Son los
dos asuntos que acaparan la atención mediática, sin lugar a dudas. El golpe de
estado perpetrado por los independentistas catalanes tras la constitución del
Parlament y el antidemocrático discurso inaugural de su presidenta Carme
Forcadell es, hoy por hoy, el problema más grave que tiene planteado España. Se
trata de un golpe de Estado en toda regla, pues Junts pel Sí y la CUP pactan
una estrategia de rebeldía contra la Constitución y con su mayoría
parlamentaria, que no les legitima para ello, votarán una ilegal hoja de ruta
para separar unilateralmente Cataluña de España. En efecto, Marta Rovira de ERC
y Raül Romeva (Artur Mas y CDC ya tienen bastante con el turbio caso de
corrupción del 3% y conviene simular que se quedan a un lado) han presentado en
el Parlament una propuesta de resolución de Junts pel Sí y la CUP para crear el
Estado Catalán independiente porque así se lo pide el cuerpo, una resolución
que, entre otras cosas “declara solemnement l´ínici
del procés de creació de l´estat catalá independent en forma de república” y
“com a dipositari de la sobirania i expresió del poder constituent, reitera que
aquest Parlament i el procés de desconnexió democrática no se supeditarán a les
decisions de les institucions de l´Estat espanyol, en particular del Tribunal
Constitucional, a qui considera deslegitimat i sense competencia arran de la
sentencia de Juny de 2010 sobre l´Estatut d´Autonomía de Catalunya votat previament
pel poble en referéndum, entre d´altres”. Si no es un golpe de Estado que venga
Dios y lo vea, pues, en toda regla, supone una rebelión contra el Estado sin
duda alguna, al que sólo le faltaría el uso de las armas, un inadmisible golpe
a la Democracia que requiere una contundente respuesta por parte del estado de
Derecho. Rajoy insiste en que aplicará la Ley y Sánchez y Rivera piden actuar
juntos, pues sólo faltaría desunión en tema tan crucial para la defensa de la
libertad y la democracia del pueblo español. Unidad para suspender la Autonomía
de Cataluña si el desafío continúa, por lo que Rajoy, como Presidente del
Gobierno, no sólo debe estar dispuesto a usar cualquier medio legal para
responder al jaque mate totalitario, sino hacerlo de forma urgente y
contundente, pues “la provocación” dictatorial no puede ni debe continuar ni un
minuto más. El debate no es independentismo o antiindependentismo (opciones que
libremente caben perfectamente en un Estado democrático siempre que se
defiendan dentro de la legalidad establecida), sino totalitarismo o democracia,
debate inaceptable para cualquier demócrata, ya sea independentista o no. Y
desde que los independentistas se han echado al monte este es el debate
planteado.
En cuanto a la
corrupción, que rivaliza con el problema anterior en atención mediática y es
casi tan grave como él, curiosamente, mientras se plantea formalmente el golpe
de Estado, Anticorrupción y la Audiencia Nacional ordenan el registro de 15
domicilios y empresas del clan familiar Pujol, cuyo patriarca, Jordi, durante
muchos años dirigió los destinos de Cataluña envuelto en la bandera de un
nacionalismo agresivo y reivindicativo, sobre todo cuando dicha bandera era
capaz no sólo de ganar adeptos antiespañoles sino además de ocultar las miserias
humanas que, según todos los indicios, generaban grandes fortunas tanto a él, a
su familia y a los suyos. La Justicia cree que los Pujol operaban como una
trama delictiva en toda regla, por lo que todos los Pujol ya están imputados,
cuya inmensa fortuna oculta procede de comisiones de Barcelona 92, según se
desprende de los documentos enviados desde Andorra y Reino Unido al juez, por
lo que la Policía vincula el dinero de la falsa herencia del ex President (que
ni su hermana conocía) al cobro sistemático de “mordidas” en las Olimpiadas,
aprovechando el inmenso caudal invertido en Barcelona y otros lugares; una
trama creada por el patriarca, que usó a sus propios hijos como testaferros, y
que luego siguieron con los cobros sine die. Justo en la investigación del
“caso 3%”, entre otras perlas, la caja fuerte del Director de Infraestructuras
contenía nada menos que 85.000 euros, vamos una especie de calderilla para ir
ese día al mercado. Y entretanto vendiéndole a los catalanes el famoso “España
nos roba” para ganar adeptos a la causa nacionalista evolucionada hoy al
independentismo totalitario puro y duro. Seguro que algunos pensarán que,
puestos a desobedecer, que se haga no sólo al TC, sino al resto de tribunales
españoles y así, todo arreglado y la perdida honorabilidad de quien fue Molt
Honorable recuperada por arte de magia. Vamos, como la imposición de la
independencia.
Y yendo a otros
asuntos, cabe destacar que cada afectado por las “cláusulas de suelo” pagó unos
15.000 euros más en la compra de su vivienda; que el juez procesa por lesa
humanidad a cinco jefes de ETA; que la alerta sobre la carne hace peligrar una
industria que factura, sólo en España, 22.000 millones, mientras se desata una
guerra de expertos que concluyen que también es malo no comer nunca carne; que
EEUU acepta que Irán participe en las negociaciones sobre Siria; y que Bruselas
no contabilizará como déficit los fondos para los refugiados.
Jorge Cremades Sena
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