Mientras
prosigue la incertidumbre sobre el desbloqueo de la ingobernabilidad en España,
como si todos los partidos políticos se hubieran instalado cómodamente en la
inopia, arrecian las preocupaciones en Bruselas sobre las consecuencias que se
puedan derivar de tan irresponsable proceder no sólo en España sino en el
conjunto de la UE. En efecto, la impaciencia de Bruselas por España es cada vez
más ostensible y así lo manifiesta Dijsselbloem, el presidente del Eurogrupo,
manifestando que “nosotros no podemos formar Gobierno en España, aunque algunas
veces nos gustaría”, o Moscovici desde la Comisión Europea al decir que “hay
unas reglas que deben ser respetadas” o que “De Guindos no me ha advertido de
nada”, o Coeuré desde el BCE al afirmar que “hay mucho en juego y las reglas
del marco fiscal han de ser implementadas de forma clara y creíble”, o tantas
otras voces que se podrían sumar a esta triple reprimenda de la UE ante la
parálisis de gobernabilidad que incomprensiblemente sostienen nuestros líderes
políticos en su conjunto, aunque obviamente con distintos grados de
responsabilidad, que ya comienza a causar un cierto deterioro económico, social
y político en España de cara al futuro. No extraña pues que Rivera, que ha
demostrado su capacidad negociadora tanto con Sánchez como con Rajoy, exija a
ambos líderes que se pongan de acuerdo para desbloquear la situación o que se
vayan; ni extraña que Felipe González, vaya incluso más allá, pidiendo que no
repitan los candidatos de todos los partidos si hay otras elecciones. Y no les
falta razón a ninguno de los dos, los españoles no podemos estar votando
constantemente hasta que a nuestros políticos les venga bien el resultado; ni
siquiera podemos hacerlo como compensación por todos los años que durante la
dictadura franquista no pudimos hacerlo, pues, al final, casi tan nefasto es lo
uno como lo otro y la gente se cansa al final de tamaña irresponsabilidad e
incompetencia. Pero nuestros impresentables líderes políticos siguen erre que
erre en su tozudez antidemocrática, sobredimensionando asuntos secundarios como
cortina de humo de lo sustancial. Ahora el gran problema de España es si De
Guindos acude al pleno del Congreso o comparece en la Comisión de Economía para
informar sobre el ya caducado “caso Soria”; el Gobierno rechaza que vaya al
pleno a someterse al control ya que está en funciones y queda pendiente una
resolución del TC al respecto y la oposición no se conforma con que vaya a
informar a la Comisión, como pretende el Ejecutivo, ya que el sobredimensionado
asunto, devaluado tras la renuncia de Soria, pierde fuelle político como arma
electoral arrojadiza que es en lo que realmente estamos. Y España cada vez más
ingobernable.
Entretanto, mientras
el PNV destierra el debate sobre pactos ya que no quiere que el panorama
nacional “contamine la campaña” del 25-S ya en marcha, ETA hará un simulacro de
desarme durante dicha campaña electoral con la pretensión de ganar votos para
Bildu ante el ascenso de Podemos que vaticinan las encuestas. Y en Cataluña
ERC, CUP y Podemos (¡vaya trío!) deciden celebrar su Diada para competir con
Convergencia, cogobernante de la Generalitat con ERC y apoyada por la CUP, en
una especie de ensayo de tripartito que, obviamente subleva a Puigdemont, quien
para celebrar la Diada por otro lado en las calles no sólo anuncia asistir a su
manifestación callejera sino que pide que el resto de su antidemocrático
gobierno lo haga y le acompañe, mientras la Generalitat que preside llama
“president” a Artur Mas en una nota oficial sobre los actos de la Diada. Ya
ven, juntos pero no revueltos; juntos en el totalitarismo independentista, en
la irresponsabilidad absoluta y en la incompetencia de gestión gubernamental;
pero no revueltos en su ilusorio proyecto de ese hipotético nuevo estado
independiente que, según sus variopintos protagonistas ideológicos, podría ir
desde una especie de república popular parecida a las caducas repúblicas
soviéticas hasta una especie de república presidencialista de corte europeo,
pasando por un régimen populista al estilo venezolano…. O quien sabe, hasta podría
llegar a ser un Reino con Artur Mas como Rey en calidad de Jefe de Estado.
Incluso hasta cabría la posibilidad de erigirse en Imperio, el Imperio de Els
Països Catalans, con Valencia y Baleares incluidos. ¿Quién sabe?
Lo que sí se sabe es
que mientras en Madrid se desata una lucha cainita entre pablistas y
errejonistas por el control de Podemos, su marca blanca valenciana, Valencia en
Comú, detecta un fraude masivo en las primarias online de la formación a través
de móviles que se adquieren en el mercado negro, un pucherazo en toda regla,
tan negro como el horizonte que se avecinaría si semejantes personajes llegaran
a gobernar algún día en nuestro país.
Y de nuevo Galicia
inmersa en una tragedia ferroviaria, que ha provocado la suspensión de la
campaña electoral por un día. El descarrilamiento en el municipio pontevedrés
de O Porriño del tren, fabricado en los años 80, que cubre la línea Vigo-Oporto
causa cuatro muertos y 48 heridos. Al parecer iba por una vía secundaria por
obras y ahora se investiga si el maquinista (uno de los cuatro fallecidos)
entró en O Porriño a más velocidad de la permitida o son otras causas las que
provocaron el descarrilamiento. De momento sólo caben las condolencias a los
familiares y amigos de los fallecidos y la solidaridad y el deseo de
recuperación para los heridos.
En el exterior gran
preocupación en la ONU por la escalada nuclear de Corea del Norte que eleva la
tensión con su mayor ensayo atómico, su quinto ensayo, cuya explosión del
artefacto nuclear ha provocado incluso un terremoto de 5´3 grados de magnitud….
Mientras, se reabre el debate sobre el rearme nuclear en Corea del Sur. En fin,
es lo que nos faltaba ya a nivel internacional.
Jorge Cremades Sena
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