Tal como se presumía, el
Comité Federal del PSOE ha apostado finalmente por una abstención en la ya casi
segura sesión de investidura de Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados.
Por 139 votos a favor y 96 en contra, es decir, un 60% frente a un 40%
aproximadamente, los socialistas salen de este profundo agujero en el que nunca
debieran haber caído, y salen divididos y enfrentados unos a otros para colmo
de sus desgracias o, más bien, de sus incomprensibles errores. Una abstención para
evitar nuevas elecciones y desbloquear la gobernabilidad de España, que, en
definitiva, ya debiera haber decidido tras el resultado electoral del 20-D y,
en todo caso, con absoluta certeza tras el 26-J, lo que, sin duda alguna,
hubiera evitado la trágica división interna y el descrédito político ante la
ciudadanía, ya evidenciado tras provocar la repetición de elecciones en junio.
Una abstención que, aunque tarde y mal, bienvenida sea, pues más vale tarde que
nunca, salvo que los socialistas se empeñen más aun en seguir desprestigiándose
como partido ante los ciudadanos. No en vano Fernández deja bien claro que la
decisión tomada (como si hubiera sido la contraria) es un “mandato imperativo”
para todos los diputados, mientras que, entre otros, Miquel Iceta, que señala
que los siete diputados socialistas catalanes votarán “no”, pide “comprensión”
a la Gestora ante tan insólito desacato, más acorde con el autoritarismo
antidemocrático que con la democracia sin lugar a dudas. Por tanto, aunque el
Comité Federal ha decidido caminar por la senda acertada, no es desorbitado
descartar que algunos socialistas se empeñen en seguir vagando por los atascos
que no conducen a ninguna parte. El PSOE acepta pues la abstención sin despejar
su propio futuro ni el de España, en un Comité Federal “duro” y “franco” en el
que se impone la federación andaluza de Susana Díaz (igual que se impuso en su
día para que un desconocido Pedro Sánchez se convirtiera en el nefasto
Secretario General), obviamente sin concesiones a los partidarios del “no” a
Rajoy pero sin compromiso real con la gobernabilidad a medio plazo, aunque
prometen una oposición “firme y constructiva” y un “diálogo con el Gobierno y
todas las fuerza políticas”, es decir, lo que debiera haber hecho Sánchez desde
el primer momento en que los españoles, como él mismo reconoció después (pero
buscó hacer lo contrario), le enviaran a la oposición. Ahora sus discípulos más
aventajados del frentismo político y el “no es no” a Rajoy y a la
gobernabilidad, tras perder democráticamente en el Comité Federal, piden que se
pueda votar “no”, la opción perdedora, sin represalias o que se arbitre una
abstención técnica de doce diputados (un paripé impresentable), para evitar las
consecuencias disciplinarias que pudieran recaer en los desacatadores,
confundiendo que no es cuestión de apariencias, sino de responsabilidad, y que
no es cuestión de disciplina, sino de democracia. ¿Para qué votaron pues en el
Comité Federal? ¿Para hacer después cada uno lo que le venga en gana? Y
mientras la Gestora, con total acierto, les avisa de las consecuencias,
reaparece Sánchez, el líder supremo, vía Twitter advirtiendo de que la
militancia recuperará el partido. Es obvio que la solución pasa, por traumática
que sea, porque se vayan del PSOE quienes, obviamente, se equivocaron de
partido, quienes, curiosamente, suelen ser los más preclaros especialistas en
perder elecciones, eso sí, pero sin asumir responsabilidades por el fracaso.
En cuanto a otros asuntos
se refiere cabe citar que la Eurocámara propone un seguro de desempleo común,
un plan, pensado para futuras crisis, que se votará en noviembre (¿un avance en
la igualdad de los trabajadores europeos?); que Xi Jinping trata de afianzar su
poder en el Partido Comunista Chino (¿tendrá problemas con su militancia?); y
que, mientras se da un brote de difteria en Venezuela dos décadas y media
después de su erradicación, los simpatizantes de Maduro irrumpen en la Asamblea
Legislativa y agreden a la oposición con golpes y puñetazos (ya ven estos
comunistas populistas, una vez en el poder, no tienen problema alguno para
imponer la disciplina de voto, incluso cuando pierden las elecciones, y sus
métodos, como ven, son infalibles).
Y en cuanto al futbol se
refiere, el Real Madrid pasa a ser líder de la Liga en solitario después de que
Morata resolviera ante el Athletic en el Bernabeu, 2-1, un partido malo y para
olvidar, y después de que el Sevilla consiguiera la primera derrota del
Atlético de Madrid, 1-0, colíder con el Real hasta en ese momento; por su parte
el Barça se impone ante el Valencia 2-3 en el último minuto y de penalti. Es,
sin duda, la Liga más igualada en muchos años. Por cierto, cabe citar una
noticia, no de fútbol pero sí relacionada con él, pues un juez ordena el
embargo de nueve millones al ex jugador Raúl, quien recurre la decisión y se
niega a pagar a sus antiguos socios por una inversión en renovables, en
definitiva, una orden judicial que afecta a una firma que administra la madre
del genial jugador.
Jorge Cremades Sena
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