Ahora los
dirigentes críticos del PSOE ven “posible, pero no probable” el pacto de
gobernabilidad suscrito entre PSOE, Ciudadanos y Podemos, no se sabe bien si
para que gobiernen los dos primeros con la abstención de Podemos o de éstos con
los socialistas y la abstención de C´s, un gobierno a tres, con todo lo que se
han dicho y le han dicho a los ciudadanos, sería el colmo de la desfachatez,
aunque tal como está el patio todo es posible en la viña del Señor. Además se
intuye pues que para los dirigentes socialistas no críticos el pacto de
gobernabilidad no sólo es posible sino también probable. De entrada tanto la
dirección del PSOE como la de Podemos, coincidentes en el nuevo modelo
organizativo asambleario de conducir a sus respectivos partidos, se quitan, tal
como hicieron las CUP en Cataluña, las responsabilidades de encima sobre las
consecuencias derivadas de la decisión que se tome trasladando a sus
respectivas militancias decisión tan trascendental. Ello quiere decir que,
además de los militantes socialistas (que no los votantes), el destino de
España, de momento, está en manos de los 400.000 podemitas de Iglesias
inscritos en el censo coyuntural y movible de Podemos, censo que, como todo el
mundo sabe, y ya hay antecedentes, carece de control y cuenta con inscritos
falsos, además de las manipulaciones de este tipo de sistemas que los regímenes
totalitarios utilizan (Corea del Norte es el mejor de los ejemplos, pero también
Cuba entre otros) en los que, casualmente, se da la coincidencia, muchas veces
unánime, entre las cúpulas del partido único o con aspiración de serlo con las
masas populares que, desde la miseria,
casi adoran a sus benéficos líderes con beatífica pleitesía. De estos
podemitas pues depende la Presidencia que tanto desea Sánchez y sólo faltaría
ya que Ciudadanos adoptase el asamblearismo organizativo para cuadrar el
círculo, siendo las tres militancias, que no los votantes, quienes decidieran al
final el destino futuro de los españoles, mientras sus jefes (Sánchez, Iglesias
y Rivera) se blindan, por si acaso, del desgaste que ocasionaría repetir
elecciones cuando el partido ganador de las mismas, con el que no quieren
hablar, les oferta desde el minuto cero la posibilidad de un acuerdo de gran
coalición para sacar España adelante de una vez por todas con el concurso de
los tres partidos nítidamente (aunque cada vez queden más dudas) constitucionalistas
y democráticos en vez de echarse al monte con un “posible, pero no probable”
(aunque también) gobierno de sopa de letras ideológico que no conduce, en el
mejor de los casos, a ninguna parte. A la espera pues de lo que digan los
militantes circunstanciales podemitas, cuyos líderes, como el de Galicia,
siguen metiendo en el mismo cesto de la “casta” a PP y PSOE aunque su líder supremo,
Iglesias, no tenga reparos en favorecer un gobierno con uno de ellos.
Y mientras Rajoy
propone adoptar la hora de Canarias y acabar la jornada laboral a las seis de
la tarde para facilitar la conciliación familiar e incorpora medidas del pacto
entre Sánchez y Rivera, según Metroscopia en unas hipotéticas elecciones,
posibles, pero, tal como está el patio, improbables (el modelo chapucero
catalán del último minuto cada vez es más probable), los resultados en
estimación de voto serían: PP el 27´7%, PSOE el 21%, Ciudadanos el 18´8% y
Podemos el 15´9%; un escenario parecido al actual en el que seguiría ganando
las elecciones el apestado PP, sacándole más o menos los mismos puntos al PSOE
(ambos perderían algo de fuelle), Ciudadanos subiría y Podemos sería el gran
perdedor y además el sondeo constata que el 94% de los españoles considera mala
la situación política (no hay que ir a Salamanca para saberlo) y que el 64%
quiere un acuerdo ya (no sabemos si el de la gran coalición o el de la sopa de
letras). Pero, en fin, sólo es una encuesta.
Por otra parte en el
escenario político español se despeja una incógnita en Galicia, ya que Feijóo
anuncia que aspira a otra mayoría absoluta en Galicia con la vista puesta en la
política nacional que, de momento, le queda algo más alejada; en efecto, el
líder popular gallego anuncia entre lágrimas que pugnará por la Xunta, lo que
para algunos supone que Rajoy le deja fuera de la sucesión.
Y para finalizar, a
Kichi le crecen los problemas. La pareja que irrumpió en el último pleno del
Ayuntamiento de Cádiz exigiéndole el cumplimiento de sus ofertas electorales se
pregunta “¿Dónde están las casas que nos iba a dar Kichi?”, mientras anuncia
una huelga de hambre, afirmando que “si morimos, el alcalde será culpable”. En
fin, ni tanto ni tan calvo. Lo cierto es que ni hay casas para dar, ni el
alcalde sería culpable de la hipotética muerte de la pareja. El alcalde es
responsable de generar falsas expectativas de índole vital inasumibles en
personas que lo están pasando muy mal, generando en ellos una frustración
descomunal, y la pareja es responsable de creer que los gnomos existen tal como
les dijo el dicharachero Kichi. Son los responsables, uno, el alcalde, y la
otra, la pareja…. los culpables, ya ven; la culpa fue del cha cha chá. ¿Por qué
no le consultan a los 400.000 podemitas circunstanciales inscritos en el censo?
En cuanto al fútbol se
refiere destaca la remontada del Real Madrid en el Camp Nou, una victoria ante
el Barça, 1-2, sabiendo sobreponerse los de Zidane al gol inicial de Piqué y a
la expulsión de Sergio Ramos, con goles de Benzemá y Cristiano Ronaldo, que
hubiera sido aún mayor la victoria si el árbitro no hubiera anulado un gol
legal a Bale, mayor victoria y más contundente ya que la BBC hubiera marcado al
completo mientras la MSN ni se hubiera estrenado. En fin, el Madrid, que
todavía queda a siete puntos del Barça, se rearma más bien de cara a la Liga de
Campeones y se queda a un punto del Atlético de Madrid que goleó en su estadio
al Betis, 5-1.
Jorge Cremades Sena
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