En otro
magistral discurso del Rey Felipe VI con motivo de la entrega de premios
Princesa de Asturias, el Monarca apela, de forma oportuna y sin nombrar a
nadie, a evitar “fracturas sociales que tanto daño hacen” y llama a la “defensa
de la legalidad y de los principios constitucionales” pidiendo implícitamente a
los separatistas (a buen entendedor con pocas palabras basta) que “no
construyan muros con los sentimientos” y con semejante exaltación de España, de
la España de todos, consigue poner en pie al Teatro Campoamor de Oviedo, donde
tradicionalmente se entregan dichos premios, ante un auditorio privilegiado que
se entrega eufórico ante semejante apelación a la unidad de España y a la
defensa de la legalidad democrática como garantía de libertad. No en vano,
bastaría hacer una breve incursión a nuestra historia para sumarse a las
palabras del Rey, pues precisamente por la lamentable construcción de muros con
los sentimientos ha tenido episodios históricos dramáticos y trágicos, tanto
internos como externos, que sólo trajeron violencia, sufrimiento, miseria,
totalitarismo y muerte al conjunto de todos los españoles, al margen de quienes
se sintieran luego vencedores o vencidos parapetándose detrás de tan
repugnantes muros. Y, no en vano, bastaría echar un vistazo a la realidad
actual para entender que tras la progresiva construcción de “muros con los
sentimientos”, en este caso antiespañoles, por parte de líderes y gobernantes
independentistas catalanes, se ha generado una situación política y social
caótica en una parte de España, Cataluña, donde la fractura social ya es un
hecho, donde el respeto a la ley brilla por su ausencia, donde la solvencia
económica está a niveles de bono basura y donde las prácticas totalitarias
campan a sus anchas en ámbitos de gobiernos locales y del gobierno autonómico,
cuyos gobernantes, no conformes con haber llevado a los catalanes al borde del
precipicio, pretenden además blindar tras los muros sentimentales la impunidad
por sus presuntas tramas corruptas intentando achacar la investigación judicial
de las mismas a un espectáculo agresivo contra Cataluña en vez de a un normal
proceder de la Justicia contra sus presuntos autores, pues, como gobernantes,
serían responsables (políticos, al menos) por acción u omisión de una serie de
hechos totalmente repudiables.
Entretanto se van
conociendo nuevos datos gracias a la investigación judicial del ya famoso “caso
del 3%”. Una empresa donó el 3% después de ser contratada por la Generalitat,
las cuentas de Tec Cuatro revelan la implicación del Gobierno de Mas en la
financiación de Convergència. La aportación de un confidente del 3% de una caja
fuerte implica así al Govern de Catalunya, la Guardia Civil halla en los
correos del tesorero de CDC las citas con los empresarios que pagaban las
presuntas comisiones, un técnico admite que Infraestructuras “facilitaba”
concursos, hallan 600.000 euros en billetes de 500 en las cajas fuertes de los
detenidos….. Y así sucesivamente se van sumando datos a los anteriores mientras
avanza la investigación, mientras la oposición insta al President a dimitir,
pero éste, que admite en el Parlament que el día de los registros estaba
reunido con Pujol (el que faltaba), erre que erre, sigue en sus trece de que
“Madrid nos cerca y ataca”. La sospechosa reunión Pujol-Mas, papá e hijo
político, fue en un domicilio particular tras varias llamadas del President en
funciones a la secretaria del ex Molt Honorable, y, al parecer, una de las
razones fue para avisarle que “si hubo algo ilegal no fue en mi mandato”….
¡cómo si Mas hubiese llegado a la Generalitat hace cuatro días!
Y sobre otros asuntos,
lamentablemente Rabat informó en falso del rescate de los tres militares del
helicóptero estrellado y se desdice un día después de anunciar que les había
puesto a salvo, por lo tanto, Defensa no sabe dónde están mientras intenta
encontrarlos lo antes posible, dándolos de momento como desaparecidos.
En cuanto a asuntos
del exterior, mientras ACNUR denuncia abusos sexuales a niños y mujeres refugiados
en su ruta hacia Europa, EEUU deja de exigir que El Asad abandone el poder en
Siria, por lo que Washington y Moscú ya negocian por primera vez salidas al
conflicto. Y una buena noticia sin lugar a dudas pues gracias a la guerra
silenciosa contra la polio (ya ven hay guerras buenas, como ésta), la lucha
contra el rechazo a la vacuna en Nigeria ha conseguido detener la transmisión
de la enfermedad con lo que el país se ha deshecho del virus que lo relegaba a
ser, junto a Afganistán y Pakistán, uno de los tres únicos países donde la
polio es aún endémico; por lo tanto aún quedan frentes abiertos en Afganistán,
Pakistán y Oriente Medio, donde la guerra (la otra guerra, la mala) dificulta
el trabajo.
Jorge Cremades Sena
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