En pleno
desconcierto mayúsculo, con menos de media Ejecutiva socialista reunida y
encerrada en la sede de Ferraz a pesar de estar ya inhabilitada
estatutariamente por quedar vacante la mitad más uno de sus componentes tras la
dimisión masiva de la mayoría de ellos, aparece, asediada por los periodistas
en plena calle (no pudo acceder a ninguna estancia de la sede socialista),
Verónica Pérez, líder socialista sevillana y Presidenta de la Mesa del Comité
Federal, para decir a los cuatro vientos “la única autoridad en el PSOE soy yo,
les guste o no”. Y, como si el grave trance que atraviesa el PSOE fuese cuestión de gustos, se desencadena un
debate entre unos socialistas y otros sobre interpretaciones estatutarias,
mientras los tertulianos al uso, en medio del revuelo mediático, cada uno
arrima el ascua a su sardina para desautorizar al contrario. Que si Gestora sí
o no, que si golpe de Estado interno contra Sánchez o acto de responsabilidad
para poner fin al caos interno del partido, que si Congreso ya o para después
de que haya Gobierno en España, que si primarias inmediatamente para decidir el
candidato…. La realidad es que en estos momentos el PSOE está descabezado y, en
estos casos, el Comité Federal, órgano máximo del Partido entre Congresos,
tiene la última palabra y es donde se habrá de decidir si se elige una Gestora
(como ya ha sucedido en otras ocasiones) o se convoca un Congreso
Extraordinario que ponga punto final al asunto. Pero la postura de Sánchez,
atrincherándose en su cargo y no acatando su automática inhabilitación, ha dado
paso a que sus críticos dimisionarios pidan una urgente reunión del Comité de
Garantías (cinco miembros) para decidir al respecto antes del Comité Federal (convocado
antes de estos graves acontecimientos), que se celebrará mañana, petición negada por su presidenta (afín a
Sánchez y en minoría), por lo que tres de sus miembros (contrarios a Sánchez)
amenazan con reunirse y decidir al ser la mayoría. A estos límites de anarquía
y desbarajuste está llegando la guerra interna del PSOE, mientras los dos
bandos existentes, reconocidos por el propio Sánchez (otro grave error suyo al
proclamarse perteneciente a uno de ellos siendo el Secretario General de todos
los socialistas), ya especulan, ante el choque que se avecina, sobre cuál de
ellos tiene más respaldo entre los parlamentarios (se presume que 44 son
críticos y 40 “sanchistas”), en el Comité Federal (se presume que las fuerzas
andan casi igualadas) y, especialmente, en la militancia (se presume que la mayoría
estaría con el “no es no” a Rajoy que Sánchez ha sabido venderles ocultando las
graves consecuencias que ello comporta).
Y mientras los medios
informativos destacan aspectos como que Susana Díaz reclama unidad y recuperar
un PSOE ganador, como que Sánchez prolonga la agonía del PSOE en contra incluso
de sus fieles, como que Sánchez y los críticos luchan por apropiarse del PSOE,
o como que los “andaluces” quieren tomar Ferraz, preparando Susana Díaz el
asalto con su Ejecutiva sevillana y el asturiano Javier Fernández, entre otras
interpretaciones (las hay para todos los gustos), lo cierto es que Susana y sus
afines críticos piden que el Congreso del PSOE se celebre cuando haya Gobierno,
mientras los “sanchistas” quieren primarias en octubre y el Congreso en
noviembre. Por tanto, de cara al Comité Federal de mañana y desatada la guerra
sin cuartel, incluso los fieles de Sánchez, al parecer, le aconsejan que busque
una “salida” antes de que se celebre, mientras Susana oculta sus cartas e
intriga diciendo simplemente que “estaremos a la altura”; pero las dos facciones
pretenden celebrar comités federales distintos y a la misma hora en la sede del
partido (sería el colmo), aunque Ferraz busca una vía para llegar al menos a un
acuerdo de mínimos, aunque manteniendo su proyecto de consultar ya a los
militantes. Y, mientras Díaz dice que Sánchez ha puesto sus intereses por
encima de los del PSOE y afirma que no habrá congreso socialista ahora, los
barones estudian una moción para evitar que se apruebe la celebración del
mismo, en tanto que los “anti-Sánchez” apelan incluso al 67.2 de la
Constitución para romper la disciplina de voto (que ya se ha dado en otras
ocasiones) en el Parlamento tras el Comité (el Grupo Parlamentario Socialista
se reunirá el martes en Pleno), mientras la andaluza se ofrece para “coser al
PSOE” y acusa a Sánchez, apoyado en su día por ella frente a Madina, de
temerario, asegurando que los socialista han “desconectado de la sociedad” y
que el partido “no es patrimonio sólo de sus militantes, también de los votantes”.
En fin, así de turbias
bajan las aguas socialistas, mientras el Banco de España alerta de que la falta
de Gobierno en España afecta ya al déficit y advierte de que la situación
actual amenaza las cuentas públicas. Y en cuanto se refiere a otros asuntos
cabe citar que Ciudadanos y PSOE fuerzan la salida de Elvira Rodríguez de la
CNMV; que los vecinos madrileños están “insatisfechos” con la gestión de la
limpieza de Carmena; que la ex alcaldesa del pueblo aragonés de La Muela es
condenada a 17 años de cárcel por el mayor escándalo de corrupción urbanística
en Aragón; y que Puigdemont logra salvar su gobierno, pero no la legislatura,
gracias a la CUP que, aunque vota sí a la moción de confianza del President, no
le da la confianza para aprobar los Presupuestos, mientras Iceta, tras su
ataque de histeria exaltada pidiendo a Pedro Sánchez que nos libre de los
demonios populares, pide ahora a Puigdemont que “colabore” con el cambio en
España (¿ingenuidad o estupidez supina?).
Y en el exterior el
presidente palestino acude al funeral de Simón Peres, mientras espías europeos
andan a la caza de yihadistas, pues los servicios secretos, incluidos los
españoles, se infiltran en Siria e Irak al efecto.
Jorge Cremades Sena
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