Después
del lamentable y bochornoso espectáculo protagonizado dentro y fuera de la sede
socialista de Ferraz con motivo de la celebración del Comité Federal que, por
fin, ha cesado fulminantemente a Pedro Sánchez como Secretario General del
PSOE, para enterrar supuestamente su torpeza estratégico-política y, supongo,
para sustituirla por otra mucho más razonable, moderada e inteligente, cabe
preguntarle a los socialistas “¿y ahora qué?”, pues aplicar el refrán de
“muerto el perro, se acabó la rabia” me parece una ingenuidad o un engaño a los
ciudadanos. Que haya dimitido Pedro “in extremis” (o le hayan dimitido,
obligándole a hacerlo) puede ser incluso anecdótico, un maquillaje de cambio de
caras, si realmente no se afronta un cambio revolucionario (ya he dicho que la
revolución o cambio consiste en la recuperación por parte del PSOE de sus señas
tradicionales de identidad), tanto en el fondo ideológico como en la forma
organizativa. Pero me temo que ese cambio profundo va a ser muy difícil. Pedro,
que ya ha dicho que mantiene su escaño y que “quiere dar la batalla en las
primarias” (a lo que tiene todo el derecho del mundo), antes de irse como líder
del partido, si es que alguna vez lo fue (para mí, como él mismo dijo,
pertenecía a un bando y, por tanto, se dedicaba a liderarlo e instruirlo), se
ha encargado de fomentar y dejar un partido roto y destrozado con una
militancia dividida y casi irreconciliable (basta saber en qué proporción)
entre socialistas moderados o socialdemócratas de toda la vida (siempre
mayoritarios en el PSOE) y socialistas radicales ahora podemizados (cada vez
más instruidos por el “sanchismo” y fieles seguidores suyos), pues, sólo así,
al margen de las discusiones y conatos de violencia que se dieron a las puertas
de Ferraz, se puede entender que desde las filas socialistas allí concentradas
se oyeran gritos y calificativos contra líderes socialistas clásicos no
podemizados, como, por ejemplo, “¡Felipe, fascista!”, “¡traidores!”, entre
otros piropos, mientras dentro en el Comité, sus supuestos líderes
(antifascistas y no traidores) pretendían una votación opaca e incontrolada
para amarrar el pretendido Congreso Exprés y, por ende, el casi ya pactado
Gobierno con Podemos y compañía, que era rechazada al grito de “¡pucherazo!” y
la recogida de firmas para poner a Sánchez una moción de censura, al extremo de
que semejante pirueta antidemocrática precipitó, si cabe, su fulminante
renuncia, pues incluso algunos de sus seguidores, como Borrell, Pérez Tapias o
Hernando no quisieron participar ni ser “cómplices de la chapuza”, mientras se
oían voces de que “el verdugo de Sánchez es Luena”, su más servil servidor
hasta el final. En fin, ya ven, conductas más acordes en las concentraciones y
reuniones organíco-asamblearias de Unidos Podemos y de otros partidos
radicales, arremetiendo contra la casta y utilizando los términos de “fascista”
y “traidor” como demagogia de cambio o manejando triquiñuelas procedimentales
para amañar las votaciones; en definitiva, conductas mucho más acordes con
éstos que con los comportamientos habituales dentro de los partidos socialdemócratas,
como el PSOE, y especialmente entre los propios compañeros.
Y por si esta
militancia podemizada, supuestamente hoy mayoritaria, que sigue fiel a Sánchez,
no fuera suficiente, algunos de los barones que le fueron críticos en el Comité
Federal (al principio, cuando fue puesto por Susana Díaz como líder socialista,
siendo un perfecto desconocido y sin liderar ni gestionar nada, todos le
rindieron la pleitesía debida o, al menos, así lo escenificaron), como Ximo
Puig o García-Page y por supuesto todos los afines a Pedro, siguen rechazando
la abstención que permita la gobernabilidad en España, lo que, descartado
cualquier pacto viable con Unidos Podemos y compañía, al final nos llevaría a
terceras elecciones. Difícil pues para la Gestora desenmarañar la
contradictoria madeja urdida por Sánchez y los suyos, así como las tremendas
contradicciones que han llevado al PSOE a este callejón sin salida, pues hoy
por hoy, haga lo que haga es susceptible de graves consecuencias y críticas
para el partido. Hay que tener en cuenta que en aparente armonía, tanto monta
monta tanto, en muchos ayuntamientos y en varias CCAA la simbiosis
gubernamental PSOE-Unidos Podemos es un hecho incuestionable y, al menos, hay
que disimular, no vaya a ser que, como en Castilla La Mancha, se rompa la
baraja y no se pueda seguir disimulando el inicial estrepitoso fracaso electoral
que fue el de las elecciones locales y autonómicas. En todo caso la decisión
que se adopte deberá ir acompañada de un tremendo esfuerzo de pedagogía
política para que sus consecuencias sean más llevaderas, pero contrarrestar en
la militancia la labor pedagógica del sanchismo instruyéndola en el odio a la
derecha democrática y su absoluto permanente rechazo a ella como si de
apestados se tratase y, a la vez, en el afecto cuando no cariño a la izquierda
radical populista-comunista y al nacional-soberanismo como si de salvadores de
la patria se tratase, no va a ser tarea fácil ni a corto plazo. Las heridas
internas en el PSOE no son superficiales sino profundas y requieren terapias
contundentes y continuadas temporalmente, justo cuando cada vez se acerca más
la fecha para convocar elecciones en caso de que no se permita la
gobernabilidad de España.
Y, aunque sólo son
encuestas, como siempre digo, según el baremo de GAD3 en caso de tener la
repetición de elecciones por tercera vez (las fechas para su convocatoria
apremian), las volvería a ganar el PP obteniendo 159 escaños (+ 22 de los que
tiene), seguido de Unidos Podemos con 69 (-2), PSOE con 68 (-17) y Ciudadanos
con 25 (-7). Por tanto, en caso de que la encuesta estuviera acertada, lo que,
en todo caso, no deja de ser un riesgo, de nuevo las ganaría Rajoy y sólo el PP
obtendría más diputados de los que tiene ahora, pues el resto perdería escaños
en mayor o menor proporción, siendo el PSOE el más perjudicado entre todos
ellos y la única ventaja es que ya no tendría que abstenerse en un ejercicio de
responsabilidad política para desbloquear la ingobernabilidad pues los
diputados de PP y Ciudadanos serían suficientes, si así lo quisieran, para
llegar a la mayoría absoluta, salvo que, a este paso, vayamos después a cuartas
para que los populares la consigan por sí solos. En fin, esta es la cruda
realidad, guste o no guste, por lo que el debate inmediato y urgente en el PSOE
pasa inevitablemente por optar por lo que considere menos malo para el propio
partido, pues para optar por lo bueno ya se encargaron de imposibilitarlo.
Y mientras
Anticorrupción presiona a Suiza para que autorice el uso de sus datos sobre “Gürtel”,
May activará el “Brexit” antes de seis meses, apostando el gobierno de Londres
por un “Brexit duro” a partir de marzo de 2017, en tanto que el Gobierno de
Hungría, tras lanzar un órdago contra la UE convocando un referéndum sobre las
cuotas de refugiados, fracasa al ser invalidado dicho referéndum “antirrefugiados”
por falta de quorum al no lograr Orban el 50% de los votos. Por otro lado, en
el referéndum celebrado en Colombia para ratificar los acuerdos de paz entre el
Gobierno de Santos y las FARC pone en evidencia la división del país al
respecto ya que gana el “no” al acuerdo por el 50´2% de los votos, echándolo
así por tierra, con lo que, al igual que al PSOE sobre lo suyo, habría que
preguntar a los colombianos “¿y ahora, qué?”.
En cuanto al fútbol de
refiere, el Madrid empata de nuevo, esta vez en su casa y frente al Eibar, 1-1,
cediendo el liderato de Liga al Atlético de Madrid que le iguala a puntos al
vencer en Valencia, 0-2, mientras el Barça pierde en Vigo, 4-3, y pierde una
oportunidad de ser líder de momento.
Jorge Cremades Sena
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