Rodrigo
Rato, que sólo admite tener una sociedad en Londres y un hotel en Berlín, dice
categóricamente “yo no tengo 27 millones; la verdad está muy lejos de eso” lo
que, de entrada, podría significar o que tiene muchos más o muchos menos
millones de lo que en estos días publican los medios y precisamente para saber
la verdad Fiscalía investiga 78 cuentas en 13 bancos distintos, no tanto para
conocer caprichosamente la fortuna que tiene el ex vicepresidente del Gobierno
(ser rico, incluso inmensamente rico, no es ningún delito), como para averiguar
si ha cumplido como cualquier hijo de vecino, rico o pobre, con el fisco, según
dicta la ley al respecto, que es de lo que se trata. Por tanto lo que realmente
interesa es saber si la verdad está muy lejos o no del fraude fiscal, valorado
en más de 5 millones, de las empresas de su familia, unas 27 sociedades de su
entorno que, al parecer, eludieron tributar por IVA y Sociedades mediante
facturas ficticias, en tanto que él cobraba sus asesorías a Telefónica y al
Santander a través de sus empresas para evitar el pago del IRPF y otros asuntos
sospechosos como la elección de su secretaria personal, hace sólo dos meses,
como administradora de la empresa “opaca” Kradonara 2001. No en vano, aunque,
de momento y a diferencia de otras corrupciones, lo de Rato no tiene mucho que
ver con meter la mano en la caja sino con no meter en ella lo que le
corresponde, Mariano Rajoy da por rota la campaña del PP por el “caso Rato”,
admitiendo que el proceso afecta “especialmente” a su partido e insiste en que,
en todo caso, se demuestra que la Ley es igual para todos, disponiéndose a
centrarse en recomponer la situación, mientras Hacienda investiga esa veintena
de sociedades vinculadas al otrora todopoderoso ministro de Hacienda y Jefe del
FMI.
Y en este rayo que no
cesa de la corrupción en todas sus formas y modalidades, la Guardia Civil localiza
nada menos que a 334 mineros “intrusos” que se beneficiaron a cuenta de la
Junta de Andalucía del ERE de la minería de Huelva, al extremo de que algunos
de los beneficiarios de los pagos ni siquiera habían pisado la mina y otros no
tenían la edad mínima o ya estaban recolocados cuando recibieron la citada
ayuda. Ya ven, entre quienes no pagan lo que deben al erario público, que es de
todos, y pagan del mismo lo que no deben y a quien no le corresponde, más los
que directamente o mediante intermediarios meten la mano en la caja y se lo llevan
crudo, entre otras desvergonzadas conductas que no cabe relatar en este
espacio, cabe preguntarse si no es un verdadero milagro que, a pesar de todo,
este país siga adelante aunque sea a trancas y barrancas.
Dice Alberto Fabra,
Presidente y candidato del PP a la Comunidad Valenciana, que “un imputado en un
proceso judicial ha de dar un paso atrás” y que “cada uno deberá responder de
sus actos ante la Justicia”. Y no le falta razón. Aunque el pueblo, en este caso
el valenciano, no tiene claro seguir apoyando un gobierno del PP de forma clara
y meridiana, ni en la Comunidad Valenciana ni en sus principales ciudades. En
efecto, según sondeo de Metroscopia los resultados electorales autonómicos en
la Comunidad Valenciana serían: PP 24´5% y 28 diputados, frente a 49´3% y 55 de 2011;
PSPV-PSOE 21´% y 23, frente a 28% y 33; Ciudadanos, 17´7% y 17; Podemos, 16´9%
y 17; Compromís 10´9% y 9, frente a 7´1% y 6; y Acord Ciutadá-IU 5´9% y 5,
frente a 5´9% y 5 de IU en 2011. Y en la ciudad de Valencia: PP 23´5% y 8 concejales, frente al
52´5% y 20 en 2011; Ciudadanos, 22% y 8; Valencia en Comú-Podemos 18´2 y 6;
PSOE 13´9% y 5 frente a 21´8% y 8; Compromís 12´2% y 4 frente a 9% y 3; e IU 6%
y 2 frente a 7´2% y 2. Juzguen ustedes mismos, pero es claro que el PP pierde
casi la mitad del voto en Valencia, un descalabro que amortigua el importante
retroceso del PSPV-PSOE, mientras los partidos emergentes siguen en alza y los
partidos minoritarios clásicos se mantienen o suben ligeramente.
Y mientras Jim Yong Kim, Presidente
del Banco Mundial, dice que “el mundo sabe cómo viven los ricos y exige más
igualdad”, Maduro, el venezolano, cumple dos años en el poder entre el
nepotismo y la creciente ruina económica.
En cuanto al futbol, bien caro le
puede salir al Real Madrid ganar en el Bernabeu al Málaga, 3-1, y seguir la
estela del Barça que ganó, 2-0, al Valencia, pues pierde para el partido de
vuelta de Champions frente al Atlético de Madrid nada menos que a Bale y
Modric, lesionados en la contienda.
Jorge Cremades Sena
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