Es la
división que hace Artur Mas en Cataluña al afirmar que quien no vote a su
mágica lista, en la que anda camuflado, “lucha para que salga el proyecto de
Aznar” y además llama a Pablo Iglesias “ultraderechista” acusándole de usar “el
mismo tono que el PP”, lo que en definitiva supone que no caben términos medios
entre los catalanes, o eres independentista o eres ultraderechista, lo que, en
boca de Artur Mas, transformado en independentista radical e izquierdista acérrimo
a última hora (jamás fue ambas cosas sino todo lo contrario), es realmente patético.
Comparar a Pablo Iglesias con la ultraderecha o simplemente con el PP y decir
que fuera del independentismo catalán sólo cabe el proyecto de Aznar (supongo
que quiere decir un proyecto de derechas, lo que el propio Mas representó hasta
hace cuatro días) sólo cabe en una mente trastornada que distorsiona la realidad
que le rodea. No extraña pues, en tales circunstancias, que, frenado o
dificultado el plan de la agencia tributaria de Mas por el Tribunal
Constitucional, como era de esperar desde cualquier óptica democrática, la
Generalitat, que él dirige, insista en que todo el plan seguirá adelante. Más
coherencia y menos hipocresía cabe en el “número 3” de la CUP al declararse
partidario, con todas las consecuencias, de salir de la UE que en el President,
quien, sabiendo que así será en caso de proclamar una independencia unilateral
y al margen de la ley, dice todo lo contrario. Aunque, hablando de trastornados
fuera de la realidad, siempre hay quien gana al propio Mas, como por ejemplo
Monedero que compara al opositor venezolano Leopoldo López (socialdemócrata y
perteneciente a la Internacional Socialista) con los etarras. Y, mientras
Sánchez reivindica la hegemonía del PSOE en la izquierda, aclarando que “Corbyn no es el Podemos británico” (por cierto que nada más ser
proclamado líder del laborismo ya renuncia a sacar a Reino Unido de la UE… y es
que nada mejor para bajar la demagogia que un cargo de cierta responsabilidad),
su compañera Susana Díaz hará su propia campaña y no coincidirá con él en
ningún acto en Cataluña, pidiendo, al parecer, ir con Chacón. En fin, que si
seguimos tan confusos sobre donde estamos ideológicamente unos y otros,
convendría hacer un curso intensivo al respecto antes de asumir cualquier
responsabilidad política o gubernamental, pues si nuestros líderes políticos y
nuestros gobernantes no saben ni por donde andan difícilmente sabremos por
donde andamos el común de los mortales.
En cuanto a otros
asuntos, cabe destacar que el juez ordenará detener a una decena de empresarios
del 3% tras el 27-S, pues la documentación incautada en los registros implica a
varios industriales en el feo asunto de las comisiones (para bien o para mal,
tanto ellos como quienes se las solicitaban sí sabían por dónde andaban). Y
destacar asimismo que para que se celebre en Tordesillas el ya famoso Toro de
la Vega se precisan más agentes que para la celebración de un partido de
fútbol, pues un helicóptero y más de 250 guardias civiles velarán por la
seguridad en la polémica fiesta… ni tanto, ni tan calvo (no sé si tirios y
troyanos saben por dónde andan, pero, al margen de otras consideraciones, de
momento se trata de un festejo legal por muy de mal gusto que sea y, en todo
caso, la solución a la bestialidad no puede ser jamás más bestialidad y
violencia). ¿Sabemos por dónde andamos? Yo, al menos, lo dudo.
Y, ni que hablar ya
del problema de los refugiados, en el que toda Europa ya ni sabe por dónde va.
Como se suponía fracasa la cumbre de Ministros de Interior de la UE para
resolver la crisis migratoria, mientras los países del Centro y el Este
responden a la misma con controles fronterizos. La UE sigue sin lograr una
política común sobre los refugiados y los Ministros de Interior ni siquiera
consiguen imponer la participación obligatoria en el reparto de los mismos,
aplazando a octubre la asignación de cuotas por Estado. Como Alemania y Francia
son incapaces de convencer a los países del Este de la necesidad de fijar dicho
reparto, la UE sigue dividida, en tanto que los 120.000 refugiados siguen a la
espera de su destino inmediato, miles y miles de ellos se apresuran en cruzar
Hungría lo antes posible ante el anuncio de más controles fronterizos y de la criminalización
de la entrada ilegal… y miles de sirios y afganos siguen llegando al pequeño
enclave griego de Lesbos, ya conocido como la isla de los hacinados. ¿Sabe la
UE por dónde anda? ¿Lo sabe la Humanidad en su conjunto? Sinceramente, yo creo
que no.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias