domingo, 9 de junio de 2024

TEATRO, PURO TEATRO

 

                        Se llegó al final de la campaña electoral europea, convertida en teatro, puro teatro, en España, donde los españoles, tras la representación teatral, debemos recuperar nuestra condición de ciudadanos en las urnas y abandonar nuestro papel de meros espectadores de un espectáculo de divertimento teatral trágico-cómico y divertido si no fuera porque, finalizada la representación del mismo, se impone la cruda realidad y, lamentablemente, es una realidad poco halagüeña. En definitiva, teatro, puro teatro, especialmente en la última fase del espectáculo, en el que se han rebasado todos los límites de la decencia democrática por parte de nuestros políticos, convertidos en actores, al extremo de que ellos mismos han dejado paso a su propio protagonismo para hacer aparecer en escena a nuevos protagonistas, llegando al éxtasis de la representación con la ficción casi perfecta de que en algunas escenas ya no se distinguía ni siquiera quienes eran los candidatos a convertirse en eurodiputados o los protagonistas ficticios de un vodevil con números musicales y de variedades incluidas. Y entre estas escenas gloriosas e inolvidables destaca sin duda especialmente el mitin socialista de Benalmádena, que Sánchez convirtió en un acto de exaltación de su mujer, junto a él en primera fila y cogidos de la mano, mientras los fervorosos asistentes al acto gritaban “¡Begoña, Begoña, Begoña!”, faltándoles bien poco para gritar con el mismo fervor “¡Presidenta, Presidenta, Presidenta” cuando ella, como esposa de Sánchez, no constaba en el reparto de actores del espectáculo, pero eclipsaba a la protagonista, Teresa Ribera, la candidata socialista, e incluso a su propio marido, líder del PSOE y Presidente del Gobierno. Sin duda, Pedro Sánchez, el mago de las mentiras, utilizaba a su mujer como gancho electoral y la utilizaba como símbolo indiscutible de su cruzada contra la derecha y extrema derecha mediática, política y judicial, que para él son lo mismo, excepto Junts y PNV, que son otra cosa siempre que apoyen su populismo de izquierdas, que ha logrado superar incluso al de Pablo Iglesias y sus herederos, convertidos en comparsa minoritaria cabreada de su minoritario Gobierno de coalición. Entretanto Teresa Ribera, en plena declaración de amor entre Pedro y Begoña, y como candidata de un PSOE populista que confía convertir la imputación judicial de Begoña en una palanca electoral (y lo más probable es que lo consiga), decía que “nos estamos jugando el Estado Democrático”, mientras Pedro pedía eufórico a la “familia socialista” que responda al “asedio vil de la derecha” y la Fiscalía Europea recababa los correos del “caso Begoña”, cuando simplemente todo este entramado se hubiera podido liquidar por parte del Presidente diciendo: dejemos a la Justicia actuar y trabajar a los jueces, sólo se trata de investigar sobre acusaciones falsas y estamos seguros de que los tribunales esclarecerán la verdad. Pero no, eso no da voto alguno y avivar el victimismo puede que sí los dé, lo que supone no relegar la investigación al ámbito de la Justicia, porque eso no suma, y sí elucubrar sobre un complot del mal contra él y su familia que sí puede sumar, aunque para ello se requiera degradar los pilares básicos del Estado de Derecho, cuando lo precedente en un Presidente del Gobierno y de todos sus ministros sería apelar a la esencial independencia del Poder Judicial y a la imparcialidad de los tribunales de Justicia….pero, ya ven, en este caso, prefieren, por meros intereses personales y electorales, despotricar contra el juez instructor del caso que afecta a su amada esposa, la Presidenta, diciendo Sánchez públicamente que por encima de todo la va a defender y que la ama, cuando esto último pertenece al ámbito privado (y me parece perfecto que la ame, pero publicarlo no viene al caso) y cuando quien la tiene que defender o condenar, como a todo hijo de vecino, es el tribunal que la juzga e investiga su comportamiento, con todas las garantías procesales, y, en todo caso, si cupieran indicios o pruebas de prevaricación por parte del juez, lo que cabe sería denunciarlo para que sea juzgado, pero jamás verter acusaciones infundadas contra él que atentan contra la democracia, especialmente si dichas especulaciones se hacen desde lo más alto del Poder Ejecutivo.

            Teatro, puro teatro pues aunque, por fin, acaba hoy en las urnas, mientras la Fiscalía Europea manda a la Guardia Civil a la sede de Red.es en plena campaña electoral para salvaguardar los expedientes de Barrabés en el “caso Begoña” y se puedan investigar las adjudicaciones por parte del Gobierno al empresario que la mujer del Presidente del Gobierno recomendó por carta, en tanto que, por otro lado, la Complutense emprende acciones para garantizare la plataforma que registró Begoña a su nombre…..Pero ya ven, por lo visto  la justicia europea sí merece todo el respeto y tiene todo el derecho para poder investigar lo que considere oportuno en cualquier momento y lugar, pero la decisión del juez español instructor del “caso Begoña” no lo merece y su osadía de citar en plena campaña electoral a Begoña para que declare como imputada próximamente merece el rotundo reproche de Sánchez en base a una supuesta “ley no escrita” de no tomar decisiones judiciales en campañas electorales, cuando hay precedentes de lo contrario, por lo que el juez instructor le recuerda que nada le impide citar a su mujer antes del 9-J. Y es que la Fiscalía Europea aprecia también en el “caso Begoña” indicios de tres delitos (malversación, tráfico de influencias y prevaricación) y, ante una denuncia, obviamente los investiga, como debe ser, pero en similares circunstancias, el juez español instructor del caso tiene que defenderse de las críticas del mismísimo Presidente del Gobierno y, contra sus acusaciones de que politiza la justicia, se ve obligado a recordarle que ninguna ley le obliga a paralizar la investigación judicial en campaña, defendiendo la citación de la mujer de Sánchez pese a las europeas. Y este permanente señalamiento a los jueces por parte del Ejecutivo (insólito en cualquier país democrático) obliga a una reacción judicial como respuesta a su segunda carta pública porque en ella “señala a los jueces”, mientras Génova denuncia a la ministra Alegría por el uso partidista del Consejo de Ministros (otro asunto que tal baila), mientras los jueces alertan de un “ataque preventivo” para presionarles por la amnistía (otro asunto peliagudo) y mientras el Supremo aclara que no se sienten presionados por la carta de Pedro, pues ya es conocido que “cualquier decisión que no comparten la identifican con un complot contra el Gobierno” y sobre los ataques al juez del “caso Begoña” dicen los jueces que “no es Peinado, somos todos”, en tanto que el CGPJ se reunirá mañana mismo para consensuar una respuesta a tanta irresponsabilidad.

            Así las cosas, la incertidumbre crece en el último acto de este teatro, puro teatro en que se convirtió la campaña electoral, mientras la Presidenta del Congreso, Armengol, cruza otra línea roja al pedir en el Senado, durante su comparecencia en la comisión de investigación de la compra de mascarillas en Baleares, el voto contra el PP, en tanto que el ex presidente Zapatero, iniciador de esta deriva populista del PSOE, pide por teléfono el voto para el PSOE en un mensaje grabado que salta automáticamente al descolgar el fijo. Y es que con las encuestas bastante igualadas hay que movilizar al electorado sea como sea, pues los comicios europeos se han convertido en España en una especie de plebiscito sobre la amnistía (paralizada por Sánchez tras ser aprobada en el Congreso para que no interfiera electoralmente) y sobre el “caso Begoña Gómez”: Feijóo apela a iniciar el cambio de gobierno en España desde Europa y a no caer en las “trampas” de dividir el voto, y Sánchez liga el resultado a la causa judicial de su mujer y a desactivar al PP, creyendo que los populares han reducido sus expectativas iniciales durante la campaña y que “hoy están en el vamos a empatar”, cuando al inicio de la campaña Feijóo buscaba una victoria contundente y Sánchez pretendía resistir y seguir en el poder. ¿Habrá conseguido esta farsa, este teatro puro teatro, revertir las expectativas electorales? La respuesta la darán hoy los ciudadanos en las urnas.

            Lo cierto es que a partir de mañana se acaba este teatro, puro teatro, y se reinicia volver de nuevo a la realidad con el reto de ver qué pasa con la amnistía y con el próximo Govern de Cataluña, eclipsados en campaña por el “caso Begoña”. De entrada el TC anula el voto telemático y complica el sufragio de Puigdemont (socio de Sánchez) al dejar sin efecto el voto delegado de Lluís Puig, arrojando dudas sobre la investidura en el Parlament. Y de momento ERC y Junts (ambos sostenedores de Sánchez) en su nítida línea antidemocrática pero merecedora de pactar con ellos en las Cortes Generales, desobedecen al Constitucional y se disponen a dejar votar a los huidos de la Justicia, aunque rehabilitados por Sánchez cuando se aplique definitivamente la insólita amnistía, mientras Puigdemont planea reaparecer en el Parlament en cuanto el BOE publique la ley que desautoriza a la Justicia española, en tanto que su entorno reconoce que el prófugo “sueña con pasar quince días en Estremera” y que buscará un acuerdo con ERC para repetir elecciones en Cataluña si él no es investido en el Parlament…..y entretanto el prófugo prepara un referéndum con tecnología descentralizada para evitar la intervención del Estado, pues un grupo de informáticos ya le han asesorado sobre el desarrollo de una plataforma de cadena de bloques que contaría con un censo propio fuera del control de las instituciones españoles. Es nuestra peculiar realidad dentro de la UE, que nosotros mismos nos hemos buscado.

            Así pues, mientras 360 millones de europeos deciden hoy el futuro de la UE y de Europa con la ultraderecha en ascenso en muchos países (en España, según el Gobierno y sus socios, también, dado que incluyen a los conservadores del PP en la extrema derecha), nosotros, los españoles, nos dedicamos a representar un teatro, puro teatro, sobre malos y buenos, que, al margen de Europa, nos lleva a decidir si elegimos entre “más Sánchez o voluntad de cambio”, pues tanto PP como PSOE asumen que los resultados de hoy en las urnas sin duda van a tener “consecuencias políticas” en España y que la clave va a estar en la capacidad de movilización de sus respectivos electorados para que hoy nadie se quede en casa, con la intriga de ver quién de los dos consigue capitalizar el “efecto Begoña”. Por su parte Europa fija su rumbo para los próximos cinco años con el protagonismo indiscutible de tres mujeres: Von der Leyen, Meloni y Le Pen. Entretanto, Cándido Méndez, ex secretario general de UGT, dice que “la ley de amnistía es inaceptable y habría que convocar elecciones”….. sin duda, por semejante crítica, acaba de pasar para los populistas de ser un progresista de izquierdas sindicalista a ser un peligroso facha que merece ser repudiado, como el resto de críticos de izquierdas o derechas a las pintorescas decisiones que viene tomando el “progresista” gobierno de Sánchez.

            Por lo que respecta a otros asuntos cabe citar que Vox se une a Podemos en el Ayuntamiento de Sevilla para reprobar al alcalde popular aunque a falta de candidato alternativo nada cambiará; que la inflación encoge más aún la cesta de la compra de los españoles; que la falta de acuerdo entre Sanidad y las CCAA obliga a cerrar centros de salud este verano; que el mercado de alquiler provoca ya que el piso compartido supere a la oferta tradicional de vivienda; que el FMI revisa al alza el crecimiento en España hasta el 2´4%; que el BCE baja los tipos en 0´25 puntos tras diez subidas consecutivas; que Israel libera a cuatro rehenes que escondía Hamás aunque causando decenas de muertos en la operación “por tierra, mar y aire”; y que, por todo lo alto, pero con la ausencia de Putin, se celebra el aniversario del Desembarco de Normandía que finalmente posibilitó la derrota de Hitler, mientras Zelenski, presente en los actos, manifiesta que “si Ucrania es sometida, toda Europa estará amenazada” pues el “aislacionismo no era la respuesta en la Segunda Guerra Mundial y no lo es ahora” (tomemos nota, la democracia es frágil).

Fdo. Jorge Cremades Sena

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