Sin que
obviamente haya punto de comparación, justo cuando se cumple el veinte
aniversario del intento de regicidio, el ambiente en España sigue
lamentablemente enrarecido. En efecto, hace justo veinte años, tal como
confirma un documento interno de ETA, la banda intentó desestabilizar España
con el asesinato del entonces Rey Don Juan Carlo I, que la intervención de los
GEO logró evitar afortunadamente. El objetivo, muy claro: “si los políticos
hubieran visto al rey en un ataúd, habrían negociado”. Es el típico proceder de
los totalitarismos del signo que sean. Cuanto peor, mejor, para imponer, si no
logran hacerlo por la fuerza militar, su criterio antidemocrático al resto de
la ciudadanía, menoscabándola sistemáticamente con conductas
desestabilizadoras, bien mediante la violencia física, bien mediante la
violencia política desacatando el marco legal y actuando de espaldas o contra
la legalidad democrática establecida. Y, salvando todas las distancias (ahora
no se recurre a la violencia física afortunadamente), los intentos
desestabilizadores en España no han desaparecido, sino que, a mi juicio, se han
recrudecido en algunos aspectos, especialmente con radicalismos efervescentes
que amenazan peligrosamente la estabilidad del Estado. Seguramente, conscientes
de ello, Podemos, con clara vocación inicial antisistema, busca ahora luchar
contra el peso negativo que le aportan sus homólogos en Grecia (situación
insostenible) y contra su etiqueta originaria de izquierdismo radical (imagen
negativa) encarando de nuevo el debate sobre su identidad, ante la caída en las
encuestas, con lo que, frente a tirios y troyanos, Pablo Iglesias se reafirma
una y otra vez en la “transversalidad” de su genuino proyecto, ni de izquierdas
ni de derechas sino todo lo contrario. Este teórico planteamiento desideologizador
lo llevan curiosamente a la práctica los independentistas catalanes con su
genuina lista unitaria en la que caben todas las ideologías, incluidas las más
claramente antitéticas, diluyéndolas todas ellas con la transversalidad del
objetivo común de desestabilizar el Estado de Derecho para propiciar el momento
adecuado de proclamar ilegalmente y de forma unilateral la independencia de una
parte de su territorio. Como hace veinte años, el objetivo sigue siendo el
mismo: forzar a los políticos a una negociación indeseada e indeseable con
métodos totalitarios para imponer sus criterios minoritarios al Estado, ya sea
con un ataque directo al mismo (como sucede ahora) o a sus instituciones,
incluida la Jefatura del mismo (como sucedió entonces).
No extraña pues que,
ante semejantes amenazas, los políticos demócratas reaccionen para evitar males
mayores en este ambiente enrarecido, planificado de forma interesada, instando
en primera instancia a los votantes que no se queden en casa y a las fuerzas
constitucionalistas (es decir, a las fuerzas democráticas) a “impedir la locura
rupturista en el Parlament”, tal como hace, entre otros, García Albiol,
candidato del PP catalán, añadiendo que, mientras “se está activando el voto de
los que no quieren romper con España” (al margen de su ideología de izquierdas
o de derechas), “el 28-S los no independentistas tendremos que lograr acuerdos”,
obviamente para defender no a una determinada ideología sino al sistema
democrático de los ataques de quienes, aprovechando el ambiente enrarecido,
pretenden acabar con él. Como era de esperar, Inés Arrimadas, candidata de
Ciudadanos a la Generalitat, afirma que “tras el 27-S pactaría tanto con el PP
como con el PSC para frenar a Mas”, objetivo que, como ella, debieran tener
meridianamente claro los dirigentes de los distintos partidos democráticos
españoles, incluidos obviamente los catalanes.
En cuanto a otros
asuntos se refiere destacar que tras haber sido calcinadas 9.000 hectáreas en
Extremadura, algunos de los 3.000 desalojados pueden ya volver a sus casas,
aunque en la zona se teme un desastre ecológico de primera magnitud; que la web
BlaBlaCar, la más usada para compartir vehículo, acaba, como sucedió con Uber,
ante los jueces, acusada de competencia desleal por las empresas de autobuses;
y que los toros vuelven a San Sebastián tres años después del veto impuesto por
Bildu… ¿se atreverá a prohibirlos ahora en Pamplona?, esta es la cuestión.
Y en el exterior,
mientras Argentina somete a juicio doce años de los Kirchner en el poder con
las primarias de hoy, termómetro de las presidenciales de octubre para las que
el peronista Daniel Scioli encabeza los sondeos, el Ministro del Tesoro del Reino Unido, George Osborne, dice tajante que “la razón principal para que
Reino Unido se quede en la UE es económica”… cabría preguntarse ¿Cuál será la
razón de Mas para salirse de España y por tanto de la UE? Contéstenlo ustedes
mismos.
Para finalizar, cabe
citar las declaraciones de José Ignacio Bergoglio, sobre su tío, nada menos que
el Papa Francisco, descubriendo datos biográficos que humanizan más si cabe su
figura; dice que “el Papa iba a declararse a una chica cuando lo llamó Dios”,
que era “bromista, amante de la cocina, la música clásica y los tangos”, y que
la noche en que fue elegido Pontífice dijo a su madre: “estoy bien, gordita, no
podía decir que no”. En fin, un hombre más, como él mismo pretende ser.
Jorge Cremades Sena
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