Tras un tiempo relegado
por el show de la “financiación singular” de Cataluña, emerge de nuevo el show
de la amnistía, dos espectáculos que merecerían un premio a la incongruencia,
el cinismo y el oportunismo político y que, precisamente por ello, traerán
cola. En efecto, a los anunciados recursos contra el “cupo catalán”, que se
materializarán en su día, se acaban de presentar ante el TC los que las CCAA
anunciaron contra la ley de amnistía, pues siete de ellas acaban de presentar
recursos de inconstitucionalidad ante el Tribunal de Garantías y otras cinco lo
harán entre hoy y mañana. Obviamente se trata de las CCAA gobernadas por el PP,
aunque también la de Castilla-La Mancha, gobernada por el socialista Page,
quien, como otros muchos socialistas de toda la vida, sigue defendiendo
exactamente que la amnistía no cabe en nuestra Constitución y por tanto es
inconstitucional, justo lo que el Presidente del Gobierno, con todos sus
ministros a coro, defendía hasta el momento en que se dio cuenta de que con los
siete votos del prófugo Puigdemont y a cambio de amnistiar el “procés” podía
conseguir ser investido Presidente de Gobierno y desde ese instante, por arte
de magia, la amnistía dejó de ser inconstitucional no sólo para él sino también
para el coro de sus ministros, que se sumaron a aquello de “donde dije digo,
digo Diego” y en eso estamos ahora (justo lo que ha pasado, está pasando y
pasará con el cupo catalán, pues se repite la historia). Por ello, ante
semejante cinismo político y con toda la coherencia del mundo, los barones del
PP y Page activan esta ofensiva judicial contra la amnistía, una estrategia que
pondrá a prueba la mayoría progresista del máximo órgano de garantías, pues con
este colapso de recursos puede que hasta el mismísimo Conde-Pumpido, cuestionado
por su parcialidad como Presidente del TC, hasta “tiemble” ante el trabajo de
los equipos jurídicos de las CCAA que con argumentos claros dificultan un
veredicto a favor de la ley de amnistía tal como ya asegura el Gobierno que
sucederá, dada la mayoría progresista en el tribunal, esperando, al menos, que
el citado veredicto, en el sentido que sea, deje bien clara y argumentada su
resolución, dado que el gobierno no ha dado ninguna explicación convincente a
su enésimo cambio de opinión, lo que, de tampoco hacerlo el TC sería de extrema
gravedad. Las CCAA tienen claro, al margen de otras cuestiones, que “la
amnistía es una ley inconstitucional porque rompe el principio de igualdad”,
tal como defendía Sánchez no hace tanto, con lo que el Presidente del TC y el
resto de sus miembros tendrán que tumbar todos los recursos tal como quiere
Sánchez si busca estar ahora en sintonía con él y con su giro copernicano al
respecto. Si el Gobierno ya indultó en su día a los condenados por el procés,
lo que sí es competencia exclusiva del Ejecutivo, aunque lo hizo sin que estos
mostraran su arrepentimiento o su promesa de no volver a cometer esos delitos,
nadie puede esgrimir ahora las todopoderosas razones para borrarlos del mapa,
pues la única razón del Gobierno para hacerlo ha sido la exigencia de los siete
votos de Junts para apoyar la investidura de Sánchez, al igual que el “cupo
catalán” se debe a la necesidad de los votos de ERC para investir a
Illa….razones que, obviamente, no son suficientes para poner en la cuerda floja
principios constitucionales que amparan a todos los españoles. Por tanto, a
estar atentos a este show de la amnistía y a esperar el siguiente show, el de
la financiación singular de Cataluña. Es lo que hay, hasta que los españoles cambien
la situación en las urnas.
De momento este Gobierno minoritario,
que incluso ha perdido la coyuntural mayoría de investidura que le aupó al
poder a cambio de los citados chantajes, se mantiene y su Presidente no tiene
reparos en decir que con o sin oposición y con o sin mayoría en el Legislativo
agotará la Legislatura, lo que, de entrada no parece muy democrático pues lo
normal cuando pasan estas cosas es convocar nuevas elecciones o presentar una
moción de confianza, salvo que la oposición presente una moción de censura, que
es poco probable dada la pluralidad antagónica de la misma. Así pues, la
“alternativa” del PP es dejar a Sánchez en minoría en el Congreso para ver si
Sánchez entiende que así no se puede gobernar, pues, como dice el socialista
Page, “una cosa es gobernar y otra estar en el Gobierno”, con lo que no parece
razonable, ni democrático, aguantar toda una Legislatura sin poder aprobar
leyes importantes y simplemente imponer órdenes ministeriales o decretos, lo
que causa el rechazo no ya de la oposición o de los socios de investidura, sino
incluso el de los socios de coalición, que entienden no procedente el anuncio
de gobernar sin el aval del Legislativo, y el de algunos socialistas que lo
consideran una aberración democrática. Pero Sánchez, contra viento y marea, lo
tiene claro y anuncia que “hay Gobierno para largo” y que su intención es
aguantar “con o sin apoyo de la oposición”, a quien reprocha su actitud
destructiva (cuando él puso de moda aquello del “no es no” al Gobierno de Rajoy…
eso sí era constructivo) e incluso “con o sin apoyo de un poder legislativo,
que tienen que ser más constructivo y menos restrictivo”….ya ven, el tufo
autoritario de Sánchez es más que evidente y su atrincheramiento en el poder es
obvio, pero tampoco es sorprendente ya que su trayectoria evidencia que es
capaz de cualquier cosa y la contraria si fuere necesario.
Así las cosas, mientras Salvador
Illa manifiesta que “la Diada es buen momento para unir a Cataluña” (hoy es la
gran Fiesta de Cataluña) e insiste en la “pluralidad” de la región y en un 11-S
para todos los catalanes, la realidad es que la guerra interna en ERC
compromete la legislatura de Illa, pero también la de Sánchez, pues el rol de
los republicanos es fundamental para otorgar cierta estabilidad a sendos
ejecutivos, y, salvo que al final haya suma de fuerzas, ahora hay cuatro
candidaturas para pelear en otoño por el control del partido. Entretanto
Moncloa mantiene la ficción de unos PGE, aunque ya asume su prórroga, dando vía
libre en el Consejo de Ministros a un techo de gasto que Junts ya tumbó en
julio en el Congreso, mientras el TC enfría la amnistía a Puigdemont dejando su
futuro en la incertidumbre pues primero decidirá sobre la constitucionalidad de
la ley y luego resolverá los amparos que se presenten y con estos plazos el ex
president catalán puede estar pendiente del Tribunal hasta el final de la Legislatura,
en tanto que Llarena le mantiene al margen de la amnistía reiterando que el
delito de malversación queda fuera de la medida de gracia. Y es que, a pesar de
todo, todavía funciona nuestra democracia aunque sea a trancas y barrancas, con
lo que pactar cosas de dudosa constitucionalidad no es el camino ni la
solución.
Por otro lado, en estos días, además
del curso político, comienza también el nuevo curso escolar con lo que ocho
millones de alumnos vuelven a las aulas en medio del “malestar” de los profesores
y la “preocupación” de las familias por la baja calidad de la enseñanza, ya que
“estamos creando una gran mentira” pues “nos presionan para que todo el mundo
pase de curso”; un curso que, por cierto, comienza con menos alumnos de entre
tres y dieciséis años y una EBAU muy desigual, con una bajada del nivel de
alumnos de la ESO, aunque suben las notas en Bachillerato. Lo triste es que,
según un informe educativo de la OCDE, los profesores españoles están más
saturados que la media de la UE ya que trabajan más horas y con más alumnos, en
un país, España, que está entre los que tienen más “ninis”, un 17´8% de jóvenes
que ni estudian ni trabajan con lo que su futuro es bastante oscuro, sin que se
haga nada para evitarlo.
Pero el tema mediático de estos días
es Venezuela, pues el Gobierno español acoge al líder opositor Edmundo González
y le concede asilo político tras la orden de su detención por parte de Maduro,
con lo que llega a Madrid y agradece al Gobierno de Sánchez la protección
internacional, mientras el Ministro Albares se apresura a decir que “la acogida
no tiene contrapartida, España no reconoce la victoria de Maduro” y, como el
Gobierno venezolano sostiene que acordó con el español los salvoconductos,
Albares niega “toda negociación”….. ¿Quién dice la verdad, Albares o Maduro? Lo
cierto es que todo apunta a que España concede asilo político a Edmundo tras un
acuerdo con Maduro, tal como sostiene el dictador bolivariano, pues no es
explicable que saliera de la embajada, fuera al aeropuerto, donde un avión
militar español le recoge tranquilamente y lo trae a España. Lo curioso es que,
de ser así, no pasa nada por reconocerlo, se asume y punto, lo que no es de
recibo es intentar dar una versión diferente de los hechos, menos aun porque
éstos se deben a negociaciones y chalaneos con personajes poco recomendables a
los que tanta afición tiene el Gobierno de Sánchez, ya sean los secesionistas
catalanes o vascos, ya sean líderes de dudosa fiabilidad democrática como el
venezolano. El caso es que el Gobierno español acoge al líder opositor
venezolano, pero no lo reconoce como presidente electo, alegando, como hace la
UE, que están a la espera de que Maduro publique las actas de las mesas
electorales, por más que Borrell diga que “es necesario reconocer a quien ganó
en Venezuela y Maduro no ha ganado”. No son pocos quienes consideran que el
exilio de González, facilitado por Zapatero, da aire a Maduro, que se quita un
problema de encima, aunque Corina Machado diga que “seguiremos luchando dentro
y fuera” y Edmundo prometa que “vamos a seguir con la lucha”. Así las cosas, el
Congreso debate una proposición no de ley a instancias del PP para declarar a
Edmundo González “presidente electo y legítimo” de Venezuela, proposición que,
salvo sorpresa de última hora, saldrá adelante con los votos de PP, Vox, UPN,
Coalición Canaria y PNV, socio de investidura de Sánchez que se suma a la
iniciativa popular, lo que supone otro varapalo a Sánchez evidenciando, una vez
más, la ruptura de la mayoría de investidura que le aupó al poder.
Por lo que respecta a otros asuntos
citar que Ábalos, principal muñidor del sanchismo, dice sentirse “perseguido”
por el Gobierno; que el novio de Ayuso pide imputar ya al fiscal general e
investigar su correo personal; que el Ejecutivo aprueba nuevos derechos para
las empleadas de hogar; que el Gobierno, con Escrivá a la cabeza, blinda el
Banco de España hasta 2030 con tres afines; y que Feijóo y Clavijo presionan a
Sánchez con un plan migratorio conjunto, mientras, según NCReport, el 64% de
los españoles cree que el Gobierno está fallando en inmigración y que están
dejando solas a Canarias y Ceuta.
Y del exterior, destacar que el
gobierno israelí ataca una “zona humanitaria” en Gaza; que la justicia europea
da un varapalo a Apple, que tendrá que pagar 14.000 millones de impuestos a
Irlanda, y a Google, que es multado con 2.400 millones por abuso de posición; que
el Papa Francisco denuncia la “explotación” de los indígenas en su visita a
Papúa Nueva Guinea y arrasa en Timor advirtiendo ante 600.000 fieles contra los
“cocodrilos” que intentan cambiar la historia y la cultura; que Alemania vuelve
al control fronterizo, acogiéndose el socialista Scholz a una excepción del
Tratado de Schengen ante el acoso de la ultraderecha, y Polonia y Austria
critican dichos controles; y que Von der Leyen intenta formar un gobierno
paritario, mientras Draghi, ex presidente del BCE, urge a la UE a invertir
800.000 millones al año con deuda común y relajar la política de competencia
para evitar “una agonía” europea, urgiendo a desburocratizar la UE para elevar
la competitividad en “innovación y tecnología” y recuperar gasto en Defensa,
planeando huir de soluciones “de blanco o negro” en la transición ecológica
para proteger el sector industrial….y por su parte Sánchez en su visita a China
trata de aplacar a Xi en la guerra comercial con la UE y se vende como enlace
entre la UE y China.
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