Así consideran
determinados medios lo que está sucediendo en el Partido popular sólo a dos
meses de las elecciones generales lo que, de ser cierto, genera nuevas
incertidumbres sobre el ya incierto resultado de las mismas. De una parte la
dirección del PP anda indignada con las críticas públicas que hace Montoro a su
discurso social, mientras el núcleo duro de Rajoy, liderado por la
vicepresidenta, arropa al ministro, quien defiende que sólo pretende espolear
al partido. De otro lado la dimisión de Quiroga deja un PP vasco en caída
libre, dividido en varias facciones y sin un gran referente como relevo.
Además, diputados del Grupo Parlamentario Popular increpan a Cayetana Álvarez
de Toledo por criticar la inacción del Gobierno de Rajoy. Lo cierto es que,
entre unas cosas y otras, a pesar de las buenas cifras macroeconómicas, el PP
llega a las elecciones generales sin líderes consolidados nada menos que en
diez autonomías, por lo que la militancia exige a Rajoy que recomponga el
partido antes del 20-D, lo que a todas luces parece harto difícil. El último
episodio, la dimisión de Arantza Quiroga como dirigente del PP en Euskadi tras
pedir que cambie su estrategia para consolidar la paz, evidencia la debilidad
de Cospedal y la urgencia de un golpe de timón en el partido, por lo que, en el
caso vasco, ya se está mirando en Alfonso Alonso, cuyo frente alineado con él
retiró el apoyo a Quiroga tras ser desautorizada por la dirección nacional.
Pero el caso vasco no es la única crisis que habrá de afrontar Rajoy a nivel
interno, justo cuando se conoce que el PSOE no subirá la indemnización por
despido si gana las elecciones (asunto cada vez más posible), asumiendo en su
programa el abaratamiento del despido, y que el plan de empleo socialista
dispararía el déficit en 1´3 décimas, cuando el desvío de un par de décimas
está generando una convulsión política en España tras la recomendación por
parte de la UE de que se corrijan los Presupuestos para 2016 en el sentido de
ajustar mejor el objetivo de déficit.
Por otra parte,
mientras Andorra entrega a España una caja de 1´20 m con las cuentas de los
Pujol, el soberanismo desafía a los jueces con protestas intolerables en la
vista de Artur Mas, en tanto que se sabe que una vocal del CGPJ que ignoró a
los jueces del 9-N es la mujer del consejero Gordó, así como que el presidente
del TSJC será renovado en pleno “caso Mas”, pues la plaza a la que aspira el
actual titular, Miguel Ángel Gimeno, saldrá a concurso en noviembre y habrá
otros candidatos.
Y entretanto Rosa Díaz
pone su pacto con Ciudadanos como ejemplo para el futuro en España, mientras
Rivera coincide con la Presidenta andaluza en que se inicia una nueva forma de
hacer política. Más vale que así sea pues, tal como está el patio, todo,
absolutamente todo, es susceptible de empeorar.
En cuanto a asuntos
del exterior se refiere, cabe citar que Israel impone puestos de control a los
palestinos en Jerusalén, mientras en la ciudad vieja crece la psicosis a pasos
agigantados, empeorando progresivamente la situación. Y en EEUU el dinero para la
campaña electoral sale de 158 familias, pues 138 donantes republicanos y 20
demócratas aportan más de 150 millones de euros a sus líderes… ¡y aquí en
España haciendo trampas para disimular u ocultar la financiación ilegal de los
partidos!
Jorge Cremades Sena
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