Mientras
Ciudadanos y Podemos deciden el mapa político español, haciendo valer bien
caras sus derrotas electorales frente a los partidos mayoritarios PP y PSOE,
Felipe González, después de su frustrada visita a Venezuela y tras comprobar “in
situ” la situación política y económica venezolana, critica los acuerdos de los
socialistas con “los monaguillos de Maduro”, tal como califica a los líderes de
Podemos, en tanto que un sector del partido de Pablo Iglesias, critica la deriva
hacia “un partido más” dentro del sistema (¿alguien esperaba otra cosa?), ya
que un manifiesto de Echenique y 22 dirigentes y cargos electos lamenta que ha
dejado de ser “el único instrumento de cambio” (¿de qué cambio?). En fin, monaguillos
o no de Maduro y el chavismo, lo cierto es que, entre unos y otros, se van
consolidando acuerdos que permiten gobernar las instituciones (o, al menos,
investir a sus autoridades… luego ya veremos) en esta nueva y novedosa España
de los pactos, inmersa en un cruce de intereses, en el afán de poder por el
poder y en la exaltación de los personalismos que no reparan en juntar churras
con merinas con tal de hilvanar un mínimo acuerdo que satisfaga los miopes
objetivos de unos u otros. Si para ello es necesario relegar a la lista más
votada o a la siguiente, y así sucesivamente, poco importa… el que menos votos
y escaños tenga es el que manda (así lo ha decidido el pueblo, alegan sin
sonrojarse) y, por tanto, si se empeña, puede llegar a ser el alcalde o el presidente
de comunidad más idóneo por arte de magia en este laberíntico proceso
negociador o, en todo caso, quien imponga al que se preste lo que hay que hacer
en el futuro. Cierto que en algunos lugares, como en Zumaia, los votantes han
decidido que la víctima de ETA, como Oier Korta, desplazando a los abertzales
de EH Bildu, se convierta en alcalde del lugar en que los etarras mataron a su
tío, aunque la tónica general es que lo que menos importe a la hora de pactar
sea la condición ideológica y que, con tal de gobernar, sobre todo si se trata
de expulsar de las instituciones a la “perversa” derecha popular (argumento
frentista que acoge sin rubor alguno a los dispares ideológicos), se conformen
contubernios gubernamentales bajo el paraguas de conceptos engañosos e
indefinidos (“progreso”, “izquierda”, “cambio”….), conformando heterogéneos
equipos inimaginables en los que caben todos (abertzales, pancatalanistas,
nacionalistas, comunistas, independentistas, izquierdistas radicales,
socialistas, antisistema, etc etc) que por mera racionalidad, salvo que todo
sea un engaño mayúsculo, no podrían diseñar un proyecto conjunto sin prostituir
previamente sus postulados o principios programáticos muchas veces antagónicos.
El delirio en las negociaciones en Valencia, por ejemplo, aunque no el único,
es buena prueba de ello; o en la Comunidad de Madrid, o en Navarra….
En semejante coyuntura,
dice Cifuentes que asume “el compromiso con C´s de celebrar primarias” y está
decidida a implantar dicha fórmula en el PP, quedando el acuerdo pendiente de
redactar dicho punto y la limitación de mandatos; por su parte Juan Marín, el
líder de C´s andaluz, que al fin deja mandar a Susana Díaz en Andalucía,
manifiesta que “si hubiera ganado el PP habríamos apoyado a Bonilla”, un
criterio, al menos coherente y generalizable, como el de apoyar la lista más
votada, que se viene abajo en otros lugares, como en Granada, donde C´s
prefiere enredarse de forma incoherente con la melé política habitual anti-PP
sin ton ni son. Por otro lado el PSOE asume el programa de Podemos para
gobernar la Comunidad Valenciana (en otros lugares para que gobierne Podemos o
cualquiera de sus marcas de camuflaje), que, al parecer, presidirá por fin Ximo
Puig, tras obtener los peores resultados de la historia del PSPV, después de
aceptar crear una agencia tributaria propia, una banca pública, una renta
mínima y luz y agua subvencionadas (en fin, como ven nada de lo que proponía su
proyecto y programa electoral); asimismo los socialistas darán el Ayuntamiento
de Madrid a Carmena y en Baleares dicen “sí” a una tasa turística y abrir Marivent
al público. No extraña pues que, entre unos y otros, al final, por ejemplo,
Carmena entregue cultura a un “okupa” y la portavocía a Rita Maestre, persona
tan tolerante que participó en el asalto a la capilla de la Complutense.
Tampoco es de extrañar que el PSPV rechace la oferta del PP valenciano de
abstenerse para dar la presidencia al PSOE y ejecutar su programa electoral en
la Comunidad (otra fórmula distinta de gobernar a la del tripartito radical, de
tan nefasto recuerdo en Catalunya, especialmente para los socialistas) a cambio
de aquellos ayuntamientos en los que los populares fueron más votados, pues si
ya lo rechazaron en Andalucía… Entretanto Rajoy (con la polémica de fondo sobre
si comunicó o no comunicó a Sánchez que no excluía un adelanto electoral) duda
sobre los movimientos a realizar para evitar un descalabro electoral en las
generales, decantándose, parece ser, por reforzar su papel personal como
portavoz del Gobierno y del partido, pero sin que afecte a Sáenz de Santamaría
ni a Cospedal, con un ajuste mayor en el partido que en el Ejecutivo.
Y en cuanto a otros
temas se refiere, destacar que el doctor que detectó la difteria avisó en 2011
de la posibilidad de un brote de la enfermedad; que el portavoz de Interior del
PSOE se reúne en un bar con comisarios del 11-M, en tanto que la cúpula de
Rubalcaba intensifica sus encuentros tras el 24-M; que el cártel de 45
desguaces desmantelado usaba cajeros para poder cobrar en negro; que el
Instituto Valenciano de Arte Moderno inflaba los precios que pagaba por arte
hasta un 1.500%, según la auditoría realizada por la Intervención General de la
Generalitat; que Ana Botín apuesta por invertir en educación para ser más
competitivos; que el Banco de España pide más reformas, coincidiendo con el FMI
en que España debe abaratar el despido, subir el IVA y extender el copago; y
que el Rey revoca el título de Duquesa de Palma a su hermana la Infanta
Cristina, una medida, ratificada por el Gobierno, inédita desde la Restauración
de la Monarquía, que obedece a una decisión personal de Felipe VI durante su,
hasta la fecha, breve mandato.
Por lo que respecta a
asuntos del exterior, mientras presidentas de Europa y América (concretamente, la jefa de gobierno de Alemania Ángela Merkel, de Brasil Dilma Rousseft y de
Chile Michelle Bachelet) participan en la cumbre de la Unión Europea y la
Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe, donde se debatió la crisis
de Venezuela, el FMI y Bruselas dan por finalizada la negociación con Grecia y
los acreedores exigen una respuesta definitiva de Tsipras el próximo 18 de
junio en el Eurogrupo. Destacar asimismo que, aunque la crisis reduce la
confianza de los españoles en Europa, que ha caído 10 puntos desde 2009 después
de estar 30 años en la UE, se mantiene el apoyo a la Unión en cotas bien altas,
un 70%, siendo los votantes de Podemos los más escépticos…. ¿acaso prefieren la
deriva griega?
Y para finalizar,
citar que el Papa crea un tribunal para juzgar a obispos que encubran la
pederastia; que el escritor cubano Leonardo Padura ha sido galardonado con el
premio Princesa de Asturias de las Letras; que el opositor venezolano Leopoldo
López, que lleva 18 días en huelga de hambre en el penal de Ramo Verde, se
refugia en la pintura, mientras su hermana afirma que aún “tiene fuerzas para
seguir luchando”; y que EEUU cambia su estrategia en Irak ya que Obama enviará
450 instructores militares al país para contener el avance del Estado Islámico.
Jorge Cremades Sena
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