Tras la mayor oleada de pateras de la
historia, con la llegada récord de inmigrantes a las playas de Cádiz (836
personas en 84 lanchas hinchables), más otros 80 inmigrantes (de los 750 que lo
intentaron) que lograron saltar la valla de Melilla, se disparan de nuevo todas
las alarmas de un problema que, ni la UE, ni, en su conjunto, la comunidad
internacional quiere o sabe afrontar. En esta ocasión la avalancha se achaca a
una momentánea permisividad de Marruecos, que admite “disfunciones” en su tarea
de impedir el paso en sus fronteras, al extremo de que, según determinados
informantes, los agentes marroquíes no sólo hacían la vista gorda sino que les
invitaban en Tánger a cruzar la frontera de España: “Tenéis 48 horas” era el
mensaje. En fin, que por negligencia involuntaria o por estrategia calculada
(hay versiones para todos los gustos) la frontera marroquí se ha convertido en
un coladero para, al día siguiente, convertirse en una barrera casi
inexpugnable con utilización de medidas disuasorias violentas por parte de los
citados agentes. Andalucía exige a la UE “más apoyo” ante la “emergencia social”
generada y 300 agentes españoles más de refuerzo, enviados por Interior, harán
frente a la oleada de pateras. Por lo demás, tras las casi generalizadas
lamentaciones (“pobres gentes”, “es inhumano”, “no podemos acoger a todos”, “quita
la tele, no puedo soportar las imágenes”….) y tras las correspondientes
tertulias televisivas (violencia de los agentes, exigencias de Marruecos,
errores o aciertos del Gobierno…), repletas de sentencias y denuncias genéricas,
pero sin sugerir soluciones concretas posibles, sobre lo mal o bien que lo
hacen los gobernantes de uno u otro lado, todo vuelve al olvido hasta el
siguiente episodio, mientras miles y miles de subsahariano se agolpan en
Marruecos a la espera de la siguiente “disfunción”, ¡vaya usted a saber por
qué!, para volver a intentarlo, y otros miles y miles de ellos permanecen
hacinados en los centros de acogida españoles a la espera de su incierto
destino.
Entretanto, no muy lejos de la zona, en Canarias, tras la
autorización por parte de Industria de las polémicas prospecciones
petrolíferas, sus autoridades territoriales, en su día conformes con las
mismas, amenazan hasta con romper relaciones institucionales con el Gobierno de
España, mientras que muchos ciudadanos, animados o no por dichas autoridades,
exigen en las calles que en la zona no se busque petróleo. Ni la compensación a
Canarias, como ya se hace en otros lugares, que trata Soria, poniendo un
impuesto a Repsol si encuentra petróleo (cuyos primeros resultados se prevén para
marzo de 2015) calma los ánimos. Los gobernantes canarios prefieren que se siga
comprando el crudo a precio de oro fuera de nuestras fronteras y si, para ello,
es necesario romper relaciones con el Gobierno central, se rompen.
Por su parte los
gobernantes catalanes, a pesar de la división respecto a la suspensión,
aplazamiento o celebración de la consulta (hay criterios para todos los
gustos), según su mandamás (al menos en teoría), el President Artur Mas, siguen
empeñados en la anunciada celebración del referéndum el día 9-N tal como está
previsto. “Habrá consulta” dice lacónicamente Mas, contra sus consejeros,
pertenecientes a Unió, que insistiendo en que sí puede ser aplazada, ahondan
más la fractura en el seno del gobierno catalán, mientras el garante del mismo,
ERC, responde que el Ejecutivo de CiU “ha decidido suicidarse”. Como si no lo
supiera e incluso lo propiciara desde que, tras el giro al abismo de Mas,
decidiera apoyarlo pero sin integrarse en el mismo, ejerciendo a la vez, cosa
insólita, como gobierno en la sombra y oposición, para que el coste de la
aberración recayese en los nuevos independentistas de la derecha catalana y no
en los viejos (y entonces minoritarios) independentistas de izquierdas de toda
la vida. Entretanto la burguesía catalana, clásica y emprendedora, permanece
agazapada y, probablemente perpleja, ante un hipotético gobierno independiente
de ERC, mientras el suicida (políticamente hablando) Mas sigue jugando hasta el
final a su favor. Mejor aliado imposible, pensará Oriol Junqueras.
Y en este laberinto político
catalán, Pujol busca estrategias para controlar la investigación de su fortuna
y zanjar lo mejor posible el escándalo. De un lado busca al culpable de la
filtración de sus cuentas en Andorra y de otro espera zanjar el asunto con
simples multas y delitos prescritos. Nada mejor que descubrir cualquier error
de los encargados de la investigación, cualquier fallo, para intentar la vía de
la anulación. Y nada mejor que asumir la culpabilidad personal sobre delitos
prescritos, para salvar al resto de su familia y, en todo caso, saldar el
asunto con determinadas multas, mediante declaraciones complementarias de los
últimos cuatro años (los anteriores prescribieron) para mantener la parte del
león del sustancioso pastón acumulado, por más que las multas fueran
importantes. No en vano Ferrusola, su esposa, le tranquiliza afirmando que
tiempo al tiempo, que todo se olvida. Ya hay quienes avisan de que es difícil
demostrar a día de hoy si es ilegal la fortuna ingresada en metálico en
paraísos fiscales, que poco se puede hacer en lo jurídico sobre una persona de
tan avanzada edad, que investigar su patrimonio compete a la Agencia Tributaria
Catalana y no a Hacienda, o que, en el peor de los casos, el fraude a los
catalanes durante 34 años podría quedar reducido a un fraude de cuatro años
(los de los últimos cuatro ejercicios). Es lo que suele suceder cuando durante
mucho tiempo se ponen a los zorros a cuidar las gallinas, al final, han
desaparecido de la granja la mayoría de ellas y, como mucho, sólo aparecen
algunas muertas y otras moribundas. Justo las que se iban a tragar ese día.
Algo parecido sucede
en Andalucía (bueno, y en Valencia, en Baleares, en….), aunque sin soberanismo
(de momento) como tapadera de por medio. Allí la tapadera era el desvelo por
los pobres, la igualdad y el progreso social y económico. La jueza Alaya,
habiendo buena parte de aforados (algunos dicen aforrados) en el caso de los
ERE fraudulentos y terminada la instrucción del mismo, acaba de enviar al
Tribunal Supremo el asunto. Además de Chaves, Griñán, Zarrías y Mar Moreno, por
citar a los más conocidos, otra serie de aforados son, según Alaya,
susceptibles de ser imputados, junto a los más de doscientos personajes (otros
altos cargos de la Junta, sindicalistas, empresarios, abogados, intermediarios,
intrusos fraudulentos de la ayudas….) en los que la jueza ve indicios
suficientes de haber cometido alguno o varios tipos de delitos. Los aforados,
en manos del Supremo, y el resto en manos de los jueces ordinarios, se disponen
así a dar cuentas de un escándalo mayúsculo. Alaya ve “imposible” que Chaves y
Griñán desconocieran los ERE fraudulentos ya que la Intervención de la Junta
les advirtió “hasta el hartazgo” del descontrol en las subvenciones y exime “de
responsabilidad al Parlamento” (argumento de algunos para escaquearse de su
responsabilidad), pues nada menos que 66 millones sólo en “sobrecostes” para “engrasar”
la red clientelar del PSOE andaluz es demasiado. Como en el asunto catalán, que
era “vox populi” nadie sabe nada y también estamos hablando de un montón de
años. De momento Griñán, tras llegar la causa al Supremo, admite
irregularidades, aunque añade que ninguno de los aforados se ha llevado un
duro. Es decir, que, según él, se lo han llevado los no aforados. Al parecer,
al igual que Chaves, está deseando declarar. Veremos en qué queda el asunto,
aunque, por higiene democrática y de regeneración socialista, no estaría de más
que la nueva dirección del PSOE, dirigida por Sánchez (algunos dicen que por Susana
Díaz, la heredera de Griñán), se pronunciara públicamente al respecto sobre tan
indecente asunto que, en su día, los dirigentes socialistas andaluces
definieron como “cosa de cuatro pillos”. A la vista está que erraron en su
apreciación. ¿O no? (Ver post “ALAYA, EL PSOE Y LOS ERE” en Blog Ojo crítico, http://jcremadesena.blogspot.com.es/,).
En cuanto a otros
asuntos se refiere, mientras se inicia la desinfección del hospital que albergó
al misionero Pajares, cuyo entierro fue multitudinario, sigue la polémica;
ahora sobre si se tomaron las medidas adecuadas o no con el personal que le
atendió. El caso es discutir y poner en duda casi todo. Incluso discutir sobre
la detención del ex boxeador Poli Díaz, que ya ha sido puesto en libertad, por
tratar de robar el arma a un agente.
Y,
mientras Brasil queda conmocionado por la muerte en accidente aéreo del candidato
presidencial socialista Eduardo Campos, que iba tercero en los sondeos, todos
lamentamos la muerte del gran cómico Robin Williams que, al parecer se ha
suicidado, así como el fallecimiento de la genial actriz Lauren Bacall que nos
deja a los 89 años de edad. Entretanto el mundo sigue y, lógicamente, los
conflictos en Irak e Israel. Mientras Irán respalda al Gobierno iraquí, impuesto
por EEUU, Obama destina a Irak otros 130 asesores militares y planea enviar
tropas para frenar el avance de los yihadistas y proteger a los refugiados. Por
su parte en Gaza, tras el fracaso negociador de una tregua permanente, se
consiguen cinco días más de tregua pese a un nuevo ataque a Israel desde
territorio palestino.
Finalmente felicitar al marchista Miguel Ángel López que
en los Europeos de Atletismo en Zürich ha conseguido la medalla de oro en los
20 kilómetros. Y, como no, al Real Madrid que con dos goles de Cristiano
Ronaldo ha conseguido frente al Sevilla su primer título de la temporada, la
Supercopa de Europa, con un Kroos insuperable en el centro del campo.
Jorge Cremades Sena
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