Así es. Un idílico
paseo, políticamente hablando, de varios kilómetros en el tradicional y famoso
universalmente Camino de Santiago (viejo puente entre las culturas europeas
medievales y vehículo de las modernas tendencias culturales hacia la Península
Ibérica que pugnaba por recuperar la integridad territorial cristiana frente a
los invasores musulmanes), han protagonizado la canciller alemana y el
presidente de gobierno español en un ambiente de máxima cordialidad. Mientras
Merkel busca que España se una a su frente a favor de la austeridad, avalando
la asunción de más poder español en la UE, Rajoy consigue el espaldarazo
definitivo alemán a su gestión económica. Así, mientras se está a la espera de
conocer el destino político europeo de Arias Cañete, queda despejado el apoyo
absoluto a que De Guindos presida el Eurogrupo. Una alianza hispano-alemana en
Europa, mientras otros países como Francia o Italia, andan a la búsqueda de
encontrar el camino que les conduzca a un urgente y necesario crecimiento. Todo
ello mientras la prima de riesgo española consigue bajar de los 130 puntos
(hace poco más de un año estaba a más de 600) y se presume un crecimiento de la
construcción del 0´8% el próximo año cuando venía cayendo en picado desde la
crisis del ladrillo. Para estar eufóricos, nada de nada, todavía queda un largo
e incierto camino que recorrer. Para no reconocer la parte positiva, tampoco,
mejor estar como ahora que mendigando ayudas a diestro y siniestro. Por tanto,
me parece muy bien que Sánchez insista en que Rajoy debe volcarse en buscar más
trabajo para los españoles, pero decir que eso es lo que debe hacer en vez de
buscarle trabajo a Cañete y De Guindos me parece improcedente, pues él bien
sabe, o debiera saber, que, seguramente, este mayor protagonismo de España en
la UE es positivo en términos generales. ¿No hubiese hecho él lo mismo en caso
de ser el Presidente del Gobierno? En fin, cosas de la política con minúsculas
que, en todo caso, valen para animar a los correligionarios del partido ya
convencidos, pero no aportan nada a la todavía maltrecha economía, ni a la
necesaria regeneración política.
Por cierto, hablando de
regeneración, Felipe VI ultima nuevas medidas para regenerar la Corona y, al
efecto, durante estos días está convocando reuniones interminables en La
Zarzuela ya que “nada se dejará a la improvisación”, ni siquiera el papel que
la Corona concederá a Don Juan Carlos, comenzando por su propio tratamiento,
como Rey Padre o Rey Emérito. Y, mientras tanto, se publica una curiosa
anécdota protagonizada por su “hermano” el Rey Mohamed VI de Marruecos, quien,
al darle el alto la Guardia Civil cuando paseaba con su lancha en aguas de
Ceuta para identificar a la tripulación, preguntó malhumorado “¿Es qué no saben
quién soy yo?” Ya ven, siempre ha habido clases. Una llamada a su “hermano”
Felipe VI para quejarse por el incidente en tanto que Interior envía al jefe de
la Comandancia a pedir disculpas zanjan el asunto. Sucedió días antes de que la
frontera hispano-marroquí durante dos días fuese un coladero de inmigrantes.
Las malas lenguas comentan que no es mera coincidencia. Y ustedes ¿qué piensan?
También se publica que los negocios
del hijo de Pujol en Acapulco acabaron en un verdadero fiasco. Todo no iba a
ser ganancias. La violencia generada en dicha ciudad dio al traste con los
negocios hoteleros del catalán. Lo que, al parecer, si fueron ganancias son los
cursos de formación subvencionados por la Junta de Andalucía en los que hasta
un miembro de la Ejecutiva del PSOE-A de Susana Díaz, el Secretario de
Agricultura, montó una empresa de formación que, obviamente, recibió subvenciones
que la Junta exoneró de justificaciones. Así cualquiera. Tal como está el patio
en asuntos de corrupción, no está nada mal que Pedro Horrach, fiscal
Anticorrupción de Baleares, diga sobre los partidos políticos que “la
financiación ilegal debe llevar a la disolución del partido”. Menos mal que si
se acuerda aprobar dicha norma, cosa que dudo, no tendrá efecto retroactivo,
pues, en caso contrario, nos quedaríamos sin partidos políticos en España con
lo que por mera inanición de la democracia gobernaría cualquier dictador de
turno. Bueno, siempre habrá quien piense que no hay mal que por bien no venga.
Por ejemplo, la Junta de Andalucía se gasta ahora 2´5 millones en los 74
interinos que revisan el fraude de los cursos de formación. Es obvio que, de no
haber habido fraude, estos puestos de trabajo no se hubieran generado.
Y, mientras los presos de ETA se
plantean romper ya con la banda para salir de prisión y buscar soluciones
personales a su situación, el PP lleva a Fiscalía el simulacro de fusilamiento
del concejal popular de Cardedeu por parte de los soberanistas, provocando
división de opiniones sobre la importancia dada al asunto. Seguro que quienes
son benevolentes ante el grotesco hecho, no lo serían tanto si el “fusilado”
virtual hubiese sido uno de los suyos y el virtual “piquete de ejecución” hubiese
estado formado por gentes de la extrema derecha o de personas antinacionalistas.
Entretanto, en un desgraciado accidente de helicóptero mueren tres guardias
civiles cuando intentaban un rescate de montaña. Y, hasta en esta tragedia, hay
quienes en las redes sociales se permiten el indecente lujo de ser abominables
con comentarios intolerables en vez de condolerse, como cualquier persona
decente, por la desgracia de personas que, como es el caso, entregan su vida
por salvar la de otros. Sin comentarios.
Por fin parece ser que el verdugo de
Foley ya está identificado. Se trataría de un rapero londinense de 23 años que
hace apenas un año dejó la música por “amor a Alá” alistándose al yihadismo, al
igual que ya han hecho decenas de españoles. Entretanto, Jaled Murad, un
superviviente de la masacre que hizo el IS en Kocho, relata como los yihadistas
mataron a todos los hombres, unos 300, y raptaron a las mujeres y a los niños.
Y en otro de los conflictos actuales que parecen interminables, en el de
Ucrania, las petroleras mantienen el comercio con Rusia pese a las sanciones.
En fin, cuestión de intereses económicos, que siempre prevalecen sobre el resto
de asuntos.
Finalizo, no ya felicitando a Mireia
Belmonte, sino rindiéndole todos los honores que sobradamente se merece. Tras
sumar ayer dos medallas más, un oro y un bronce, se hace nada menos que con
seis medallas, en tanto que Judit Ignacio es plata en 200 mariposa. Los
calificativos de asombrosa, gigante o fantástica se quedan cortos ante Mireia,
que parece ser de otra galaxia, colaborando sobradamente en el éxito de España
que consigue 13 medallas en el Europeo de natación.
Jorge Cremades Sena
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