Sin lugar
a dudas y sin ninguna indecisión la Banca suscribe un mensaje contra la
secesión catalana, asumiendo por unanimidad que tendrían que abandonar una
Cataluña independiente “excluida de la zona euro” y abocada inevitablemente al
corralito. Avisa así de que podría irse de Cataluña si se independiza y lo hace
mediante un rotundo comunicado suscrito por las principales entidades
bancarias, entre las que destacan Caixabank, BBVA, Banco de Santander y Banco
de Sabadell, por los evidentes riesgos que conllevaría para el sector
financiero, exigiendo por tanto “preservar el orden constitucional”, como han
venido haciendo los mandatarios democráticos del mundo, el Círculo de
Empresarios y cualquier demócrata con sentido común. Pero Artur Mas, en su
ceguera totalitaria, es incapaz de ver la realidad o no le interesa verla,
acusando a la Banca, como a cualquier persona o entidad que defienda la cordura
y la estabilidad democrática, de querer sembrar el miedo. ¿Sembrar el miedo por
exigir que se cumplan las reglas de juego democráticas? Es realmente insólito
cuando la experiencia histórica demuestra que quienes causan miedo son los que
desde el poder adoptan actitudes antidemocráticas y autoritarias y no quienes
advierten de dicho riesgo y se oponen al totalitarismo con rotundidad. En fin,
ya ven que el único que está en lo cierto es el iluminado Artur Mas y el resto
del mundo anda equivocado. Por otra parte la Junta Electoral critica el
partidismo de Mas y condena a TV3, la televisión pública catalana, a dar espacio
a todos los grupos políticos y no sólo a los del régimen, mientras Pau Gasol
manifiesta, tras el éxito de la Selección Española de Baloncesto, que “jugar
con mi país es un orgullo”, mientras que Sergio Scariolo destaca que “Gasol se
siente catalán y español y eso une al equipo”…. Vamos, lo normal en cualquier
país del mundo, que, por el contrario, para los independentistas catalanes es
anormal. El mundo al revés. Y mientras Rajoy hace una ofensiva para frenar el
soberanismo en esta última semana, decisiva, por lo que hará un desembarco
diario en Cataluña para apoyar a García Albiol, su candidato catalán, éste dice
que “la campaña del PP contra el Estatut se entendió como una agresión”. No
está exento de razón ya que así se encargaron muchos, y no sólo los independentistas,
de planteárselo así al pueblo catalán de forma absolutamente irresponsable,
como el famoso “España nos roba” y tantas otras acometidas contra lo español en
general, basadas en mentiras, como si los catalanes no fueran españoles que es
lo que pretenden consolidar.
Y mientras Rajoy pide
a los suyos “cabeza fría” en tanto que su equipo ve imposible que las presiones
del poder económico no influyan en el electorado (asunto que está por ver), las
encuestas siguen manteniendo que el bloque antidemocrático secesionista (si es
que en unas autonómicas se puede hablar de bloques) superará, al menos en
escaños, al bloque democrático constitucionalista. Y, por si hubiera dudas, Ada
Colau, la alcaldesa barcelonesa, dice que “Barcelona estará al lado de cualquier
proceso soberanista”. La última encuesta, de Metroscopia, sostiene que los
separatistas lograrían mayoría de escaños y casi el 50% del voto, ya que Junts
pel Sí obtendría el 41´2% de votos y 66-67 escaños, que sumados al 8´4% de CUP
y sus 10-11 escaños, no dejarían lugar a dudas, aunque, por si acaso, si nos
atenemos a lo manifestado por Colau, el resultado sería mucho más abultado en
favor de la irracionalidad democrática ya que Catalunya Sí que es Pot obtendría
el 11´4% y 14 diputados. Por su parte Ciutadans obtendría el 14´9% de votos y
19 diputados, PSC 11´7% y 14, PP 7´3% y 10, mientras UDC con el 2´7% de votos
estaría en una horquilla de entre 0 y 2 escaños. Es cierto que Convergéncia y
ERC retrocederían respecto a los resultado que obtuvieron en 2012 y
necesitarían a la CUP para que Mas sea presidente; y es cierto que, según la
encuesta, más del 60% quiere seguir perteneciendo a España, es decir, como
Gasol, quieren seguir siendo lo que son, catalanes y españoles, pero todo ello
importa bien poco a los secesionistas, decididos a seguir con su proceso
unilateral por más dividida que esté la sociedad catalana y por más perjuicios
para todos los españoles y especialmente a los catalanes que tal locura les
pueda acarrear. Aunque a mi juicio es erróneo hacer cábalas, como si dichas
elecciones fuesen plebiscitarias (cualquier resultado invalidaría una
declaración unilateral de independencia), pues se trata de elegir simplemente
al futuro gobierno de la Generalitat, algunos plantean que el bloque constitucionalista
necesitaría un aumento de más de 100.000 electores para vencer a la lista de
Mas y la CUP, con lo que entre PP, PSOE, C´s y Unió tendrían que movilizar al
51´8% de sus simpatizantes indecisos, mientras que el bloque independentista
anda ya más que movilizado.
En cuanto a otros
asuntos, dice Carmena al cumplir 100 días al frente del Ayuntamiento de Madrid,
“no tengo guion, yo digo lo que pienso”, mientras S&P hundiría a Madrid
hasta el bono basura si la alcaldesa impaga la deuda… no cabe duda de que
Carmena pueda decir lo que piensa, pero lo importante es lo que haga y me temo
que esto es harina de otro costal. También cabe destacar que, según se publica,
España defendió ya en 2010 en el FMI el despido barato pese a negarlo
oficialmente, pues el Gobierno de Zapatero, según consta en las actas del
organismo internacional, mientras negaba en público que redujera el coste de
las rescisiones de contratos lo defendía ante dicho organismo destacando el
éxito de sus reformas que en dicha dirección prosiguieron con el actual
gobierno de Rajoy; en fin, sin comentarios.
Y en el exterior es
noticia que Pablo Iglesias, en la clausura de la campaña griega, haya
manifestado que “Tsipras es un león, dio la cara por Grecia” (ya ven, ahora
pide el voto para gestionar lo que siempre rechazó); que EEUU acepta negociar
con Rusia una solución militar en Siria, habiendo ya mantenido un primer
contacto los responsables de Defensa (es obvio que sí o sí la guerra en Siria
ha de acabar); que Croacia cierra sus fronteras
mientras crece el número de refugiados (el viacrucis de estos trágicos tiempos
que no cesa); y que el Papa Francisco, ya en Cuba y en presencia de Raúl
Castro, resalta el fin de “la dinastía”, pide paz y libertad, que el diálogo se
imponga, que se defienda a las personas frente a las ideas, envía un saludo a
los exiliados y anima a Cuba y EEUU a avanzar en su reconciliación (más claro
el agua, al pan, pan, y al vino, vino).
Jorge Cremades Sena
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