Pedro
Sánchez, mientras desvela su programa económico para las elecciones generales
(en líneas maestras: bajar presión fiscal a clases trabajadoras y subirla a las
rentas altas y de capital; financiar con impuestos las pensiones de viudedad;
simplificar el número de contratos laborales y revisar el Estatuto de los
Trabajadores; restar competencias a las diputaciones en favor de los
ayuntamientos; amoldar los sueldos de los políticos a sus responsabilidades; subir
el salario mínimo interprofesional; un plan de empleo para mayores de 50 años;
promover un parque de viviendas sociales…), dice que “el bipartidismo ha hecho
acomodarse al PSOE”, lo que puede interpretarse como una crítica al
bipartidismo, como hace el resto de partidos minoritarios, o una autocrítica a
su propio partido que, obviamente, no sólo anda acomodado sino también
desnortado desde hace ya demasiado tiempo. Su coqueteo, bien a nivel federal o
a niveles de federaciones territoriales, con opciones nacionalistas o de
izquierda radical no socialista, cuando la mayoría de su electorado socialista
cree que el partido debe situarse en el centro izquierda, como siempre estuvo
hasta las veleidades de Zapatero, lo ha abocado a la difícil situación que
ahora atraviesa, al extremo de que, estando en la oposición, haya sido incapaz
de remontar al partido popular a pesar del desgaste lógico de gobernar en
difícil situación con políticas austeras que siempre suelen ser impopulares. En
todo caso, de ese votante socialista que prefiere ubicar al PSOE en el centro
izquierda, según encuesta de NCReport, y que un 82% del mismo cree que a pesar
de todo las siglas no van a desaparecer, un 72´4% piensa que lo que realmente
les debilita son las batallas internas que no cesan, y además mayoritariamente
apoya pactos de Estado con Rajoy pero gobernar con Podemos. En definitiva,
datos contradictorios en su conjunto que denotan la ausencia de un liderazgo
fuerte que ponga paz y orden en el gallinero. Y todo ello cuando una encuesta
de Metroscopia revela que Podemos, aunque toca techo y baja respecto a la
anterior, se mantiene en cabeza con el 27´7% de votos; que el PP sube
ligeramente y le sigue con el 20´9%; que el PSOE profundiza su caída y con el
18´3% cae al tercer lugar; y que Ciudadanos se consolida como cuarta fuerza con
el 12´2%, seguido de IU con el 6´5% y UPyD con el 4´5%.
Por lo que respecta a
otros líderes políticos, mientras Rajoy critica el adelanto electoral por los
“intereses partidistas” de Susana Díaz, Cayo Lara exige a Monedero
“explicaciones” advirtiéndole que “para señalar con el dedo hay que tener bien
cubiertas las espaldas”, siendo la primera vez que de forma explícita IU
arremete contra Podemos, fundado curiosamente tres meses después de la
transferencia de los famosos 425.000 euros a Monedero desde Venezuela. Si en el
PSOE hablamos de batallas internas en IU ya son guerras abiertas. No sé si,
hablando de guerras, todas estas facciones en conflicto seguirán practicándolas
con metodologías clásicas o cibernéticas, como para algunos serán en el futuro,
ya que Internet es un nuevo campo de batalla en el que los “hackers” actúan
como verdaderos soldados. Y, ya saben, en la guerra todo vale (o casi todo).
Cambiando de asunto,
destacar la eufórica noche para el cine español con la gala de entrega de los
Goya, tras un año histórico de éxitos para la taquilla de muchas producciones
nacionales, en la que, al fin, primó el espectáculo, como debe ser, y no la
política como en años anteriores. Es obvio que si cada cosa se pone en su sitio
y en su momento todo funciona mucho mejor. Y, por supuesto, dar la enhorabuena
a todo el equipo de “La isla mínima”, la gran triunfadora, que, aunque sólo sea
por este instante, debiera titularse “La isla máxima”.
En cuanto a noticias
exteriores se refiere, mientras Ucrania teme que nadie le ayude a defenderse en
plena angustia ciudadana por la escalada del conflicto (otra vergüenza
internacional más), Syriza ya le cuesta a Grecia 23.000 millones de euros,
evaluando algunos que si el “efecto Tsipras” se diera en España le hubiera costado
a la bolsa española nada menos que 55.000 millones (estamos, tanto los griegos,
como nosotros, para tirar la casa por la ventana). Y quien lo tiene ya claro es
Venezuela, paraíso en derribo por el chavismo, convertida en rehén de los
Castro a quienes Maduro, que habla con el fallecido Chávez a través de los
pájaros, paga un subsidio anual de 13.000 millones de euros, mientras el pueblo
venezolano ni siquiera cuenta con los productos más básicos. Y los líderes de
Podemos, destacados asesores del régimen chavista antes de pretender exportar
el modelo a España, haciendo mutis por el foro…ni un crítica, ni un reproche.
Quien merece críticas
y reproches es el Real Madrid, arrollado 4-0 por un Atlético brillante que le
superó en todo, no en vano el propio Ancelotti ha dicho: “ha sido el peor
partido de mi etapa”. Pues eso, sin comentarios.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias