Tras la
experiencia política griega y estando a las puertas de unas elecciones
generales muy importantes en España, las que se acaban de celebrar en Portugal
bien pueden servir como un aviso a navegantes ya que, según las encuestas, las similitudes con lo que pueda pasar aquí son evidentes. Los portugueses
han respaldado al Gobierno que aplicó la política de austeridad y la coalición
de centro derecha del Primer Ministro Passos Coelho gana los comicios pero sin
alcanzar la mayoría absoluta para gobernar cómodamente ya que la mayoría del
Parlamento portugués es de izquierdas (eso sí, variopinta) y podría bloquear el
futuro Ejecutivo de Coelho. Los resultados han sido: PSD-CDS el 38´4% de votos
y 99 escaños (132 en 2011), cuando la mayoría está en 116, seguido de PS con el
32´3% y 79 escaños (74 en 2011), Bloco de Esquerda 10´2% y 17 (8 en 2011) y PC
8´2% y 14 (16 en 2011), lo que supone obviamente una inestabilidad política
casi con toda certeza, pues el aval a la gestión del
rescate (aquí sería a la gestión de aguantar sin rescate) con la victoria de
los conservadores es, a todas luces, insuficiente. Si tenemos presente que en España
hay que añadir al cuatripartidismo (PP, PSOE, C´s y Podemos), toda la
variopinta representatividad de los partidos nacionalistas, salvo que PP o
PSOE, los supuestamente mayoritarios como PSD-CDS y PS en Portugal, obtengan la
mayoría absoluta o estén cerca de ella (asunto, hoy por hoy, bastante
improbable) la inestabilidad política y gubernamental puede ser un hecho durante la próxima legislatura justo cuando, como en Portugal,
estamos intentando salir de la crisis. No en vano los líderes del PP reclaman
caras nuevas en las listas del 20-D, aunque Rajoy se resista a relegar a los
pesos pesados del Gobierno pese a la amenaza renovadora de Ciudadanos, y la
nueva dirección popular le pide que hay que profundizar en el perfil humano de
la recuperación económica, una especie de giro hacia la economía “con alma”,
por lo que el vicesecretario Javier Maroto seguirá la “ruta social” con los
actores y con las “mareas”. Y no en vano el PSOE traslada a los inversores que
no derogará la reforma laboral del Gobierno que, guste o no guste, ha propiciado
buenos resultados macroeconómicos. En fin, esfuerzos de los dos partidos
mayoritarios, protagonistas indiscutibles del caduco bipartidismo casi
perfecto, para intentar aproximarse no sólo a ganar las elecciones sino a
hacerlo con resultados cercanos a una mayoría absoluta o muy cercana a ella que
garantizaría al menos una estabilidad política imprescindible para asegurar la
recuperación económica.
Además el Gobierno
reivindica la Fiesta Nacional (de España) ante el desafío catalán por lo que
prepara dos días de actos para implicar a los ciudadanos en la tradicional celebración
del 12 de octubre, pretendiendo poner en valor los símbolos que nos unen a
todos los españoles (hoy en día no sólo olvidados sino atacados de forma
grotesca por los independentistas) con el propósito de superar “fuera complejos
para defender lo de todos”, que tanto daño está causando a España. Por su parte
Villar Mir, Presidente de OHL, sumándose a la lista de empresarios preocupados
por la deriva independentista, manifiesta que “si en Cataluña crece el riesgo
de secesión, nos iremos muchos empresarios”, tal como ya han hecho muchos de
ellos. Sólo nos falta pues un periodo de inestabilidad política en el futuro inmediato
para conseguir definitivamente la cuadratura del círculo.
Y mientras la
población en extrema pobreza a nivel mundial baja del 10% por primera vez
(¡menudo alivio, aunque algo es algo!), y mientras el Ayuntamiento de Madrid
aloja ya en hostales a los refugiados que están de paso, y mientras hay claros
síntomas de una nueva intifada en Israel, la Policía frustra el envío de
esclavas para la yihad a Siria con la detención en España y en Marruecos de
diez individuos que integraban una red de captación de mujeres para el Estado
Islámico. Menos mal que el Papa Francisco dice que “la verdad no cambia según
las modas” y critica a quienes ridiculizan el amor duradero, cuando, a la vista
está, lo que prevalece en el mundo son grandes dosis de desamor y de odio. Es
la triste verdad.
En cuanto al fútbol se
refiere, tablas en el derby madrileño al empatar 1-1 en el Calderón Atlético y
Real Madrid, con poco juego de unos y otros, mientras el Barça pierde en
Sevilla, 1-0, y el Villarreal hace lo propio ante el Levante, aunque sigue, a
pesar de todo, como líder de la Liga.
Jorge Cremades Sena
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