Andan los
dirigentes y candidatos de los distintos partidos que se presentan a las
autonómicas y municipales haciendo cábalas sobre las posibilidades que tienen
de salir elegidos y de conformar un posterior gobierno en la pertinente
institución a la que se presentan. Y como anden a ritmo de encuestas, no
extraña que finalicen la campaña con propensión a una esquizofrenia crónica
pues cada una de ellas, según la empresa demoscópica y la que se la encarga,
dibuja un panorama distinto, y casi siempre incierto, sobre las intenciones de
voto de los españoles. Al final, salvo la percepción generalizada que se tiene
en líneas generales ( de ausencia de mayorías absolutas, de deterioro de los
partidos clásicos y de pujanza de los emergentes), poco más se puede concluir
de dichas encuestas al respecto. Valgan algunos ejemplos: si ayer, según
SigmaDos Ada Colau estaba a dos puntos por debajo de Trías en Barcelona, hoy,
según Metroscopia, Ada le sacaría nada menos que cinco puntos; si para unos
Podemos se estanca o va a la baja, para otros, las listas camufladas que apoyan
avanzan tanto en Barcelona como en Madrid, al extremo de que ya hay un empate
técnico entre Manuela Carmena y Esperanza Aguirre; si el PP, según unos
sondeos, tendrá graves dificultades para gobernar en no pocas CCAA, según
otros, en este caso NCReport, podrían mantenerse incluso sin apoyos en
Castilla-León, Castilla La-Mancha, Murcia, Rioja y con apoyos Valencia y
Madrid…. Y así sucesivamente. Por tanto, nada mejor que transcribir los
resultados de cada una de las encuestas y que ustedes mismos saquen sus propias
conclusiones a la espera de la verdadera encuesta que será la del 24-M… eso es
lo que dicen los líderes políticos aunque obviamente con la mosca detrás de la
oreja. Entretanto, para animar el cotarro, Pablo Iglesias dice que “el
populismo de izquierdas es clave para el cambio” y que “la pureza ideológica”
no existe en política, mientras que Rajoy sostiene que “el PP es el único que
garantiza la estabilidad” y que el cambio empezó en 2011 y no hay que pararlo.
Pues bien, al margen
de que, según NCReport, Podemos pierde fuelle y C´s aguanta, y de que, según
GAD3 el PP obtendría mayoría en diez de las trece comunidades que celebran
elecciones, según Metroscopia los resultados en Madrid serían: PP el 29´7% de
votos y 19 ediles, Ahora Madrid el 27´8% y 17, PSOE el 17´2 y 11, y Ciudadanos
el 16´4% y 10; y en Barcelona: Barcelona en Comú el 27% de votos y 12 ediles,
CiU el 22% y 10, Ciudadanos el 13´9% y 6, ERC el 12% y 5, CUP el 8´3% y 3, PSC
el 8´2% y 3, y PP el 5´1% y 2…. con lo que Podemos (es decir Ahora Madrid y
Barcelona en Comú) estaría en alza y en una posición privilegiada. Y, según
SigmaDos, en una Comunidad importante para el PP como Castilla la Mancha,
Cospedal se quedaría al filo de gobernar en mayoría ya que el PP ganaría las
elecciones con el 37´9% de votos y entre 15-17 escaños, frente al 32´9% del
PSOE que obtendría entre 11-13, mientras tanto Podemos como Ciudadanos, tras la
reducción de miembros de la Cámara, no pasarían de 3 diputados. Es el ambiente
esquizofrénico que se respira mientras PP y PSOE pugnan por el voto de los 2´5
millones de indecisos que, seguramente, es dónde está la clave para despejar
tantas incógnitas. Por cierto, en los juzgados se está intentando esclarecer
una incógnita electoral, pues, al parecer, el PSOE de Melilla urdió una trama
para “ofrecer trabajo a cambio de votos”… en todo caso, salvo que se trate de
una especie de compra de votos explícita, ¿no es trabajo lo que ofrecen en la
campaña todos los partidos para que les voten? No, si al final, acabaremos sin
entender nada.
En fin, en cuanto a
asuntos del exterior, mientras EEUU golpea al Estado Islámico con una incursión
en Siria en la que un comando de élite mata a un dirigente yihadista y captura
a su esposa, el Papa Francisco llama al líder palestino “ángel de la paz”
durante una audiencia en El Vaticano. Y mientras la condena a Mursi consuma la
venganza del régimen egipcio culminando con su sentencia a muerte dos años de
fuerte represión contra los Hermanos Musulmanes, en las costas de Libia, donde
han muerto desde enero unos 1.800 subsaharianos, sirios o bangladesíes, sigue
el crudo despertar del sueño europeo que duermen unos 200.000 inmigrantes más
en suelo libio a la espera de cualquier barco o patera que les lleve a la
cercana isla italiana de Lampedusa, convertida en un espejismo paradisiaco del
desierto africano.
Jorge Cremades Sena
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