Lo que viene sucediendo
últimamente en España con la Justicia es intolerable y muy peligroso, al
extremo de que, tras la amenaza de Sánchez con quitar para siempre al CGPJ la
facultad de nombrar a la cúpula judicial, las asociaciones mayoritarias de
jueces, que algo sabrán de justicia, lo califican de “atropello
constitucional”, mientras el PP apela a Europa para frenar el “chantaje” del
Gobierno por darle el ultimátum de que, si los populares no se avienen a pactar
la renovación del órgano de dirección de los jueces antes de final de mes le
quitará poder al mismo con una reforma para arrebatarle su atribución de mayor
calado político que es el nombramiento de los jueces del Tribunal Supremo, al que,
por cierto, Sánchez acaba de desautorizar con la insólita Ley de amnistía que anula
su sentencia sobre el procés. Y es cierto que procede ya, e inmediatamente,
renovar el CGPJ, lo que, con la normativa vigente al respecto, requiere, sí o
sí, un pacto entre PSOE y PP (pacto que ha venido funcionando hasta el famoso
“no es no” de Sánchez a Rajoy) por lo que culpar a una de las partes de la
conformidad resulta inaceptable, pues ambas son responsables de no llegar a un
acuerdo y dejar en el futuro tan importante asunto a la voluntariedad de unos u
otros de pactar….y dicha renovación, visto lo visto, ha de pasar por darle un
mayor peso a los jueces como suele hacerse en todos los países de la UE, para
evitar la tentación de socavar el principio de “división de poderes” que toda
democracia debe garantizar. Es pues normal (y no se trata de “máquinas del
fango” de ningún tipo) que los jueces vean “atropello constitucional” en las
pretensiones del Presidente del Gobierno y consideren “inaceptable” su plan
autoritario y lo consideren “barbaridad impensable” y “amenaza”….y que,
obviamente, apremien a que se resuelva ya el asunto de la renovación del CGPJ,
mientras los fiscales del procés se posicionan contra la amnistía de
Puigdemont, un prófugo de la Justicia al que Sánchez blanquea ahora por
intereses personales de gobernabilidad, cuando prometió a los españoles que lo
traería a España para que compareciera ante los tribunales y asumiera sus
responsabilidades. Pero Sánchez es Sánchez y ya todos le conocemos, con lo que
tras perder las europeas en las urnas, se niega a reconocer que las ganó el PP
y utiliza como bandera y único “seguro de vida” el miedo a la “ultraderecha”,
aferrándose al miedo a Vox y ahora a Se acabó la Fiesta de Alvise y llamando
“ultra” al PP, partido que considera homologable con ellos cuando junto al PSOE
ha gobernado España en normal alternancia democrática hasta que Sánchez llegó a
Moncloa tras una moción de censura y, desde entonces, no deja de cosechar
derrotas electorales aunque él las considere victorias y se permita acusar al
Gobierno de la Comunidad de Madrid de ser la “sede del fango”, cuando el PP de
Ayuso acaba de ganarle al PSOE de Lobato en las urnas nada menos que por doce
puntos (¿acaso la inmensa mayoría de madrileños es facha y se mueve en el fango
o es que son idiotas?) y en España, el PP de Feijóo hace lo mismo con el PSOE
de Sánchez, aunque sólo sea por cuatro puntos (¿es que somos fango y fachas la mayoría
de los españoles?). En fin un PSOE, demagógico y populista, que, en vez de hacer
autocrítica para rectificar errores y felicitar a los vencedores en las urnas, como
es costumbre en democracia, opta por sacar pecho ante su derrota en el Congreso
de los Diputados durante la última sesión de control al Gobierno, en la que
Sánchez, ante la petición de Feijóo de nuevas elecciones, le cita para 2027 y
añade, de forma chulesca e insultante, que entonces “ganaremos a las tres
ultraderechas”, mientras a su lado su fervorosa Vicepresidenta María Jesús
Montero, casi fuera de sí, le hacía la ola gritando desenfrenada “¡muy bien,
Presidente, muy bien!” y no dejaba de provocar a los diputados de la derecha
con gestos e increpaciones, que no venían al caso.
Pero, en fin, la vida sigue y la
realidad se impone, dejando en evidencia este manoseo de la Justicia
intolerable. Por un lado se sabe al final que fue el Fiscal General del Estado,
García Ortiz, quien ordenó revelar datos privados del novio de Ayuso pese a la
oposición de la fiscal de Madrid, que testifica ante el juez que, pese a su
oposición, finalmente le dio orden “imperativa” de difundir datos reservados de
la pareja de Ayuso y que ella acató la orden tras recibir dos “whatsapps”
directos de Ortiz pero dejó por escrito su oposición advirtiéndole a su
superior de que la nota informativa vulneraba el deber de confidencialidad y de
que a pesar de ello recibió la “orden directa” de hacerlo, con lo que la
testigo clave del asunto deja a los pies del Tribunal Supremo a García Ortiz
porque su proceder roza la imputación. ¿Es esto máquina del fango o qué es?,
¿prevaricación?, ¿bulo?....Por otro lado García Ortiz intenta imponer la
amnistía a Puigdemont frente al criterio de los fiscales del “procés”, mientras
Suiza, un país que no pertenece a la UE, desmonta la causa por terrorismo en el
caso Tsunami, ya que sus autoridades dan otra negativa al juez García-Castellón
sobre Marta Rovira, otra fugada de la justicia española, con el argumento de
que los hechos no entran en el Código Penal suizo (y qué más da, ¿acaso no
entran en el Código Penal Español homologable y homologado con el de los países
miembros de la UE?). Y entretanto Bruselas pide a PP y PSOE que concreten sus
propuestas para poder renovar el CGPJ, mientras el PSOE desoye a los letrados y
acelera para poder quitar el poder de veto al Senado. Por su parte Von der
Leyen elude entrar en la amnistía para no perder el apoyo de Sánchez, ya que
necesita el respaldo del Gobierno español para ser reelegida como Presidenta de
la Comisión Europea, y sus maniobras dilatorias provocan recelos en el PPE, al
que pertenece, mientras el PP, vincula el órdago de Sánchez sobre el CGPJ a los
casos que acorralan al Presidente y entiende que “quiere controlar el CGPJ por
la corrupción que le afecta” y Moncloa justifica su ultimátum en que todavía no
había principio de acuerdo. En fin, preocupante choque frontal en la cúpula de
la Fiscalía por la aplicación de la Ley de Amnistía, al desacatar los fiscales
del “procés” la orden del Fiscal General del Estado de que se ejecute la medida
de gracia incluyendo el delito de malversación, por lo que se plantan ante él y
rechazan su escrito, plagado de reproches, por “improcedente y no ajustarse a
los criterios más elementales de la lógica jurídica y de legalidad penal” por
lo que la Presidenta de la Asociación de Fiscales sobre García Ortiz dice “su
imagen está tocada, nos arrastra a un descrédito que no merecemos”….y es que sólo
en dos años del nombramiento de García Ortiz como Fiscal General del Estado
(que no del Gobierno) ha protagonizado una sucesión de escándalos inaceptable
(no idóneo, desviación de poder…. y ahora estar cerca de la imputación ante el
Supremo).
Y todo esto además con un gobierno
de coalición minoritario y cada vez más débil que bloquea 16 leyes del PP en el
Congreso, sumergiendo la actividad legislativa en una parálisis preocupante,
mientras trata de ignorar al Senado, controlado por los populares, y mientras
sus socios de Gobierno, Sumar y Podemos, pocos y mal avenidos, andan a la
gresca entre ellos y a nivel interno; los críticos de Sumar exigen a Yolanda
Díaz la cabeza de Errejón y piden “cambios reales” para apoyar que siga como
presidenta del grupo parlamentario y no
poner en peligro su continuidad en el Consejo de Ministros, en tanto que un
grupo de afines a ella pilotará la transición de la plataforma, que ella misma
creó hace apenas unos meses…. y Podemos a lo suyo tras haberse pasado sus
diputados al grupo mixto y romper con Yolanda. Pero es que además, las aguas no
bajan transparentes entre los socialistas, especialmente a causa del chantaje
en que los secesionistas tienen sometido al Presidente del Gobierno, y, tras
haber tragado con los indultos, la eliminación de la sedición, la rebaja del
delito de malversación y ahora la amnistía, tienen que aguantar además que
ahora la ministra Montero anuncie una financiación “singular” y a la carta para
Cataluña, lo que provoca que los socialistas del resto de CCAA, se sumen al
lógico rechazo de los populares, tanto en las que gobiernan como en las demás,
provocando una especie de rebelión regional en el PSOE. Un rechazo frontal a la
financiación a la carta de Cataluña, que exige ERC a Sánchez, y que, además de
las autonomías del PP, es claro, frontal y público en Castilla La Mancha, donde
el socialista Page y su Gobierno autónomo consideran “amoral” este trato
“singular” para Cataluña y dice que ya “sólo faltaría que paguemos todos la
fiesta separatista”, un rechazo que también ponen de manifiesto en Asturias,
apostando por “un acuerdo multilateral, un nuevo modelo de financiación”
autonómica o en Extremadura, con los socialistas en la oposición, advirtiendo
que “no tolerarán chantajes y que la negociación no debe enfrentar
territorios”.
La realidad es que en el trasfondo de todo esto está la permanencia de
Sánchez en Moncloa y la investidura de Illa en el Parlament de Catalunya, sin
que Sánchez mida el alto precio que toda España, incluida Cataluña, ha de pagar
por ello. ERC busca implicar a Sánchez en la negociación para investir a Illa,
aunque se parte en dos al enfrentarse la fugada Rovira al indultado Junqueras
(ambos buscan ser amnistiados en todo caso) para bloquear el pacto con Salvador
Illa, que evitará el desgaste con un intento fallido de investidura en diez días
acogiéndose a un informe que obliga a buscar President y evitar elecciones,
mientras Rull programa el pleno de investidura en el Parlament para el 25-J sin
candidato voluntario todavía, en tanto que ERC aplaza su congreso para decidir
si finalmente en Barcelona pacta con el socialista Collboni y entra en su gobierno
o no. Por su parte Junts exige que Puigdemont sea investido President de
Cataluña con la colaboración del PSOE como Sánchez es Presidente del Gobierno
en España con su imprescindible apoyo habiendo perdido las elecciones generales
como él ha perdido ahora las autonómicas. En fin, ya ven, es el avispero en que
Sánchez se ha metido y ha metido a todos los socialistas con tal de mantenerse
en La Moncloa. ¿Cederá Sánchez a la exigencia de ERC de un “concierto a la
vasca”? ¿aceptará el chantaje de Junts y hará President a Puigdemont?. De momento
parece ser que Illa le compra el modelo de financiación a ERC enfrentándose a
los barones críticos del PSOE.
Y por lo que respecta a otros asuntos citar que Vodafone y Ford-Valencia
anuncian casi tres mil despidos; que el IPC sube un 19% y la compra es un 35%
más cara; que Txapote es condenado a 110 años por asesinar al concejal
Zamarreño, un caso sin resolver desde 1998; que la ministra García se lava las
manos ante la falta de médicos en España; y que, tras posicionarse dos veces el
PSOE contra la Monarquía en el Parlamento de Navarra y en el Consell de
Mallorca (¡lo que nos faltaba!), según SigmaDos, los españoles respaldan la
Corona tras diez años de reinado de Felipe VI y la mayoría respalda las
decisiones del Monarca para “regenerar” la institución pero pide más pasos, el
71% considera que el Rey representa bien a España en el exterior, el 60% opina que
Leonor es una buena sucesora y el 70% que la Constitución sigue vigente aunque
el 50% cree que debe adaptarse…..¿Abrimos también este melón con la que está
cayendo no solo ya en España sino en la UE y en el resto del mundo? En fin, parece
que a algunos le viene bien que cuanto peor, mejor.
Fdo. Jorge Cremades Sena
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