Inevitablemente
la presencia de Podemos en la precampaña electoral, el pasado político de
muchos de sus líderes, su admiración por el régimen chavista y el caótico
desastre en que el chavismo ha sumido al país hispanoamericano, hacen que la
campaña electoral en España se desarrolle con Venezuela al fondo. Si hace unos
días el expresidente del Gobierno socialista, Zapatero, aterrizaba en Venezuela
para intentar mediar entre Maduro y la oposición victoriosa en las últimas
elecciones legislativas, si entretanto el Gobierno español en funciones,
presidido por Rajoy, concedía la nacionalidad española a varios opositores
venezolanos para protegerlos, es ahora Albert Rivera, líder de Ciudadanos,
quien visita Venezuela y en la mismísima Asamblea Nacional Venezolana, de
mayoría opositora al régimen chavista, respalda el referéndum revocatorio
contra Maduro, que, de momento, utiliza todas las artimañas para evitarlo, y
ofrece a la oposición, mayoritariamente representativa del pueblo venezolano,
que “cuenten con España”, asunto que, sin duda alguna, comparten todos los
partidos democráticos constitucionalistas de España, opuestos obviamente a las
tendencias populistas totalitarias del régimen inventado por el fallecido
Chávez, quien no tenía reparo alguno en proclamar a los cuatro vientos que su
deseo era exportarlo a otros lugares. Por su parte la Asamblea venezolana,
controlada por la oposición al régimen chavista, pide a Podemos, aprovechando
la visita de Rivera, que explique su financiación y quiere oír a sus líderes
para que expliquen si el chavismo financió al partido español con dinero del
pueblo de Venezuela, anunciando que les invita para que determinados diputados
de Pablo Iglesias expliquen la financiación que recibieron de Chávez, al que
asesoraban y casi adoraban según varios testimonios, y que, según denuncia la
oposición venezolana, ascenderían a un montante de unos 14 millones que habrían
recibido los podemitas por sus trabajos de asesoría a través del CEPS, en tanto
que aportan 270 documentos que atestiguan la relación entre el régimen
venezolano y los promotores de Podemos. Es inevitable pues que, al igual que
sucede con otros asuntos del pasado (corrupción, gestión económica, procedencia
política…), a la hora de sacar los trapos sucios en la campaña electoral,
aparezca Venezuela como telón de fondo, convertida en un espejo en que mirarse,
para evitar idéntica deplorable imagen diseñada por políticas totalitarias con
las que han colaborado políticos españoles y a las que tienen un especial apego
ideológico, por más que hoy, para conseguir votos, intenten borrar tan
despreciable pasado político. Quien no asume su propio pasado, difícilmente es
fiable para liderar el futuro de los demás.
Y con Venezuela al
fondo prosigue la precampaña electoral en la que el PSOE ofrece más de 200.000
empleos en el sector público y en su programa destina 2.600 millones a generar
trabajos temporales en dos años. Por su parte La Moncloa y el PP ven “injustas”
las críticas de Aznar y lamentan el momento electoral elegido para “abrir otro
fuego”, replicándole que, frente al déficit, el ex presidente popular se
benefició de privatizaciones, de menor gasto en pensiones y de mayor
centralidad, por lo que le exige “responsabilidad” tras sus nuevas críticas. Y
es que esto del déficit y del gasto tiene tomate en un país como el nuestro en
que cada territorio viene a hacer casi lo que le viene en gana. Sin ir más
lejos, la Generalitat gastará en su ilegal Hacienda 50 millones, según se
desprende de los Presupuesto que presenta Junqueras sin contar con el apoyo de
la CUP, que boicoteó el acto, en los que destina la misma cuantía a Acción
Exterior, otra partida recurrida al Constitucional. Y mientras Cataluña, en
bono basura, gasta un 73% más en la promoción exterior de su ilegal “procés”
(34´1 millones en 2.016, con las partidas de Sanidad y Educación como las que
menos crecen), los okupas, tan defendidos en su día por Ada Colau y compañía,
vuelven a sembrar el caos en Barcelona. Por otro lado la Fiscalía pedirá a la
Junta Electoral que impida que Otegi sea candidato a lendakari, mientras Bildu
lo presenta hoy como tal a pesar de estar inhabilitado según sentencia
judicial. Así es el siniestro panorama democrático que tenemos en España,
donde, como ven, el Imperio de la Ley, principio básico de la Democracia,
brilla por su ausencia. Y con Venezuela al fondo.
En fin, pasando a
otros asuntos, cabe citar que la renta media familiar cayó un 0´2% pese a la
mejoría económica; que llegan los primeros 20 refugiados de los 586 previstos
para este año; que el BCE sitúa a España a la cabeza del riesgo político en la
eurozona para la economía por el auge del populismo; y que Azahara Peralta, ex
directora de obra de Acuamed, que se negó a firmar sobrecostes, declara: “me
despidieron porque no me plegué a sus irregularidades”. Aunque para
declaraciones, las de Darío Villanueva, director de la Real Academia Española,
que pide un pacto de Estado por la Educación y pone de relieve los
despropósitos y ocurrencias de algunos de nuestros políticos (en este caso de
la inolvidable ministra socialista Aído) manifestando que “si se dice miembros
y miembras, y se quiere ser coherente, a partir de ese momento un brazo es un
miembro y una pierna es una miembra” (en fin, no siento las miembras) y asegurando
que “el diccionario de la RAE no será preso de la corrección política” (¡menos
mal!).
En cuanto al exterior
se refiere cabe destacar que una trama corrupta o red de tráfico de alimentos,
montada nada menos que por “cascos azules” en Líbano, está siendo investigada
por la ONU y por el Ministerio de Economía libanés; y que se pone cerco al
Estado islámico con una fuerte ofensiva iraquí sobre Faluya, la primera ciudad
del país conquistada por los yihadistas, mientras una alianza de milicias sirias
prepara el ataque a Raqqa.
Y en los deportes,
felicitar a Valverde, quien sacude el Giro al ganar una etapa memorable y
colocarse tercero en la General.
Jorge Cremades Sena
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