En la
tradicionalmente tranquila ciudad bávara, un francotirador mata a nueve
personas y deja varios heridos antes de suicidarse tras intentar huir de la
policía, durante un ataque a un centro comercial, sembrando así de sangre,
horror y desconcierto sus calles. En un principio, según los testigos, se habla
de tres pistoleros que abren fuego indiscriminadamente contra los transeúntes,
por lo que se intuye estar ante el ataque de un comando yihadista, pero esos
mismos testigos oyen gritos como “¡extranjeros
de mierda, soy alemán!” lo que hace pensar en un ataque de carácter xenófobo
ultranacionalista, probablemente como respuesta o venganza tras el reciente
atentado de un afgano en un tren de Baviera. Y entre dicha disyuntiva anda la
opinión pública especulando si tras la matanza en Múnich está el yihadismo o el
ultranacionalismo, aunque, al fin y al cabo, lo sustancial es que en esta
Europa, preñada de incertidumbres, no cesa la violencia, que va convirtiendo
sus pueblos y ciudades en lugares cada vez más inseguros. Inmediatamente las
autoridades cierran la estación y los servicios de transporte público urbano,
afrontando la situación con un fuerte dispositivo policial, en medio de lógicas
escenas de pánico inicial hasta conseguir la paralización de la ciudad con el
toque de queda decretado por las autoridades. Nada de noticias, nada de
filtraciones, nada de especulaciones, nada de reproches políticos (es decir,
todo lo contrario de lo que suele suceder en España)… todo lo que sea preciso
para no entorpecer la labor policial ni generar noticias contradictorias hasta
que los hechos hayan sido controlados y esclarecidos. Varias horas de estoica
espera, que en España hubieran supuesto todo tipo de críticas a las
autoridades, y, al final, la policía concluye que el autor de la masacre es un
único individuo, un alemán-iraní de 18 años, que aparece muerto a una distancia
no muy lejana del centro comercial atacado, creyendo las autoridades alemanas
que actuó solo y descartando que se trate de un atentado yihadista, aunque,
obviamente, la investigación exhaustiva de lo acaecido será la que determine en
el futuro todos los aspectos del suceso.
Y mientras esta vieja
Europa es golpeada una y otra vez por la violencia, mientras en el Mediterráneo
se ahogan miles de migrantes (3.000 en 2016) pretendiendo llegar a ella, y
mientras avanzan los peligrosos populismos y nacionalismos europeos, que ponen
en riesgo su futuro social, político y económico (la economía británica, sin ir
más lejos, sufre la peor caída desde 2009 y el FMI augura desaceleración en la
eurozona), mientras todo esto sucede y preocupa en la UE, en América, Obama y
Peña Nieto estrechan lazos entre EEUU y Méjico durante una reunión de sendos
mandatarios en Washington en la que planeó la sombra de Trump y todo lo que
representa.
En cuanto a otros
asuntos destaca que Christine Lagarde habrá de ir a juicio por el “caso Tapie”
y será juzgada por negligencia, pues la exministra francesa de Economía facilitó
la entrega a Bernard Tapie de 404 millones de dinero público. Y ya que estamos
en asuntos poco decorosos, destacar también que en España dimite la Directora
General de Tráfico, María Seguí, forzada por Interior por los contratos de su
marido.
Entretanto, sigue en
España la incertidumbre sobre la investidura. Mientras los partidos critican
las declaraciones de Rivera, Margallo recuerda que está prohibido que el Rey “borbonee”,
término referente a la tendencia intervencionista de los antepasados de Felipe
VI, pues, como todo el mundo debiera conocer (y si se dedica a la política más
aún), la Constitución asigna al Jefe del Estado la más escrupulosa neutralidad
y pretender, como insinúa Rivera, que presione a Sánchez para la abstención es
precisamente todo lo contrario. En fin, otro despropósito más que se añade a
los que ya estamos acostumbrados. Y en tan desconcertante coyuntura Rajoy
pedirá disolver las Cortes si no hay Gobierno en septiembre, lamentando la
falta de negociaciones con Rivera y descartando acudir a la investidura sin
apoyo, como ya hiciera tras el 20-D y le fuera reconocido su gesto el 26-J,
pues lo menos que España necesita hoy es prolongar irresponsablemente esta
situación de interinidad gubernamental, por lo que, en último extremo, prevé
una reforma legal para convocar elecciones; no obstante Rajoy avanza con “contactos
discretos”, aunque sin resultados positivos, para no anticipar el punto y final
a la esperanza, mientras Moncloa advierte a PSOE y Ciudadanos de que las
pensiones, entre otros asuntos, peligran si no hay Gobierno y mientras un
sector de CDC (actual PDC de Mas) quiere la cabeza de Homs por los “votos
fantasma” aparecidos en la conformación de la Mesa del Congreso. Y a tres días
del inicio de la ronda de entrevistas de los candidatos con el Rey para que
designe quien ha de ir a la investidura.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias