A menos de
una semana del abominable doble parricidio en el pueblo pontevedrés de Moraña
cuando el presunto asesino debía entregar sus hijas a su madre tras finalizar
el periodo de estancia con el padre según la decisión judicial, la barcelonesa
Castelldefels vive una tragedia similar al matar un hombre a tiros a sus dos
hijos y a su mujer y acabar suicidándose posteriormente. Además, en la
localidad valenciana de Serra, es detenido un edil de Ezquerra Unida de
Valencia por su supuesta implicación en la muerte de su esposa en el incendio
de su vivienda, presuntamente provocado por él o en el que había intervenido,
mientras que la fiscal estudia la posibilidad de imputar un tercer delito por
inducción al suicidio al ex novio de Sara, que se suicidó tras soportar un
reiterado acoso de su expareja. Cuatro casos recientes de abominable violencia
machista que “in crescendo” están convirtiendo este caluroso verano en un
intolerable verano negro de violencia de género. La juez de este último caso,
el de Sara, dice que envió “al ex novio de Sara a prisión para protegerla”, que
le dolió que Sara “dejara escrito antes de quitarse la vida que yo era fría” y
que “su ex tiene abiertas cinco causas” y, sobre el acosador, que “se echaba a
llorar…un tío listo”. Sobre el caso de Maryna, en Castelldefels, aunque había
llamado cuatro veces a la Policía para denunciar agresiones de su pareja,
siempre se retractaba a la hora de interponer la denuncia. Y, así
sucesivamente, podríamos proseguir con decenas y decenas de relatos sobre el
infierno vivido por cientos y cientos de mujeres, víctimas de esta abominable
violencia machista instalada en nuestra sociedad. Dos de cada tres mujeres
retiran las acusaciones, pero no son pocas las que, manteniendo las denuncias,
tienen un trágico final. Lo he dicho muchas veces, algo debemos estar haciendo
mal a todos los niveles, pues es incomprensible que tantos y tantos monstruos
anden sueltos y convivan con nosotros como si de seres humanos normales se
tratara. Seguramente habrá que hacer un mayor esfuerzo en el ámbito de la
protección policial, de la legislación, de la ayuda económica, de la prevención,
de la incitación a denunciar las agresiones… pero, seguramente, todo ello no
baste si en paralelo no se adoptan medidas de tipo educacional no sólo en la
etapa y en el ámbito escolar sino también en el seno familiar y se cambian
actitudes colectivas, especialmente en la edad adolescente, en los roles
desempeñados dentro del grupo o las pandillas que marcarán definitivamente la
personalidad del ser adulto. Aunque tengo la impresión de que la mejor medicina
es la ruptura sentimental inmediata, por mucho que duela, al primer indicio de
un comportamiento machista, pero, claro, esto ya entra dentro del ámbito de la intimidad
y las decisiones personales.
Y puede que haya que
colocar dentro del ámbito de lo kafkiano asuntos como el modelo de Estado
Autonómico que nos hemos dado. Mientras el Gobierno planea redefinir las
competencias del Estado y el Ministro de Justicia defiende una reforma de la
Constitución para corregir el sistema autonómico, Artur Mas, importándole un
pimiento sus competencias, tras argumentar el carácter plebiscitario de las
elecciones catalanas, copia para el 27-S la campaña del 9-N, que anuló el
Constitucional, pues la Generalitat, poniendo al servicio del independentismo
la TV3 y el resto de medios públicos, repite el estilo de los vídeos prohibidos
para la consulta ilegal. ¿Qué más da redefinir las competencias del Estado
cuando el problema deriva del incumplimiento de las mismas y de la
desobediencia a la legalidad? ¿Para qué redefinirlas si luego cada uno asume
las que le viene en gana? Y, entretanto, el PSC, empeñado en su reforma
constitucional federalista, quiere pactar con Podemos, que pierde el 39% del
voto joven desde enero, y con ERC para mejorar su delicada posición ya que
Iceta ofrece unirse al Gobierno de Ada Colau en Barcelona. ¿Alguien entiende
algo? Lo dicho, kafkiano.
Quien entiende el “caso
Rato” es el juez que remite el asunto a la Audiencia por blanqueo, asumiendo
los argumentos de Anticorrupción sobre las operaciones del ex vicepresidente
del Gobierno con la sociedad propietaria de su hotel de Berlín e inhibiéndose
en favor del tribunal competente para investigar delitos de españoles en el
extranjero.
Por cierto, hablando
de noticias del extranjero cabe destacar que el giro belicista del primer
ministro japonés, Abe, divide a la nación, justo en el 70 aniversario de la
bomba de Hiroshima, la ciudad asolada en 1945, que vuelve a llorar a sus
300.000 víctimas y clama por eliminar las “15.000 armas nucleares que hay en el
mundo” (buen momento para reflexionar sobre aquella terrible tragedia bélica en
el seno de una Europa enfrentada, que devino en conflicto mundial). También
cabe destacar la apertura del nuevo Canal de Suez que ha inaugurado el
presidente egipcio Al Sisi, vestido de militar y a bordo de “El Mahrusa”, el
yate que inauguró hace 149 años el primer Canal de Suez, cuya nueva hendidura,
ejecutada en solo un año, según Al Sisi, es “el regalo de Egipto al mundo” y la
clave para remontar la economía del país ya que prevé duplicar el tráfico
naviero entre el Mediterráneo y el Mar Rojo. Entretanto, la banca griega ha
perdido el 72% de su valor desde la llegada de Tsipras… peor, imposible.
Jorge Cremades Sena
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