Se
mire como se mire, si prospera el entendimiento de Rajoy y Rivera sobre la
investidura (y también debiera prosperar sobre la posterior gobernabilidad), la
colaboración de Pedro Sánchez es imprescindible. Ya sé que siempre se puede
decir que, además de PP, C´s y CC, el resto de partidos, y no sólo el PSOE,
también pueden tener gestos responsables y posibilitar la investidura, pero que
los demás sean irresponsables (están en otras cosas, como todo el mundo sabe y
¡allá ellos!) no es argumento para eludir las responsabilidades propias, siendo
además el segundo partido más votado por los ciudadanos y teniendo una
trayectoria inequívoca de responsabilidad política tanto en el gobierno como en
la oposición, por lo que sería incomprensible e inaceptable que, con semejante
bagaje histórico, se sume ahora a la irresponsabilidad echándose al monte de la
demagogia con los demás. De él, porque así lo han decidido los españoles, va a
depender no sólo la investidura sino la aprobación de muchas leyes durante la
legislatura, si es que ésta echa a andar. El Presidente en funciones, que se da
una semana para responder a Rivera, convoca a su Ejecutiva para tomar
decisiones acerca de los requisitos que éste le exige para negociar, y Rivera,
que insta a los socialistas a colaborar, sostiene que en dichas negociaciones
incluirá parte del pacto que suscribió con el PSOE, mientras que, de momento,
los socialistas no debatirán su abstención pese al cambio en la situación de
bloqueo. Al parecer, PP y Ciudadanos planean la sesión de investidura para
finales de este mes, mientras Rajoy convoca a su Comité Ejecutivo Nacional para
el próximo miércoles, consciente de que ha de dar tiempo al PSOE para
reflexionar tras esta nueva coyuntura, mientras que en Moncloa se ve
“imprescindible” que Rajoy llame lo antes posible al candidato socialista
porque “si no está, la investidura no puede salir”. Por su parte el Presidente
en funciones insiste: “haré todo lo que pueda, incluso lo que no pueda… pero si
Sánchez no sale del no, es imposible la investidura”, en tanto que el líder
socialista desconecta y no hablará con los barones hasta el cónclave del PP y
sus colaboradores en la dirección del PSOE siguen erre que erre manteniendo el
recalcitrante “no” al PP y a Rajoy mientras hacen juegos malabares para
justificarlo instando a que los apoyos se busquen fuera del PSOE, cuando saben
que eso no se va a producir, y quejándose de estar presionados, cuando sabe que
idéntica presión sufre el resto de partidos constitucionalistas.
Por tanto, al
margen de presiones al PSOE por parte de Rajoy y Rivera, entre otros (algunos
desde dentro del propio partido), y de los líderes de los demás partidos
tirándole los tejos (especialmente de Iglesias, diciendo que abstenerse es
apoyar al gobierno de derechas), lo cierto es que, con los números en la mano y
con las posturas inmovilistas de los demás, Sánchez pasa a ser imprescindible,
tal como manifiesta Rajoy, pues si persiste en el “no” hasta el final la
investidura no sale y sin este mínimo detalle (perdonen la ironía) no hay
gobierno y sin gobierno no hay oposición, que es donde dice Sánchez con razón
que le han mandado los españoles, y sin gobierno ni oposición vamos directos a
terceras elecciones. Y, como dice el socialista Fernández Vara, “si Rajoy se
presenta con 170 escaños ¿quién es el guapo que dice no?”. Es de suponer que
ese guapo no sea Sánchez y, sobre todo, si su “no” supone ir a terceras
elecciones. Hay circunstancias en la vida en la que uno no puede permitirse
determinados lujos. ¿No habría que empezar a entender y a explicar que permitir
la investidura con una necesaria abstención no supone estar ni a favor ni en
contra del nuevo gobierno sino simplemente a favor del desbloqueo? ¿No sería el
camino de desmontar la estrategia de Iglesias que, haga lo que haga Sánchez, lo
utilizará demagógicamente para intentar sorpassarlo? ¿No será el momento de
contraponer una oposición responsable frente a una irresponsable y demagógica
que no aporta solución alguna a los problemas? El PSOE tiene la última palabra,
empezando por clarificar exactamente a qué juega, aunque, hoy por hoy, no lo
tenga tan claro como lo tuvo siempre, pues, entre otras cosas, que el PSE-EE
por ejemplo no vaya a impugnar, como parece, la candidatura a lendakari de
Otegi, inhabilitado por la Justicia, no va en el camino correcto para recuperar
la cordura.
En cuanto a otros
asuntos cabe citar que Colau, en su guerra con el alquiler por Internet, ordena
cerrar 256 pisos turísticos ilegales y multa a los portales de viviendas Airbnb
y Homeaway, con multa de 60.000 euros y amenaza de hasta 600.000; y que en 2017
habrá un frenazo del PIB causado por el Brexit, el déficit y el precio al alza
del petróleo, pues, según el BBVA, que eleva la previsión de crecimiento para
este año hasta el 3´1%, superando la del gobierno y la de las agencias de
rating, la de 2017 caería al 2´3%.
Y en el exterior,
mientras Francia lleva a las escuelas la educación contra el terrorismo (se
harán simulacros de ataques y se vigilará la radicalización de alumnos y
profesores), Alemania anuncia control de Internet y la prohibición del velo
integral contra el yihadismo. Por otro lado, mientras Italia debate imponer
penas de cárcel a los padres que obliguen a sus hijos a hacer dietas veganas,
en EEUU, mientras Clinton acusa a Trump de incitar a la violencia, la
Asociación Nacional del Rifle también apunta contra la candidata demócrata.
En cuanto a los
JJOO, mientras se dan victorias españolas femeninas en balonmano y baloncesto,
Mireia Belmonte se hace con el oro en los 200 metros mariposa. Y, punto y
aparte para Phelps, que sigue sumando medallas sin cesar.
Jorge Cremades Sena
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