En efecto, mientras a instancias del PSOE el
Congreso de los Diputados debatirá sobre la fortuna oculta de los Pujol, en
tanto que aumenta la presión sobre CiU para que rompa su pacto con Esquerra,
los Pujol se ponen en marcha, intentando defenderse de lo indefendible o
escaquearse de lo escaqueable (bueno, de esto último no estoy tan seguro)
mediante un recurso en que sostienen que la comisión rogatoria tiene una
intención política. “Nos acusan para frenar el soberanismo” dicen al juez Ruz
que lleva el caso, intentando además pararlo mediante una querella en que
alegan que un directivo bancario robó sus datos financieros. La estrategia es
bien clara: de un lado se le investiga, no por ser un presunto delincuente,
sino por ser nacionalista y, por tanto, para finiquitar su proyecto independentista;
de otro, anular las pruebas, obtenidas de forma ilegal, sobre sus cuentas en
Andorra para parar la investigación al respecto. Una vez más, para salvarse de
la quema, pone de parapeto la bandera catalana como estandarte. Bueno, y las
irregularidades que cualquier funcionario o empleado pueda cometer en su
actuación. ¡Mira que, si como él, llegáramos a pensar que lo del directivo
bancario hasta se podría comprar de forma intencionada! Por dinero escondido no sería. Menos mal que
no somos tan mal pensados.
Pero esto del escaqueo no es privativo de los Pujol.
Todos los presuntos delincuentes de guante blanco suelen utilizar la táctica
del calamar. En Andalucía, mientras Susana Díaz defiende la “honradez y
decencia” de Chaves y Griñán en el asunto peliagudo de los ERE fraudulentos
(está en su perfecto derecho de hacerlo, al igual de hacer lo contrario
aquellos que no tienen tanta fe), en el entorno de éstos, según se publica y
nadie desmiente, consideran que los consejeros imputados les servirán de
“cortafuegos” al igual que sucedió a Felipe González en el oscuro asunto de los
GAL. Por ello confían en que el asunto no irá tan lejos en los tribunales,
aunque reconocen que es un “huracán político”. En definitiva, un verdadero
huracán político, acompañado de tsunamis, rayos y centellas por el asunto de
los cursos de formación fraudulentos que dibujan un negro horizonte, máxime si,
en vez de tomar las debidas precauciones, al estilo de Rajoy, esperan a que por
sí mismo amaine el temporal. En todo caso, lo inaceptable es que la Junta use a
Cruz Roja para justificar las ayudas, supuestamente fraudulentas, concedidas al
ex consejero Ojeda (los ya famosos 5´3 millones, firmados por su cuñada que era
la responsable del asunto en la Junta), alegando que ese mismo día también dio
dinero a la organización humanitaria. Esto sí que es mezclar “churras con
merinas” y no las acusaciones que se hacen de ello a la jueza Alaya. Veremos a
ver qué explicación se da al resto de supuestas dádivas, como la concesión de
un millón a Ojeda para la sede principal de su empresa (bueno, eran tantas las
que tenía…), para los famosos cursos de formación en los que el enchufismo
familiar y los docentes inexpertos suponían el 60% de los mismos. Menos mal que
Susana Díaz tiene razón al criticar que Mas y Rajoy tratan la financiación
autonómica de forma bilateral, tal como sospecha la presidenta que se está
haciendo. Pero, lástima que no esté tan acertada en su estrategia para el resto de asuntos.
En cuanto a otros asuntos se refiere, aunque, hoy por
hoy, queden casi eclipsados mediáticamente por los anteriores, el déficit
comercial en España se duplica por el parón de las exportaciones, pues aunque
crece el comercio se modera a causa del frenazo de la UE; entretanto, el “banco
malo” vende unas 45 casas diarias al recuperarse las hipotecas. Y por su parte
el líder de UPyD en la UE, Sosa Wagner, pide a Rosa Díez la unión del partido
con Ciudadanos y denuncia “las prácticas autoritarias que anidan” en su
partido.
Y en el exterior sigue la convulsión racial en EEUU con
un impotente Obama que envía al Fiscal General a Ferguson, mientras el
Gobernador de Misuri llama a la Guardia Nacional para poner orden. También
sigue la guerra en el este de Ucrania donde un bombardeo a un convoy de desplazados
deja decenas de muertos civiles “sin autor” conocido ya que tanto los rebeldes
como el gobierno niegan estar detrás del asunto, una guerra civil en la que,
según Acnur, ya ha provocado más de 160.000 huidos a Rusia. Sobre el otro foco
trágico, el Papa, que ya planea su viaje a España, muestra su deseo de acudir a
Irak y manifiesta que “es lícito detener al agresor injusto, no estoy diciendo
bombardear ni hacer la guerra”. Entonces, ¿qué está diciendo? ¿cómo se detiene
al agresor injusto? Me temo que Francisco, contundente y claro en sus mensajes,
en este caso ha caído en una ambigüedad manifiesta. Para finalizar, mientras la
OMS pide más controles en las fronteras de los países afectados por el ébola,
los padres de Fátima, la niña que llegó a España con otros inmigrantes cruzando
el Estrecho en una balsa a la que ellos no pudieron subir, esperan con anhelo
el regreso de su hija. Regreso, ¿dónde? ¿en Marruecos, donde están ilegales?
¿en España? ¿en su país de origen?. Convendrán conmigo que la decisión debiera
ser clara y meridiana, donde esté mejor la niña.
Sobre temas deportivos, mientras la nadadora Mireia
Belmonte logra su segunda medalla de plata en 400 estilos, en cuanto al futbol
se refiere, la Liga rechaza al Murcia en Segunda y por tanto jugará en Segunda
B, mientras su plaza será ocupada por el Mirandés.
Jorge Cremades Sena
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