Según
NCReport el PP gana un diputado más en esta semana de crisis por el asunto
Soria lo que supondría, en caso de estar acertada la encuesta, que el efecto
Soria no es negativo para el PP, aunque en Moncloa preocupa que el desgaste por
la corrupción vuelva a truncar estos últimos avances en los sondeos que vienen
experimentando los populares. Entretanto, el ya ex Ministro Soria explica lo
sucedido. “Montoro hará bien en investigarme, no hallará nada” o “Me parece
bien que la Agencia Tributaria investigue; no hay más sociedades vinculadas a
la familia que operen en paraísos fiscales” dice Soria saliendo al paso de las
insinuaciones del titular de Hacienda mientras Rajoy intenta pasar página del
asunto; añade Soria, respecto a la empresa familiar que “el BBV nos recomendó
montar una sociedad en Jersey por la actividad internacional que tenía nuestra
empresa” que “es legal” y, respecto al Presidente, asegura “Rajoy me apoyó,
otros del Gobierno no me llamaron” añadiendo “le dije al Presidente que tampoco
conocía lo de Jersey” y él contesto “lo que tienes que hacer es saber por qué
estás ahí”. Es decir, todo normal en circunstancias semejantes, cuando nadie ni
nada, salvo en tono mitinero, acusa al ex Ministro de alguna conducta
delictiva, aunque sí de su amnesia, voluntaria o no, que le llevó a dimitir o a
ser cesado de forma ejemplar si nos atenemos a otros casos (dentro y fuera del
PP) mucho peores, con imputaciones incluidas, que se saldaron de forma
manifiestamente mejorable. Cuestión distinta es que la oposición utilice, como
suele ser normal en estos casos, la corrupción, que tanto afecta a todos los
partidos (especialmente a los que tuvieron acceso a la tarta del Estado) como
arma arrojadiza contra el Gobierno y el partido que lo sostiene, eso sí,
sufriendo una incoherente amnesia sobre la corrupción propia y cargando las
tintas sobre la ajena incluso cuando, al parecer, como en este caso, no hay
corrupción que valga y, por primera vez, se haya resuelto políticamente el
asunto como se debe resolver. Aunque en precampaña electoral no es buen momento
para hacer mudanzas, lo que procedería es un pacto de Estado entre todos los
partidos (y el que no quiera que se quede fuera y desenmascarado) para que en
caso de flagrantes contradicciones o mentiras, no ya de corrupción o corruptelas,
el afectado se fuera a su casa truncando su carrera política…. Es lo que se
suele hacer en lugares de democracias avanzadas. El problema es que aquí si
practicamos tan higiénica medida nos quedaríamos casi sin políticos.
Y siguiendo con
conductas indeseables y corrupción, mientras el presidente de Ausbanc dice
sobre la abogada que acusa a la Infanta que “hay que apagarla; que no suba
tanto el tono”, una conversación con Manos Limpias prueba el chantaje a la
defensa de Doña Cristina de Borbón. Aquí, ya ven, el que no corre, vuela.
En cuanto a otros
asuntos se refiere, preocupa el frenazo de la economía mundial que obviamente
afecta a España, cuyo Gobierno, por boca de De Guindos, rebaja tres décimas las
previsiones iniciales de crecimiento para este año, admitiendo que la economía
está en retroceso al crecer al 2´7% en vez de al 3% previsto, aunque será el
país que más crezca entre las economías importantes. Salvo que apliquemos
aquello de mal de muchos consuelo de tontos, una mala noticia sin lugar a
dudas. Y la “nueva política” en España, los que van a sacarla de la crisis,
proponiendo más gasto… ¿de dónde?
Pero para noticias
pésimas las de los refugiados y los habitantes de los países subdesarrollados,
olvidados por este primer mundo desarrollado del derroche, el despilfarro y la
corrupción. El Papa Francisco, tras su visita a Lesbos, dice “después de lo que
he vivido es para echarse a llorar” tras comprobar en la isla la situación de
los refugiados, de los cuales, como gesto ejemplarizante y humanitario, se trae
a tres familias sirias para acogerlos en El Vaticano, y recuerda a Europa que
es la patria de los derechos humanos. No está exento de razón Francisco, aunque
para atropello de los derechos humano más elementales el de los países subdesarrollados
africanos como es el caso de Sudán del Sur, donde la limpieza étnica es un hecho
contrastado, donde la ONU protege a 50.000 personas y los guerrilleros agreden
sexualmente a las mujeres mientras la hambruna y las enfermedades esquilman a
las familias…; dicen las sudanesas “nos violaron a todas”, “los soldados del
gobierno sursudanés están siempre borrachos; cuando salimos a por leña nos
están esperando”. Y esta Europa de la opulencia, y este mundo desarrollado del
despilfarro, haciendo oídos sordos a tanta miseria y deshumanización…. Y con
gran preocupación por las décimas que se puedan perder de crecimiento económico
no vaya a ser que haya que congelar los salarios o las pensiones, que haya que
recortar algún gasto superfluo o que haya que meter un par de alumnos más por
aula o esperar algún tiempo más en los hospitales para ser atendidos.
Jorge Cremades Sena
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