Es la incógnita a despejar tanto en Navarra
como en Italia, donde no hay forma humana de que la sensatez política se
imponga a la frivolidad o la ambición de determinados personajes, quienes
someten la gobernabilidad de sus respectivos territorios a una inestabilidad
presente plagada de incertidumbres con grandes dosis de aventurerismo político.
Sólo así se puede entender la variopinta moción de censura contra Barcina en
Navarra, pivotada por los socialistas navarros con el necesario concurso de
Bildu, o la forzada dimisión de Letta en Italia a manos de su colega Matteo
Renzi.
En Navarra nadie entiende que el PSN se meta en un
berenjenal semejante provocando gran inseguridad política, generando
discrepancias públicas en el seno del PSOE, dando un protagonismo innecesario a
los grupos independentistas y regalando argumentos, tanto a UPN como al PP,
ante una serie de incoherencias en las razones que alegan los socialistas para
justificar tan drástica medida (Leer “Tormenta política en Navarra” en el Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,).
Al final, tras conocer la decisión del PSN, la presidenta Barcina (que mantiene
que “el PSN se está dejando arrastrar por Bildu para echarme”) parece
resignarse a dejar la presidencia y convocar las elecciones anticipadas, tal
como exigen los socialistas, aunque en un primer momento dijera que si “quieren
esa moción de censura con Bildu, pues que lo hagan”. Tanto el PSN como Barcina esgrimen
el argumento de que claudican y anticipan las elecciones, si no les queda más
remedio, “antes de que Bildu pueda estar un solo minuto en el Gobierno de
Navarra”. Como es lógico, no se ha hecho esperar la bendición de Otegi y la
euforia de Bildu ante toda esta operación política, una descomunal frivolidad
en la que cabe todo tipo de consecuencias. Esperemos que no sea, como en
Cataluña, la debacle de los socialistas en beneficio de los soberanistas,
quienes, en este caso, pretenden la anexión de Navarra al País Vasco. Los navarros
tienen la última palabra en estas más que probables elecciones anticipadas.
En Italia, más que una frivolidad, parece la culminación
de una ambición por parte de Renzi, líder de la formación gobernante de
centroizquierda y alcalde de Florencia, frente a su compañero de partido y
primer ministro italiano Enrico Letta, quien, acorralado por su propio partido
tras una peligrosa estratégica dirigida por Renzi, se ve forzado a dimitir
para, casi con toda seguridad, ser sustituido por éste, quien se convertiría en
el cuarto primer ministro italiano en dos años. Todo un record de inestabilidad
política que viene arrastrando Italia desde hace años. ¿Se imaginan semejante
situación en España? Pues, tal como van las cosas, puede que no estemos
demasiado desencaminados para conseguirlo. Entretanto el comisario europeo Olli
Rehn reclama de forma insistente que Italia “debe poner en marcha de una vez
por todas reformas serias” que, entre unas cosas y otras, jamás llegan,
mientras que la prima de riesgo italiana se ve ya superada por la de España.
¡Quién lo diría hace poco!
Y todo ello en pleno revuelo por las contradicciones
entre el Ministro de Interior, Jorge Fernández, y su Director de la Guardia
Civil, Fernández de Mesa, acerca de los sucesos acaecidos en Ceuta. La versión
oficial del ministro en sede parlamentaria cuestiona la del director general
que negó la utilización de pelotas de goma contra los inmigrantes, generando
una tempestad política y mediática de consideración. No obstante, al margen de
esta inadmisible contradicción, hay que señalar que los quince inmigrantes
fallecidos al intentar llegar nadando a aguas españolas, sucumbieron en aguas
marroquíes y, que se sepa, no por impactos de ningún tipo de proyectiles
españoles. En todo caso, es lamentable la frivolidad con que se afronta un
asunto tan complejo como éste, donde lo que procede es que, en caso de abuso de
autoridad o fuerza por parte de alguien en concreto, se le exijan las
responsabilidades que procedan y no abrir un proceso general al gobierno de
turno en un problema que trasciende incluso sus propias competencias y excede
incluso los recursos materiales destinados al efecto. Lo inadmisible es que en
un problema de toda la UE, que trasciende a la legalidad y los medios locales,
se mire para otro lado dejando a los países europeos del sur como gendarmes y
olvidando el papel, los medios y formas que en el asunto han de desempeñar los
países vecinos del norte de África.
También ha generado cierto revuelo que el recurso del
Gobierno contra la declaración soberanista del Parlament Catalá genere ciertas
dudas en el Tribunal Constitucional en vez de una unanimidad sin fisuras al
respecto. La ponente Adela Asúa, propuesta por el PSOE curiosamente, plantea
inadmitirlo a trámite con el argumento de que lo aprobado por mayoría en la
asamblea catalana no tiene efectos jurídicos. Una interpretación para muchos
peregrina teniendo en cuenta que, con efectos jurídicos o sin ellos, está
promovido desde una institución del Estado, por representantes del mismo y
forzando los preceptos constitucionales (además del sentido común) como es
definir a Cataluña como “sujeto político y jurídico soberano” acordando por
ello “iniciar el proceso para el ejercicio del derecho a decidir” que, tanto
Asúa, como cualquier estudiante de primero de derecho, debiera saber que no
está contemplado en el derecho internacional en supuestos como Cataluña. Una
vez más queda demostrado que la politización de la Justicia es nefasta para la
democracia, dándose la casualidad, una vez más, que curiosamente siempre son
los ponentes propuestos por la oposición quienes se sacan de la manga cualquier
argumento para minar las decisiones del gobierno y viceversa. El problema más
grave es que, en asuntos tan delicados como el que nos ocupa, debería
erradicarse cualquier atisbo, real o aparente, de frivolidad o pintoresquismo
extravagante.
Y para terminar una noticia pésima, una buena y otra
óptima. La pésima, que merece la repulsa generalizada y el castigo más severo,
el supuesto abuso de menores por parte de su profesor en un colegio madrileño,
que ha sido detenido junto al director y al jefe de estudios, quienes,
supuestamente le encubrían. La buena, que los pilotos de Iberia han logrado,
tras demasiados meses de litigios, un acuerdo laboral después de acpetar unos
salarios “low cost” para poder hacer viable a la compañía. Y la óptima que
tanto Francia como Alemania baten las previsiones de crecimiento, lo que,
tratándose de las dos mayores economías de la zona euro, es bueno para la UE,
que también las supera, y, por supuesto, para España, lo que nos permite a
todos albergar la esperanza, aunque sea tímida, de que estamos dejando atrás
los peores momentos de la crisis. ¡Ojalá que así sea!
Jorge Cremades Sena
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