; que las empresas del Ibex pagan menos impuestos de lo
que dicen; que Almodóvar gana el León de Oro en Venecia; que la cúpula del PP
de Rajoy, con él a la cabeza, deberá testificar en el juicio del “caso Kitchen”;
y que, mientras la UE pide al Gobierno que le deje cooperar en Canarias y que
el Frontex pueda desplegar efectivos, Yolanda Díaz reclama un debate en el
Congreso y urge a regularizar 500.000 inmigrantes y el presidente canario dice “estoy
muy decepcionado, me siento engañado por el PSOE”.
Y del exterior, destacar que
Zelenski cesa a seis ministros para impulsar su gobierno; que el nombramiento
de Barnier como primer ministro en Francia desata un rechazo casi generalizado
contra Macron; y que treinta expresidentes denuncian a Maduro por “terrorismo
de Estado” mientras Zapatero calla, cuando en España se adhieren al documento
Felipe González, Aznar y Rajoy….. ¿sabremos alguna vez los motivos de tan
incomprensible comportamiento de ZP sobre Venezuela?, esa es la cuestión.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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