Tal como
estaba previsto, sin salirse del guion, Artur Mas convoca elecciones para el
27-S, que él mismo califica como anormales. Convoca a la “nación” catalana como
“último recurso” y califica la firma del decreto de elecciones en Cataluña de
“medida excepcional” para permitir expresarse a la mayoría soberanista,
añadiendo que “respetamos la forma legal, pero el fondo será diferente” ya que
“Cataluña no vive una situación normal” y por ello convoca unas elecciones “muy
diferentes” pues “una situación excepcional requiere soluciones excepcionales”.
En definitiva, la convocatoria de unas elecciones que, según él, “no son
normales”, es decir, unas elecciones anormales en toda regla. Anormales porque
el convocante, es decir, el Señor Mas, sólo está habilitado para convocar unas
simples elecciones autonómicas, tal como hace mediante un decreto perfectamente
ajustado a la legalidad para evitar en las formas la impugnación del mismo,
pero, excediendo sus competencias y pretendiendo engañar a la ciudadanía
española, sobre todo a los catalanes, pretende venderlo de forma torticera como
un plebiscito e, imitando el más genuino estilo de cualquier dictador de tres
al cuarto, se declara legal en las formas, pero no en el fondo, como si la
democracia no dejara de existir cuando se practica sólo formalmente y no
esencialmente. Democracias formales, que nada tienen que ver con las
democracias reales, predominantes en Europa, parecen ser pues los modelos por
los que Artur Mas y compañía apuestan, tal como se deduce de sus personales
declaraciones y comportamientos como gobernante. Es más, aunque el president,
en su quimera independentista, deja en el aire la mayoría necesaria para
proclamar unilateralmente la independencia (cualquier mayoría sería
antidemocrática, ilegal e ilegítima al no recaer la soberanía en el pueblo
catalán), Rull, el número dos de su partido, le sugiere que no hace falta ni
siquiera más del 50% de los votos para la secesión, pues, según él, una mayoría
simple bastaría a Mas para declarar la independencia; entretanto, Fátima Báñez,
la Ministra de Trabajo, afirma que “Mas es como Tsipras, sabe que no puede
cumplir lo que promete” y la vicepresidenta del Gobierno le avisa, como es su
obligación, de que vigilará que se cumpla la Ley en todo el proceso. Cierto,
como dice Mas, que Cataluña no vive una situación normal, pues la anormalidad
que padece es estar gobernada por quienes no se conducen con las pautas
democráticas normalmente establecidas, tal como hace el resto de gobernantes en
el resto de territorios que conforman a todos y cada uno de los diferentes
Estados de la UE en los que de forma estricta no sólo se rigen por su
respectiva legalidad vigente sino que ésta se impone, como debe ser, a
cualquiera que osara gobernar con comportamientos totalitarios.
Otro asunto que ocupa
el interés mediático generalizado es la destitución de Carmona como portavoz
socialista en el Ayuntamiento de Madrid que, según el propio afectado, no es
admisible ni por el fondo ni por las formas. En efecto, Carmona ha sido
destituido por Ferraz a través de su teledirigido brazo ejecutor de la nueva
dirección de la FSM y el afectado conoce la decisión por la prensa, un golpe
bajo sin lugar a dudas. Si para algunos es la culminación de la renovación del
PSOE en Madrid, para otros es una purga en toda regla para finiquitar cualquier
discrepancia o rebeldía. Pero lo más espectacular es que, habiéndole intentado
comprar con un sillón en el Senado, en un acto de honradez el propio Carmona,
tras rechazarlo, manifiesta en rueda de prensa que no tiene “precio” y que no
le “van a callar”, lo que supone elevar a público, con luz y taquígrafos, el tradicional
cainismo interno de los socialistas madrileños, justo cuando acaban de salir de
un descalabro electoral sin precedentes y en vísperas de unas elecciones
generales a todas luces trascendentales. Además, mientras Manuela Carmena da
todo el poder a su sobrino político y, además de jefe de su gabinete, le coloca
al frente de Ifema, Carmona, que la apoyó para que fuera alcaldesa (craso error
por su parte) desvela ahora que fue por indicación expresa de Pedro Sánchez,
avalando de alguna forma que la estrategia postelectoral del Secretario General
y su Ejecutiva pretendía simplemente disimular su estrepitoso fracaso electoral
a cambio de cotas de poder repartidas con todo tipo de radicalismos y
populismos con el único objetivo de consolidar su cuestionado liderazgo
interno. En fin, la amenaza incluso de una ruptura o escisión del PSOE, al
menos en Madrid, sobrevuela, según Carmona, en el panorama político español, lo
que sería dramático y nefasto para el futuro.
En cuanto a otros
asuntos se refiere, cabe destacar que muere un marroquí en Almería tras cinco
horas metido en una maleta (la tragedia migratoria que no cesa); que la
Fiscalía acusa a Rato de blanquear dinero con su hotel y solicita que la
Audiencia Nacional se haga cargo del caso tras detectar “delitos de corrupción”
(¡menuda novedad!); y que, el Rey, mientras posa distendido con su familia en
Palma de Mallorca y afirma que “la gente es estupenda”, manifiesta sobre el asunto
de abrir los jardines de Marivent que “hay que tratarlo con normalidad y
colaborar” evidenciando su positiva disposición de colaboración al respecto con
las autoridades baleares (¿es que alguien esperaba lo contrario?).
Y en el exterior,
mientras Reino Unido obliga a los caseros a expulsar a los sin papeles (¡menudo
papelón de Cameron!), Francia impide el paso de 1.700 inmigrantes a través del
Eurotúnel (¡menudo papelón de Hollande). Entretanto el PIB ruso, según el FMI,
caerá hasta un 9% por las sanciones impuestas hace un año por la UE y EEUU por
el conflicto ucraniano, dañando seriamente la economía rusa (otro conflicto más
sin visos de solución). Por cierto, tras el histórico anuncio de Obama, uno
más, sobre el calentamiento global, que los republicanos ni siquiera reconocen,
desvela su plan para reducir un 32% las emisiones de CO2 a la atmósfera
mediante su receta verde consistente en menos carbón y más energías renovables…
todo un hito en EEUU.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias