Cuatro
atentados yihadistas en el mismo día y cada uno en un distinto continente pone
en evidencia el peligro global para el Planeta de un terrorismo globalizado
que, obviamente, sólo se puede combatir mediante una globalización defensiva de
gran alcance por parte del mundo libre y democrático. La sangrienta ofensiva
yihadista, casi sincronizada, siembra de sangre, terror y muerte en un solo día
a Francia, Túnez, Kuwait y Somalía. Un balance desolador: en Francia una
persona decapitada por uno de sus trabajadores y varios heridos al intentar el
yihadista volar la planta de gas en Lyon donde trabajaban; en Túnez, al menos
37 turistas muertos y 36 heridos, a manos de un joven estudiante tunecino que
ametralla en la playa a los clientes de dos hoteles, uno de ellos español; en
Kuwait, 25 muertos y 202 heridos en un ataque suicida, reivindicado por el IS,
contra una mezquita chií a la hora del rezo; y en Somalia, 56 muertos a manos
de Al Qaeda al irrumpir un coche bomba en un cuartel de la Unión Africana.
Demasiados muertos y heridos, en un solo día, que se suman a los miles que
conforman tan trágico balance mediante el goteo casi diario de actos
terroristas a lo largo y ancho del mundo. En esta ocasión, parece ser que el EI
celebra con sangre su aniversario, en un viernes de Ramadán sangriento donde
los haya, aunque para su siniestra forma de proceder no necesita excusas. Francia
decreta la alerta máxima, España la sube al nivel 4 (sobre 5) ante el “riesgo
alto de atentado”, Túnez reacciona impotente ante una clara amenaza que
pretende arruinar los ingresos sustanciosos del turismo buscando la ruina del
país (tres meses antes fue la masacre del Bardo), Kuwait y Somalia evidencian
que el yihadismo radical es algo más que una guerra contra Occidente o una
guerra religiosa. No basta con que España refuerce el control de las zonas bajo
mayor amenaza yihadista (25 terroristas salidos de nuestro territorio han
muerto en Irak y Siria), ni que Francia haga lo propio, ni que Túnez ordene el
cierre de decenas de mezquitas salafistas tras el atentado (mientras
Susa se queda desierta por el abandono masivo de turistas, más de 5.000 en
vuelos chárter), ni de otras medidas por el estilo, pues hablamos de una
amenaza global contra el mundo civilizado, mejor dicho, contra los mundos
civilizados, y por ello la Comunidad Internacional no puede ni debe quedarse de
brazos cruzados, ni dejar las soluciones al libre albedrío de cada país, sino
que tiene que actuar urgentemente con todos los medios a su alcance y en todos
los terrenos, desde el defensivo hasta el legislativo, pasando por el
económico, cultural, social…… No es un problema exclusivo de judíos, cristianos
o musulmanes; ni de ricos y pobres; ni del este o el oeste, ni del sur o el
norte…. Es un problemón de toda la Humanidad. Dice Shirin Ebadi, Premio Nobel
de la Paz, que “a los del IS no hay que lanzarles bombas sino bombardearles con
libros”… me temo que, además de ello y de las medidas anteriormente tomadas, se
requiere algo más para acabar de una vez por todas con el terror.
Y se requiere algo más
que gestos chulescos por parte del gobierno populista griego para alcanzar una
prórroga del rescate de Grecia que se precipita hacia el abismo de salir del
euro tras un referéndum convocado para el 5 de julio por Tsipras como medida de
presión al Eurogrupo. Los gobiernos europeos entienden que Atenas cierra con
ello la puerta al diálogo y rechazan prorrogar el rescate que expira el próximo
día 30 de junio, con lo que el miedo de los griegos a un “corralito” provoca
colas inmensas en los cajeros para intentar sacar dinero. Europa se planta
definitivamente y Grecia queda al borde del colapso, por más que Varufakis
advierta de que se rompe el modelo europeo, sin entender que, siendo malo
romperlo, es precisamente el gobierno al que pertenece quien lo rompe al no
cumplir los compromisos adquiridos por Grecia como hace el resto de socios. El
BCE se reúne hoy de urgencia, mientras el Eurogrupo expulsa a Grecia y estudia
el plan B ante el nuevo escenario, malo para la UE y pésimo para Grecia.
Ya que estamos en noticias
del exterior, destacar que en EEUU el Supremo da respaldo constitucional a las
uniones homosexuales en todo el país, por lo que el matrimonio gay ya es un
derecho de los norteamericanos; una histórica decisión del Supremo, aplaudida
por Obama.
En España cabe
destacar que Chaves y Zarrías atrasan ahora la entrega del acta parlamentaria y
Viera rechaza hacerlo pasándose al Grupo Mixto, con lo que compromete al PSOE,
que mantiene en el partido a la cúpula de los ERE; que el “dedo” de Ada Colau,
siguiendo y superando el ejemplo de Carmena, ficha también a la pareja de su
número dos en el Ayuntamiento de Barcelona, tras haber fichado a su propia
pareja; y que empresarios de Qatar financian el salafismo en las mezquitas de
Cataluña, donde aumentan los “templos clandestinos” en los que se predica el
radicalismo. Entretanto, dice Aznar que “el PP debe acometer una rectificación
enérgica, creíble y suficiente”, urgiendo a recuperar el “ADN del partido”, su
unidad interna y el centro derecha para ganar las elecciones generales ya que
“hay tiempo”.
Y, para finalizar,
cabe destacar que la muerte del niño con difteria, tras 25 días en la UCI,
divide Olot y reabre el debate de la vacunación obligatoria, enfrentando a los
vecinos. “No se puede estigmatizar a los padres” dicen algunos, mientras los
especialistas, que admiten la dificultad de conocer el origen del brote
infeccioso, consideran que el menor, no vacunado de difteria, habría tenido 30
veces más probabilidades de sobrevivir si sus padres lo hubieran vacunado. No
es cuestión pues de estigmatizar a nadie ya que sus padres obraron así con la
mejor de la voluntad, pero, a su vez, la sociedad debe tomar conciencia de que
hay asuntos que no se debieran dejar al libre albedrío, muchas veces errado, y,
por el bien de todos, empezando en este caso por el niño y sus padres, debieran
ser de obligado cumplimiento.
Jorge Cremades Sena
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