Andan los partidos de la oposición buscando
su sitio de cara al curso político que acaba de comenzar mientras el Gobierno
comienza a echar a andar. De un lado, Guindos renueva su equipo para encarar la
negociación política y, mientras se intenta que el Pacto de Toledo tenga en
primavera las primeras medidas para asegurar las pensiones, Rajoy sorprende y
elige a un magistrado, José Manuel Maza, como nuevo Fiscal General del Estado,
lo que, al parecer, “agrada” a Ciudadanos, único partido de la oposición
dispuesto a echar una mano en la gobernabilidad de España, para, entre otras
cuestiones, impulsar que la investigación la lleven los fiscales y no los
jueces, mientras Madrigal, la actual Fiscal General, se entera poco antes de la
propuesta de que no seguiría en su cargo. De otro lado, los partidos de la
oposición recalcitrante, socialistas y podemitas, andan enredados en sus
problemas internos de forma palpable. El PSOE está decidido a sacar al PSC de
los órganos de dirección, por lo que Fernández e Iceta ya preparan su reunión
en un clima de ruptura, aunque el catalán pide al PSOE mantener el vínculo
actual con el PSC, y, mientras Susana Díaz reduce la jornada de los
funcionarios de la Junta a 35 horas semanales, no son pocos quienes apuestan
cada vez más por crear la Federación del PSOE en Cataluña y romper con los
nacional-socialistas del PSC con todas las consecuencias. Por su parte en
Podemos, mientras Iglesias defiende un populismo de izquierdas para
distinguirse del populismo triunfante de Trump, el pulso de los errejonistas a
los pablistas para hacerse con la dirección del partido en determinados ámbitos
territoriales refuerza a Pablo ya que su candidato, Espinar, ha salido
triunfante en Madrid frente a la errejonista Rita Maestre, que, obviamente, ya
esperan la purga pertinente por más que vencedores y perdedores anuncien a
bombo y platillo que todos nadarán en un mar tranquilo en el futuro; las
primarias, cuestionadas incluso por Monedero, son lo que son y dan para lo que dan,
con lo que las bases se imponen a la facción aparente más radical y menos
viable para gobernar el Estado…. ¡ya habrá tiempo para rectificar si llega el
caso, pues una cosa es predicar para ganar unas elecciones y otra dar trigo si
es que estas se ganan!; lo cierto es que a nivel interno el líder podemita
logra una gran movilización de sus partidarios y derrota, también en Andalucía,
a los sectores aparentemente más moderados, aunque no son pocos quienes opinan
que este juego entre Errejón e Iglesias es mera estrategia de cara a la
galería, pero lo cierto es que el caso del famoso pisito de Espinar se ha
desvanecido, como desvanecido está el caso del pisito de la abuela de Iglesias,
heredado por su madre, que no habita en el mismo (requisito indispensable para
tener un piso de protección oficial), cuando, según palabras de su hijo, que
vivía en él y allí tenia incluso domiciliada su empresa, lo utilizaba
simplemente como “picadero” (lenguaje feminista donde los haya). Ya ven, el
populismo no tiene fronteras.
Quien tampoco tiene fronteras, ni legales ni de ningún
tipo, es el totalitarismo independentista. Puigdemont, que copia para Cataluña
el impuesto de Bildu a las grandes fortunas, nada más conocer el triunfo de
Trump en EEUU, le ofrece colaborar entre sus naciones, lo que, sin lugar a
dudas, habrá obligado al norteamericano a mirar un mapamundi para saber dónde
está Cataluña y de qué nación se trata, mientras que París protesta a España
(obviamente de Estado a Estado, de nación a nación) por la declaración del
Parlament sobre el derecho a decidir de la Cataluña francesa que, según los
independentistas, formaría parte indiscutible de la “nación catalana” al igual
que sucedería con la “nación vasca”… reivindicaciones tímidas en todo caso por
parte de los independentistas (sólo sostenidas por los más radicales) entre
otras cosas porque saben que Francia no es España y, en caso contrario, no
tolerarían ningún desliz totalitario al respecto como sucede en España… Pero,
en fin, ahí queda la protesta francesa por si acaso.
En cuanto a otros asuntos se refiere, cabe destacar que los
agresores de los guardias de Alsasua son, según la Audiencia Nacional, un grupo
organizado que pretende “provocar miedo e inseguridad” a los agentes y sus
familias; que el juez pide al Diario El Mundo el “powerpoint” para investigar
la financiación ilegal del PP valenciano ya que, al parecer, en él se explica
cómo burlar los controles legales para delinquir; y que el empresario minero
Victorino Alonso es condenado a dos años y medio de cárcel y a pagar una
indemnización de 25´5 millones de euros por destruir el yacimiento neolítico de
la Cueva de Chaves en Huesca. Igualmente cabe destacar el fallecimiento del
dramaturgo y escenógrafo Francisco Nieva a los 91 años de edad y la del
cantante canadiense de ronca voz Leonard Cohen a los 82 años, dos pérdidas en
el mundo de la cultura irreparables e irrepetibles…. ¡descansen en paz!.
Y en el exterior resalta obviamente el terremoto Trump. El
todavía presidente Obama y el presidente electo ponen en marcha una difícil
transición con su primer entrevista, fría y distante aunque correcta en las
formas, en el Despacho Oval. Obama sostiene que “debemos trabajar juntos” y
Trump dice que “haremos cosas absolutamente espectaculares” en este inicio de traspaso
de poderes con pies de plomo y guante blanco. Y mientras Trump prepara un
gobierno de grandes empresarios y políticos afines para revolucionar la gestión
desde el inicio de su mandato, provocando la volatilidad en los mercados
mundiales, afirma estar “impaciente” por trabajar y Obama califica el encuentro
con el republicano de “excelente” (basta ver sus rostros para desmentirlo),
mientras Rusia admite sus vínculos con Trump, quien, por cierto, borra de su
web prohibir la inmigración musulmana (ya ven, empieza el tío Paco con las
rebajas). Entretanto, miles y miles de ciudadanos protestan en las calles por
la elección del populista republicano, mientras él desacredita a la prensa y a
las manifestaciones en su contra, acusando a los participantes en las mismas de
ser “agitadores profesionales incitados por los medios”, mientras aumenta la
alarma por la violencia racista y el movimiento de “indignados” provocando
violencia en las calles. Y es que quien siembra vientos recoge tempestades,
pues siendo inaceptables dichas manifestaciones callejeras contra quien
democráticamente ha ganado las elecciones (así lo ha querido el pueblo
norteamericano mayoritariamente), no es menos inaceptable que él, durante la
campaña electoral, dijera que sólo aceptaría el resultado si él era el vencedor
y que, en caso contrario, lo cuestionaría. Ahora toca apechugar con las
consecuencias… es la tragedia inevitable tras el triunfo de los populismos en
los países democráticos.
Jorge Cremades Sena
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