miércoles, 12 de junio de 2024

Y TRAS LOS COMICIOS EUROPEOS, ¿QUÉ?

 

                        Aunque en España se ha instalado la falacia de que quien gana las elecciones las pierde y de que Sumar es sinónimo de restar o dividir, lo real y cierto, es saber que, al margen de explicaciones demagógicas interesadas, los resultados escuetos y concretos de las elecciones europeas son los que son y luego que cada quien saque sus conclusiones y elucubre como considere oportuno. La realidad es que en España el PP ha obtenido el 34´2% de los votos y 22 eurodiputados, sube 9; PSOE 30´1% y 20, baja 1; Vox 9´6% y 6, sube 2; Ahora Repúblicas, coalición formada por ERC, Bildu y BNG, 4´9% y 3, queda igual; Sumar, 4´6% y 3, no existía en 2019; Se acabó la Fiesta, 4´5% y 3, nuevo partido de verdadera extrema derecha inexistente en 2019; Podemos 3´2% y 2, baja 4; Junts 2´5% y 1, baja 2; y CEUS, es decir PNV y CC-PNC, 1´6% y 1, queda igual. Y también la realidad es que en Europa, donde los partidos conservadores homologados con el PP español en el PPE no son fachas contra lo que dice la izquierda española, incluido el PSOE, los resultados en escaños han sido PPE 191 eurodiputados, 15 más; Socialdemócratas 135, 4 menos; Liberales 83, 19 menos; Conservadores 71, 2 más; Identidad y Democracia 57, 8 más; Verdes 53, 19 menos; La Izquierda 35, dos menos; No inscritos 45, 16 menos; y Otros, 50 escaños. Estos son los datos reales sin trampa ni cartón, al margen de cualquier interpretación subjetiva interesada; y, a tenor de dichos datos, no parece descabellado concluir que en España ha ganado el PP por cuatro puntos porcentuales (34´2% de votos frente al 30´1%) frente al PSOE, que vuelve a perder en las urnas y simplemente resiste; que la izquierda a la izquierda del PSOE cada vez va peor al dividirse entre Sumar y Podemos, perdiendo un eurodiputado respecto a los obtenidos por IUPodemos en 2019; y que en Europa hay un auge ultra indiscutible, especialmente por la contundente victoria de Le Pen en Francia, la victoria de Meloni en Italia y el subidón ultra en Alemania (como en otros países) frente a la socialdemocracia de Scholz, que queda en tercer lugar, y el triunfo de la CDU…..datos sin duda preocupantes. En todo caso en Europa la “gran coalición” de populares, socialistas y liberales, si reeditan el pacto, logran retener la mayoría absoluta en la Eurocámara con alrededor de 400 escaños de los 720 que la componen y, al efecto, ya se ponen en marcha las negociaciones, pues allí, a la derecha democrática (los populares y los liberales) no se la tilda de “facha” y “fascista” por parte de socialistas y socialdemócratas como sí sucede en España, dándose la paradoja de que por supuestos meros intereses electorales, los socialistas de Sánchez casi  ni se hablan en España con los populares de Feijóo, pero se entienden perfectamente con los populares europeos para seguir conformando en la UE gobiernos netamente democráticos y alejados de tentaciones populistas de extrema derecha o extrema izquierda claramente euroescépticos. Así, mientras en Europa, cada quien reconoce los resultados electorales y Von der Leyen celebra la victoria del PPE en unos comicios con claro vencedor, la derecha, a pesar del retroceso de la derecha democrática y el ascenso de la ultraderecha, en España se sigue mareando la perdiz sobre lo que votaron los españoles y los socialistas-sanchistas no reconocen el triunfo del PP, cuando es obvio que los de Feijóo se han impuesto a los de Sánchez por el 34´2% de los votos (han ganado nueve escaños más en la Eurocámara y el porcentaje obtenido es superior al logrado en muchos otros países por el vencedor de los comicios en sus terrirorios) frente al 30´1% obtenido por los sanchistas, que han perdido un eurodiputado, y celebran ahora su derrota como victoria, basándose en que las expectativas demoscópicas al inicio de la campaña electoral daban mayor distancia entre ambos partidos a favor de los populares….ya ven, puro populismo para desvirtuar una realidad que, guste o no, es la que es y como demócratas hay que aceptarla e intentar ponerle remedio sin populismos demagógicos.

            Así las cosas el PP, conseguido el liderazgo político en España, pide a Sánchez convocar elecciones (como ha hecho Macron en Francia, tras sufrir un duro castigo en las urnas) dado que la minoritaria coalición gubernamental de Sánchez también ha perdido otro escaño más por lo que es ahora incluso más débil de lo que era antes, al extremo de que Yolanda Díaz anuncia que deja de liderar la coordinación de Sumar, aunque no su cargo de Vicepresidenta del Gobierno, que, a dedo, le concedió Pablo Iglesias antes de tirar la toalla. Sumar, de momento, queda descabezado con la renuncia de Yolanda y el PP, en todo caso, aleja una moción de censura con el argumento de que “la salida de Sánchez se cocina a fuego lento” mientras crece la preocupación en el PSOE por la progresiva pérdida de votos, especialmente en Andalucía y Madrid. La coalición gubernamental se agrieta al dejar Yolanda Díaz a Sumar sin liderazgo y convertir la plataforma en un polvorín por la sucesión en medio de duras críticas por parte de los partidos que la forman a causa del fracaso electoral y sólo Sánchez la mantiene como Vicepresidenta del Gobierno y, a pesar de todo, presume de fortaleza y rechaza convocar elecciones aunque la crisis desatada en la izquierda radical (sus socios gubernamentales) y la presión independentista (sus apoyadores de investidura) dificulten la legislatura aún más de lo que ya está. Esta es la realidad en España tras los comicios europeos, mientras en Europa destaca la gran victoria de Le Pen en Francia, que hunde a Macron, y el auge ultra en Alemania y otros países, que hunde a Scholz, mientras Meloni gana en Italia y Tusk se impone en Polonia con su proyecto europeísta, en tanto que en España el PP de Feijóo derrota de nuevo al PSOE de Sánchez, aunque éste lo niegue, y le quede el consuelo de que el PSC se haya impuesto en Cataluña con un 30% del voto, al igual que el PSOE en España (Feijóo en España tiene el 34%), pero ya ven, Illa, el líder socialista catalán, si vence en tierras catalanas y el líder del PP no vence en tierras españolas con mayor porcentaje de apoyos (misterios sin resolver).

            En todo caso procede señalar que la estrategia victimista de Sánchez en la campaña de carácter altamente populista, ha propiciado que a duras penas resista, pues al inicio de la misma los sondeos le auguraban un mayor hundimiento, salvo el CIS de Tezanos que finalmente le daba cinco puntos por encima del PP (sólo se equivocó en 9 puntos), y gracias a esto Sánchez puede permitirse atrincherarse ahora en Moncloa buscando ganar tiempo para superar la crisis de la coalición, mientras Pablo Iglesias vaticina el fin de Sumar (sinónimo de restar y dividir) y califica a Yolanda como una “ministra independiente”, en tanto que Israel y Argentina celebran la “derrota” del PSOE en las europeas por apoyar a Palestina e insultar a Milei. Al final, entre unas cosas y otras, ya contamos en España con tres partidos en la derecha (PP, Vox y Se acabó la Fiesta) y tres en la izquierda (PSOE, Sumar y Podemos)….no nos podemos quejar, ya tenemos de todo, a lo que hay que añadir, para que no nos falte de nada, el complicado mundo del nacionalismo e independentismo político, cada vez más montaraz y antidemocrático…. (perdón, parece ser que Yolanda, emulando a Sánchez, donde ha dicho digo dice Diego y no se va del liderazgo de Sumar….o, al menos, no se va del todo).

            Por cierto, como era de esperar, pasadas las elecciones, el Gobierno publica por fin en el BOE la Ley de Amnistía que ya entra en vigor, siendo obvio que Sánchez ha procurado evitar sus efectos en plena campaña no publicándola en el BOE inmediatamente después de aprobarse en el Congreso como es costumbre. Y, como era de esperar, el independentismo (socio de Sánchez en su conjunto) se une ahora frente al PSC y controlará la Mesa del Parlament tras nombrar President de la misma a Josep Rull, de Junts (condenado por el Supremo e indultado por el Gobierno) con el voto de dos diputados huidos, contra las indicaciones del TC por unanimidad, arrebatándole la Presidencia a la candidatura del PSC de Illa, ganador de los comicios catalanes….. y, ante comportamientos tan antidemocráticos, Illa, entretanto, negándose a hablar con Vox o el PP para intentar una solución democrática a tanta osadía antidemocrática por parte del secesionismo radical. Es obvio que Illa prefiere (o le exigen) quedarse solo y ceder a Junts el control del Parlament, mientras ya preparan la vuelta de Puigdemont, pues al líder socialista catalán y a su jefe Sánchez les gusta más negociar con los condenados y prófugos por delitos contra el Estado democrático (o someterse a sus antidemocráticos caprichos) que negociar con la derecha, a la que llaman globalmente “facha” y “fascista”, a pesar de que la mayoría de ella, es decir, el PP, se ha ido alternando en la gobernanza de España con el PSOE desde la Transición hasta la llegada del populista Sánchez a la Moncloa. Sin embargo, y a pesar de todo, el Tribunal Supremo complica el regreso de Puigdemont para su investidura ya que el juez Llarena (desautorizado y vilipendiado con la insólita Ley de Amnistía) mantiene por ahora la orden de busca y captura del fugado, cuando, por cierto, Sánchez dejó claro que lo traería para ponerlo ante los tribunales….y ya ven.

Y es que la Justicia, al menos frena las prisas de los beneficiarios de la amnistía, mientras los tribunales instan a fiscales y acusaciones a que se pronuncien ante la cascada de peticiones, que habrán de verse en cada caso, en tanto que el Tribunal de Cuentas da el primer paso y apelará a la Justicia de la UE, mientras los fiscales no ceden ante el Fiscal General del Estado, García Ortiz, e insisten en el delito de malversación, pues los fiscales del 1-O rechazarán su orden “contraria a la ley” de aplicar la amnistía, que ahora entra en vigor con más de 300 causas abiertas por el antidemocrático “procés”, por lo que García Ortiz convoca a los fiscales para que informen a favor de aplicarla, pero ellos se niegan y están decididos a llegar hasta el final, esgrimiendo especialmente que no se puede borrar la malversación (rebajada ad hoc por el Gobierno) porque el Supremo dijo que hay un “beneficio particular”. El previsible enredo de la justicia, está servido y Llarena, haciendo uso de su derecho y obligación, comunica a las Fuerzas de Seguridad que las órdenes de detención siguen “vigentes y activas”, mientras el Tribunal de Cuentas eleva ya el asunto a la UE para que España recupere hasta 53 millones gastados en el 1-O. El asunto pues, no ha hecho más que empezar.

Cabe añadir además que en Francia el posible pacto con Le Pen fractura a la derecha tradicional francesa ya que el Presidente de Los Republicanos defiende un acuerdo con la ultraderecha; que el hijo de Biden es declarado culpable por mentir al comprar un arma; que el tenista Alcaraz conquista París con su tenis desbordante y gana su primer Roland Garros al derrotar a Zverev; que el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el plan de paz de Biden en Gaza, mientras el líder militar de Hamás, Yahya Sinwar, alardea del “sacrificio necesario” de la población y se jacta en unas grabaciones de tener “a los israelíes justo donde los queremos” y reconoce que el ataque terrorista buscaba torpedear la paz; y, finalmente, que el CGPJ pide “contención” a Sánchez por sus ataques al juez Peinado y le reclama el “máximo respeto” al magistrado que investiga a su mujer por corrupción, mientras el Fiscal General del Estado asume que le investigue el Tribunal Supremo y aclara al juez que fue él quien ordenó publicar la nota sobre la pareja de Ayuso, quien pide justicia ante la revelación de secretos a la que, como cualquier otro ciudadano, tiene derecho.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario, gracias