De “guerra
interna” se puede calificar lo que está sucediendo en las filas del PSOE. Lo
que venía siendo un descontento cada vez mayor por el insólito comportamiento
de Pedro Sánchez, su secretario general, ha desembocado en una guerra sin
cuartel de incalculables consecuencias para frenar su osadía de saltarse a la
torera las decisiones del Comité Federal, máximo órgano entre congresos, y de
amenazar con seguir saltándoselo si en la próxima reunión del mismo las
decisiones que tome no le son favorables a los intereses personales que
pretende. En efecto, ya no sólo es intolerable que desde agosto negocie con
Iglesias, cuando el Comité Federal se lo tiene prohibido, sino que es
inadmisible que anuncie públicamente que no piensa “dimitir” pase lo que pase
en el mismo. El cambio de su dimisión, tras soportar otro varapalo electoral en
Galicia y País Vasco, por unas primarias y la convocatoria de un Congreso y su
tozudo interés de montar un gobierno alternativo con Unidos Podemos, apoyado
por independentistas y quien quiera sumarse al experimento, ha desquiciado
definitivamente al PSOE al extremo de que sanchistas y críticos, cada vez más
distanciados, estaban dispuestos a medir sus fuerzas en el Comité, mientras
González, Rubalcaba o Almunia, entre otros ilustres históricos, se disponían a
actuar para “salvar el partido”, mientras Podemos, el más interesado en que
prosiga la deriva de Sánchez, ponía fin al pacto con los socialistas en
Castilla-La Mancha y amenazaba hacerlo con otras CCAA que, como la
castellano-manchega, la dirigen barones socialistas críticos con Sánchez, para
forzar a los socialistas a mantener el bloqueo gubernamental y que haya
terceras elecciones o desbloquearlo mediante el experimento del ya famoso
gobierno “frankestein”. En definitiva, el reto de Sánchez a Susana Díaz a
batirse con él ante las bases, pasando por encima de los órganos de dirección
del partido, y la petición de Sánchez de tener manos libres para negociar ese
experimento de gobierno alternativo, junto a las maniobras de los críticos para
evitarlo, exigiéndole que asuma “responsabilidades”, que no quiere asumir, han
convertido el PSOE en un verdadero campo de batalla. Así las cosas, los
críticos planean que dimita el 51% de la Ejecutiva, lo que provocaría la
dimisión de toda ella, incluido el Secretario General, y nombrar una Gestora
que se encargaría de convocar el próximo Congreso. Pero Sánchez reta a los
barones a que defiendan en público la abstención ante una hipotética
investidura de Rajoy, mientras las voces críticas dominan la reunión del grupo
parlamentario socialista y Susana Díaz dice que hay que hablar de España y no
de problemas internos, dando un paso al frente y postulándose como Secretaria
General, movilizando a sus seguidores para forzar la dimisión de Sánchez y
manifestando: “estaré donde me pongan mis compañeros”. Con este panorama bélico
socialista se puede esperar cualquier desenlace que ojalá sea lo menos malo para
los socialistas y sobre todo para España.
Entretanto Puigdemont,
uno de los posibles valedores del gobierno frankestein que pretende Sánchez,
aboga por un referéndum vinculante de independencia y busca hoy el apoyo de la
CUP en la cuestión de confianza como president, mientras los cupistas piden
retirar la estatua de Colón en Barcelona…. Y eso que los independentistas,
dándole patadas a la Historia, decían que Colón era catalán y que no partió de
Palos sino de un pueblo catalán llamado Pals.
Y en asuntos de
corrupción, irregularidades, marrullerías y violencias cabe destacar que Rato y
Blesa comparten banquillo junto a otros 63 imputados por las “tarjetas black”
que reclaman la nulidad de la lista de gastos mientras Bankia dice al juez que
Rato repartió más tarjetas cuando Guindos bajó los sueldos; que Flores es
condenado a cuatro años de cárcel por el asunto Madrid Arena como responsable
de cinco homicidios imprudentes, en tanto que la Audiencia declara al
Ayuntamiento como responsable civil subsidiario y absuelve a los doctores
Viñals; que investigan el entorno familiar del padre por el crimen de Pioz; que
Diana borró los datos de la “nube” del móvil por lo que fuentes de la
investigación dicen que “es como si no quisiera dejar rastro”; y que Rita
Barberá manifiesta: “estoy en el Senado para defender mi inocencia, no por dinero”.
¡Ah! Y que según consta en una grabación, el Secretario General de Manos
Limpias, Miguel Bernad, le contó a la abogada Virginia López-Negrete (ambos
investigados por corrupción), que Íñigo Cotoner, Marqués de Mondejar, le hizo
una oferta en nombre de Juan Carlos I para que retirara la acusación contra la
Infanta Cristina en diciembre de 2015, la conversación grabada entre ambos
presuntos delincuentes es exactamente “el Rey Emérito ofrece dos millones de
euros en cash más gastos”.
Y en el exterior, mientras
Clinton toma delantera frente a Trump en el primer debate cara a cara,
superando al candidato republicano, aunque los indecisos no se mueven y
permanece muy ajustada la distancia entre ambos, en Colombia Santos y las FARC
firman definitivamente la paz ante testigos de todo el mundo, entre ellos Juan
Carlos I, y la participación de 250 víctima en la ceremonia de Cartagena de
Indias, aunque serán los colombianos quienes en un referéndum ratificarán o no
el histórico acuerdo.
En cuanto a los
deportes, el Real Madrid sigue sin ganar en Dortmund, empatando 2-2 en su
estadio maldito a pesar de hacer un gran partido de Champions frente al
Borussia que empató a pocos minutos del final.
Jorge Cremades Sena
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