En la
traca final de campaña electoral en Cataluña, en la que todos los líderes y
partidos políticos han puesto toda la carne en el asador, Artur Mas, sin recato
alguno y sabiendo que es una ilegalidad, manifiesta orgulloso: “queríamos un
plebiscito y es lo que tendremos”, mientras que las fuerzas no soberanistas
confían en una participación alta para obtener la victoria. Por su parte los
jueces catalanes exigen respeto al derecho y la libertad, denunciando el TSJC
el intento de la Generalitat de crear su propio poder judicial, mientras se sabe
que Mas será imputado tras el 27-S, por lo que el juez del TSJC le llamará a
declarar días después de las elecciones por la votación del ilegal referéndum
del 9-N, en el que el President podría haber incurrido en un delito de
desobediencia al no acatar la suspensión del mismo dictada por el
Constitucional. Pero, ya ven, todo ello a Mas le trae sin cuidado y, mientras
desde su lista, Junts pel Sí, se pide a los catalanes “hacer historia”, la ANC,
valedora de todas las mentiras y despropósitos de Mas y compañía, distribuye un
decálogo para adoctrinar y captar a los indecisos, en que, entre otras cosas,
les dice “evidenciad que España no dará pensiones desde 2017” o “no hay que
preguntar ¿de dónde eres? sino ¿dónde naciste?” o “desde el XVII se han
independizado 23 países de España y ninguno pidió volver”, omitiendo que,
gracias a la España de todos y a la caja común las pensiones se han podido
garantizar hasta la fecha, que el lugar de nacimiento es simplemente una circunstancia
y poco más, o que los países independizados de España eran colonias de las que
Cataluña, como parte integrante e integrada de dicha España, era metrópoli. Y
en esta traca final, Sarkozy, que apoyó a Rajoy y a Albiol en el cierre de
campaña, defiende, en sintonía con otros líderes políticos internacionales, que
“Europa necesita una España fuerte y unida”, mientras Rajoy llama a la
movilización por la unidad de España y pide el voto de “los que callan”, Rivera
apela a la Transición y sus valores de concordia, en tanto que el PSC se
presenta como alternativa a “la ley de la selva”. Y, tras la traca final, el
día de reflexión, que debiera serlo no sólo para los catalanes sino también para
el resto de españoles…. pues algo hemos debido hacer rematadamente mal entre
todos para llegar a esta encrucijada en que nos encontramos. Y, nuestro Rey,
Felipe VI, instando ante la ONU a “actuar como un solo mundo” y citando la
última encíclica del Papa, que conquista Nueva York, para apostar por un
proyecto común de las naciones, mientras somos incapaces de entendernos para un
proyecto común en cada nación, al menos, en la nuestra.
En cuanto al capítulo
de corrupciones, choriceos y sinvergonzonerías, el día viene cargado de bombo,
no sólo en España, sino a nivel internacional. En España, mientras de la caja
fuerte de una vivienda en un pueblo madrileño roban a un coleccionista de Madrid
dos “goyas”, valorados en cinco millones, la titular del Juzgado de Instrucción
número 7 de Vigo imputa por adjudicaciones ilegales al Alcalde de la ciudad y
Presidente de la FEMP, el socialista Abel Caballero, y al ex presidente de la
Diputación de Pontevedra y responsable del PP provincial, Rafael Louzán, junto
a otras 44 personas, gracias a la “operación Patos”, que investiga supuestas
irregularidades en diversas contrataciones públicas (el mejor filón de los
chorizos). Y fuera de España (en todos los sitios cuecen habas), mientras la
Hacienda brasileña embarga 42´5 millones a Neymar por evasión de impuestos, la
Fiscalía suiza atribuye a Blatter, presidente de la FIFA e imputado por corrupción,
delitos de gestión desleal o apropiación indebida, siendo investigado, entre
otras cosas, por pagar a Platiní 1´8 millones de euros.
Para finalizar,
mientras Volkswagen responsabiliza a un “pequeño grupo” de empleados (alguien
tiene que pagar el pato) y renueva su cúpula directiva por el escándalo de los
motores diésel, el presidente norteamericano, Obama, y el chino, Xi, acuerdan
una tregua sobre el ciberespionaje, comprometiéndose sus respectivos gobiernos
a no practicarlo ni apoyarlo en lo que se refiere a los asuntos económicos,
pero sin que afecte a los intereses militares.
Jorge Cremades Sena
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