En efecto,
no es una cuestión caprichosa y subjetiva sino la consecuencia de un análisis de
la evolución de la economía en la UE según los datos económicos objetivos y su
proyección, salvo error u omisión, de cara al futuro, lo que determina las
previsiones económicas. Y éstas, según Bruselas, son en general buenas, en
cuanto al crecimiento económico para 2015 se refiere, para toda la UE, y más
que buenas para España, que crecerá un 2´3%, liderando así el crecimiento de
todos sus socios europeos. Un crecimiento que, por ejemplo, supera al de
Alemania, el motor de Europa, en ocho décimas. Una buena noticia sin lugar a
dudas. Bruselas, (o mejor la realidad) así nos anima a seguir por la senda
iniciada y, coincidiendo con otras entidades (como los grandes bancos españoles
u otras instituciones económico-financieras nacionales e internacionales),
eleva la previsión de crecimiento de nuestro país por encima incluso de las
previsiones del Gobierno de Rajoy. Cierto que la elevación del optimismo por la
economía española, que hace Bruselas y el resto de organismos y analistas
nacionales e internacionales, queda bastante empañado por la previsión del paro
crónico por encima del 20% y por la fuerte deuda pública; pero no es menos
cierto que sin crecimiento económico es imposible afrontar con éxito dichas
variables, ni ahora, ni en el futuro. Si hace apenas año y medio éramos el gran
problema de la UE, el vagón de cola prácticamente, a punto de entrar en la UVI,
si la financiación de nuestra economía era cada vez más cara y difícil, estando
al borde de un rescate, como sucedió con Grecia (por dos veces), no es cuestión
ahora de echar las campanas al vuelo, pues queda aún mucho por hacer, pero sí
de albergar la esperanza y, por supuesto, de reconocer que, al igual que
entonces, los hechos son tozudos y, por encima de cualquier interpretación
subjetiva e interesada, no cabe negar que los actuales datos son claramente
positivos, por más que algunos se empeñen de forma inexplicable en devaluarlos.
Es evidente que el primer requisito, básico para todo lo demás, es el
crecimiento económico, al margen del posterior reparto que se haga del mismo
(eso es otra cuestión), pues en caso contrario la solidaridad sólo serviría
para repartir miseria al no generarse riqueza. Por tanto, al margen de la
opción política que cada uno tenga, no debieran dolernos prendas a la hora de
valorar estos datos de forma positiva, sin peros que valgan, pues al fin y al
cabo, de confirmarse, van en beneficio de todos los españoles.
Tengo más dudas en si
van en beneficio o no de todos los españoles las movidas que se traen IU y
Podemos, o, para ser más exactos, algunos destacados miembros de ambos partidos
que, sin rubor alguno, pretenden hacernos ver lo blanco como negro. Mientras
Tania Sánchez, como dice algún medio, se mueve entre el “no me voy a ir de IU”
(y se va) y el “no entraré en Podemos” (y ya veremos), Pablo Iglesias no
descarta absolutamente nada, teniendo en cuenta que los propios estatutos de
Podemos cuentan con dos artículos hechos a medida para “integrar” a la ya ex
dirigente de IU, organización que, dinamitada desde dentro, está más que
condenada a sobrevivir en el seno de Podemos. A estas alturas no cabe duda a la
mayoría de analistas que lo que está sucediendo es una calculada estrategia de
ahogamiento de la organización izquierdista en favor de la nueva organización
comunista de Monedero y compañía, a quien, por cierto, nadie critica por haber
mentido a todos los españoles. En efecto, tras decir a diestro y siniestro que
su comportamiento fiscal era inmaculado, siendo defendido por Iglesias, al
extremo de que casi deberíamos hacerle un homenaje por haber decidido tributar
en España, Monedero, al ser descubierto por la prensa, reconoce finalmente su
deuda con Hacienda por el asunto de los 425.150 euros por trabajos de
asesoramiento y presenta una declaración complementaria (como suelen hacer
muchos chorizos cuando les cogen para evitar males mayores) para zanjar el
asunto. Eso sí, para a continuación alardear públicamente de que le están
persiguiendo y retar a Montoro con chulería diciendo que no le tiene miedo a
sus amenazas. No sabíamos que para el empresario Monedero la exigencia del pago
de los impuestos pertinentes según la ley era una amenaza. Tampoco que desde IU
o Podemos se hiciera el silencio. ¡Qué dirían si lo hubiera hecho un
político-empresario, como él, perteneciente a la “casta”! ¿No les parece todo esto
una tomadura de pelo?
En fin, destacar
también que Catalá, el Ministro de Justicia, modifica el Anteproyecto de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal, limitando los poderes que pretendía Interior para
la Policía; por tanto, ni el Ministro de Interior podrá autorizar escuchas, ni
los agentes podrán recoger pruebas de ADN sin asistencia letrada, cambiándose
además la figura de “imputado” por la de “investigado” en la instrucción.
En cuanto a otros asuntos añadir que la
Guardia Civil cifra en 3´4 millones las comisiones pagadas a UGT, según informe
sobre el caso de las facturas falsas; que Bildu deberá devolver 600.000 euros
que dio a una ikastola vascofrancesa; que Madrid limitará el tráfico en el
centro si hay polución; y que el entorno de Fabra, el presidente de la
Generalitat Valenciana, ya lo considera candidato tras la visita de Rajoy a
Valencia. Entretanto, como contundente rechazo a la pederastia, el Papa envía
una carta a los obispos de todo el mundo diciéndoles que “no hay sitio para los
que abusan de menores”… yo añadiría que sí hay sitio, la cárcel.
Y en el exterior, Ucrania y Grecia. Por una
parte, los países europeos se niegan a armar a Ucrania contra Rusia, aunque
Hollande y Merkel consensúan con Poroshenko un plan de paz urgente que hoy
mismo expondrán a Putin en Moscú. Por otra parte, mientras la banca griega
pierde una cuarta parte de su valor desde la victoria de Syriza y Grecia pide a
Alemania hasta mayo para negociar un nuevo rescate, Berlín tumba el plan
financiero del Gobierno de Tsipras, se aferra a la Troika y exige a Atenas que
cumpla sus compromisos, por lo que Varufakis, el Ministro heleno de Finanzas,
dice que humillar más a Grecia dará alas al nazismo. Como en el asunto de
Monedero, cuesta creer que sean amenazas o humillaciones la exigencia de
cumplir con las obligaciones o compromisos adquiridos. Y menos aún que no se
exijan por temor a posibles amenazas nazis, sobre todo si la propuesta viene
desde el otro extremo, es decir, el comunismo o la extrema izquierda.
Jorge Cremades Sena
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