Sin lugar a dudas una de las cuestiones que,
antes o después, debieran abordarse con absoluta normalidad es nuestra actual
Ley Electoral. Desde distintos flancos se ha venido criticando, entre otras
cuestiones, por el mejor trato dado a las opciones nacionalistas que superan en
escaños con muchos menos votos a opciones no mayoritarias que se presentan a
nivel nacional, generando un agravio comparativo en formaciones como IU, UPyD
y, supongo, ahora Podemos, frente a opciones como CiU, PNV, Bildu, etc. También
por los cambalaches y componendas que, especialmente a nivel local, vienen
haciendo las diversos partidos a la hora de gobernar los municipios
(traiciones, transfuguismo, acuerdos anti-natura, etc), prostituyendo al final
el sentir mayoritario de los votantes. Y así sucesivamente una serie de
desajustes que aconsejan, por el bien de la representatividad democrática, una
reforma electoral. Una reforma que, de una parte, vienen reclamando los
partidos minoritarios nacionales y, de otra, también lo proponen los partidos
mayoritarios. Sin embargo entre todos no son capaces de ponerse de acuerdo para
que el resultado final sea satisfactorio y consensuado. Es más, al contrario.
Ahora Rajoy está decidido a cambiar parcialmente la Ley Electoral ya que, al
parecer, afectará sólo a las elecciones locales, en el sentido de que el
candidato más votado sea el alcalde. Obviamente es insuficiente, aunque no está
mal en principio ya que evitaría que, entre todos los candidatos que se
presentan, el pueblo soporte como alcalde no ya al segundo, sino al tercero o
cuarto de sus preferidos. La oposición se niega a intentar el consenso al
respecto que propone el PP para septiembre. Sánchez dice que no negociará con
Rajoy porque “sólo busca una elección: la del PP”. Rajoy se dispone a aprobarla
en solitario si no hay acuerdo. En fin, ya está el circo montado para inaugurar
el otoño. Y las municipales a la vuelta de la esquina.
Y para circo, si no fuera por lo dramático, sigue
acaparando nuestra atención durante el verano la corrupción que no cesa. En el
asunto de los cursos de formación, algunos de los afectados por el fraude
mantienen que les enviaban “a Ceuta días sueltos para jornadas de cuatro horas
por cinco euros” o que les ofrecían “un trabajo de peluquero por seis meses…sin
cobrar”, en tanto que Ojeda, convertido en factótum del asunto, recibía veinte
millones para organizar cursos de lectura de prensa, internet, cine subtitulado
o visitas al zoo…. La Junta, por su parte, promocionó la empresa de Ojeda
incluso cuando la investigación del asunto ya estaba en marcha, mientras que
Viera, ex consejero imputado en el caso de los ERE afirma que Sánchez le apoya
y niega toda responsabilidad en los hechos, pero admite que el sistema “era, es
y será perfeccionable y mejorable” y que todos los gestores creían que
trabajaban “desde el punto de vista legal”. Obviedad indiscutible en lo
primero, nada ni nadie es perfecto y por tanto todo es mejorable; pero
inadmisible lo segundo ya que no es cuestión de creer o no creer, menos si eres
gobernante, sino de aplicar la legalidad, que hay que conocer, y los principios
de transparencia, objetividad, etc que hay que tener, lo que no sólo les
conduciría al reproche jurídico, que es lo que se investiga, sino también al
reproche social, bien por chorizos, bien por ineptos, bien por ambas cosas.
Esta es la cuestión, lo demás son tapujos.
Y en el otro asunto de corrupción, mezclado con el pulso
soberanista por pura intencionalidad de sus protagonistas, al circo tragicómico
se añade el esperpento. Mientras Pujol consuma su argucia legal en Andorra
presentando una querella contra el filtrador de su cuentas con la intención de
anular las pruebas, su partido, creado por él y por tanto suyo en estricto
sentido de posesión, le sugiere tímidamente que tenga a bien presentar su “baja
voluntaria”, en tanto que la ex novia de su hijo insiste en que la Oficina
Antifraude de Catalunya no supo investigar el asunto en su momento. Desde el
entorno más estrecho de los Pujol lo tienen claro: “en Convergencia se rebelan
los traidores pero lo pagarán” tachando de “mezquina” a la portavoz de CDC por
abrir la puerta a la petición de baja voluntaria, mientras que CiU, obviamente
obligada por las circunstancias intolerables, se distancia de su fundador
pretendiendo quitarse las pulgas de encima, forzándole (ahora sí) a que vaya al
Parlament y salve la ilegal consulta prevista. Eso sí, todo de forma exquisita,
mediante el envío de un emisario por parte de Mas a la casa de Pujol (que, por
cierto, devuelve la medalla de Barcelona) para convencerle de que comparezca,
en tanto que Mas promete a ERC, CUP e ICV que celebrará el 9-N. Al final, todo
por la patria (perdón, por la causa), mientras el empresario del 3% manifiesta
que “es obvio que Mas estaba al tanto de las comisiones por obras”. ¿Qué
piensan ustedes al respecto? Y todo este esperpento a poco tiempo de una nueva
Diada, manipulada en los últimos tiempos, que, según algunos, genera
incertidumbres a pesar de los esfuerzos de CiU y ERC por movilizar masivamente
a los catalanes con el nuevo objetivo, entre los ya conocidos, de tapar los
escándalos de los Pujol, cuyo patriarca, por cierto, aún no ha devuelto a la
Generalitat la oficina de ex president pese al escándalo que ha generado.
Tampoco bajan las aguas mansas en otros partidos. Una
dirigente de Vox, Cristina Seguí, acusa al presidente del partido, González
Quirós, de lucrarse del mismo por haberle facturado 58.000 euros y colocar a su
hijo. Una ex consejera, Aina Castillo, acusa a Matas de amañar una obra de 630
millones de euros, confesando que manipuló el concurso del mayor hospital de
Baleares. Y en UPyD saltan chispas por la propuesta de Sosa Wagner de ir con
Ciutadans en las elecciones, la diputada Irene Lozano le pide explicaciones
públicamente por tamaña osadía que ha generado una crisis inesperada. Estoy
convencido de que en lo de Vox, algunos se habrán echado a reír a carcajadas
(una broma ante lo que ellos tienen encima), aunque, considerando que son
principiantes habrán concluido que no está nada mal; de que, en lo de Matas,
habrán pensado que nada nuevo bajo el sol, suma y sigue; y, en lo de UPyD, que
la avaricia rompe el saco, pocos y mal avenidos.
Entretanto, España se financia al interés más bajo de su
historia, la construcción se dispara un 34% en el segundo trimestre y casi dos
millones de trabajadores son ya autónomos, muchos surgidos al abrigo de la
tarifa plana de 50 euros mensuales. Tres buenas noticias sin lugar a dudas;
basta saber si somos capaces de reducir la deuda pública, si el incremento en
la construcción tiene perspectivas de consolidarse, así como los autónomos, de
cara al futuro. Por otra parte, mientras el Supremo avala la Ley Wert, Sánchez
impulsará un debate sobre cambios en la Constitución; aunque no sabemos en qué
sentido pretende Sánchez hacer dichos cambios, si sabemos que la decisión del
Supremo obliga definitivamente a que las CCAA, entre ellas Cataluña y
Andalucía, apliquen la ley educativa este próximo curso y se desvanezca en todo
caso el desmadre educativo existente. Y dos noticias malas: las detenciones de
menores por agresión sexual aumenta un 30%, la primera; y un hombre se suicida
en Zaragoza por una deuda de amor tras estar veinte horas atrincherado, la
segunda.
En el extranjero, mientras la cuarentena por el ébola
está provocando caos y violencia en Liberia, la presidenta de Médicos sin
Fronteras, Joanne Liu, dice, con razón, que “el ébola no se puede controlar
cerrando las fronteras” y que la solución pasa por “acrecentar los medios en el
terreno”. Una obviedad aplicable a otros tantos asuntos que afectan a los
países subdesarrollados, como, por ejemplo, la emigración masiva huyendo del
hambre, la miseria y las enfermedades. Por cierto, Marruecos ha decidido acabar
con el monte Gurugú como estancia obligada de los subsaharianos en su periplo hacia
Europa, y, a falta de otras ocurrencias, la policía marroquí ha prendido fuego
a dichos asentamientos para frenar los saltos a la valla de Melilla. ¿No sería
más razonable vigilar las fronteras meridionales de Marruecos? Bueno, además de
aplicar en los países de origen lo que Liu propone para erradicar el ébola.
Y, hablando de erradicar asuntos indeseables, mientras la
violencia racial persiste en Misuri a pesar del despliegue de soldados
(agravado por la muerte de otro afroamericano), Obama está decidido a erradicar
la barbarie del Estado Islámico, que ha propagado su sanguinaria conducta
publicando la decapitación del periodista norteamericano James Foley,
conmocionando al mundo entero. EEUU intensifica los bombardeos tras esta
salvajada televisada y Cameron suspende sus vacaciones regresando a Reino Unido
ante el riesgo de una conexión británica del yihadismo (el siniestro verdugo
encapuchado hablaba con acento británico), mientras Hollande pide una cumbre
internacional. Obama promete que será “implacable” y que no cederá a la
crueldad manifiesta de semejantes sujetos. ¡Cuándo se va a conjurar la
Comunidad Internacional contra tanta salvajada!
Y, entretanto, mientras Hamás suspende la tregua con
Israel y se reanudan los ataques en la franja de Gaza, cerca de 40 civiles
mueren en un día y más de 400.000 personas son desplazadas en Ucrania,
generando una verdadera crisis humanitaria, ante la decisión de las tropas
ucranianas de lanzar una gran ofensiva en la que se combate ya en las calles de
los principales bastiones prorrusos. Los nacionalismos, que ponen los
territorios por delante de las personas, suelen generar estas tragedias.
Finalizo felicitando a Duane da Rocha por conquistar un
oro en los 200-espalda en los Europeos de natación. En cuanto al fútbol se
refiere, el Atlético empata 1-1 con el Madrid, que se adelantó con un gol de
James en su estreno en el Bernabeu, dejando la suerte de la Supercopa de España
para la vuelta en el Calderón. Suerte a ambos y que gane el mejor.
Jorge Cremades Sena
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