domingo, 16 de marzo de 2025

EN LA DIRECCIÓN EQUIVOCADA

 

                        En plena efervescencia en toda la UE del debate sobre gasto militar o de defensa, cabe contrastar lo que sucede en Alemania y en España, pues, sin duda, uno de los dos países va en la dirección equivocada y yo creo que es España. En Alemania el conservador Merz, que acaba de desalojar del gobierno en las urnas al socialdemócrata Scholz, tras la ruptura del gobierno de coalición SPD-Verdes-FPD y el pertinente adelanto electoral convocado por el socialdemócrata (como debe ser), consigue, ante la preocupante situación internacional, un histórico pacto de Estado con SPD y Verdes, derrotados en las urnas por él, para aumentar sustancialmente el gasto en Defensa que exige la UE, al extremo de que en dicho pacto gubernamental se contempla incluso la reforma de la Constitución alemana para poder subir la deuda y afrontar el reto, marcando así el camino para asumir la inversión en Defensa e infraestructuras de un gasto de más de 500.000 millones (100.000 millones para la protección del clima y la transición energética, otros dos asuntos candentes) lo que propicia la adhesión al acuerdo de los Verdes para que Alemania se rearme tal como exige la amenaza de Putin a la UE tras el irresponsable abandono de Trump de la tradicional amistad EEUU-Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Ya ven, en Alemania el insostenible gobierno del socialdemócrata Scholz (tan insostenible como el de Sánchez en España) desemboca en adelanto electoral (es lo que se hace en democracia en estos casos) y los alemanes deciden democráticamente que, ante semejante situación, el candidato más votado sea el democristiano Merz, aunque sin mayoría absoluta, mientras ambos, en vez de enfrentarse radicalmente para facilitar la ingobernabilidad deciden pactar un Gobierno de gran coalición y una reforma constitucional, atrayendo al mismo a Los Verdes en atención a lo que los alemanes han decidido en las urnas. En España sin embargo sucede todo lo contrario pues, tras desalojar el socialista Sánchez al gobierno conservador de Rajoy mediante una moción de censura basada en la corrupción y luego perder las elecciones, que gana el conservador Feijóo, sucesor de Rajoy, aunque sin mayoría absoluta, el derrotado Sánchez, perdedor de los comicios, en vez de favorecer la gobernabilidad del vencedor en las urnas opta por hilvanar un insostenible gobierno minoritario de coalición con la izquierda de Sumar-Podemos (incoherente amalgama oportunista de más de una decena de partidillos, cada uno de su padre y de su madre) con el coyuntural apoyo de una precaria investidura del resto de partidos nacional-secesionistas, tanto de izquierdas como de derechas, tras pactarla a base de concesiones alarmantes a sus exigencias muy minoritarias; en definitiva, una precaria investidura que hoy en día tiene todas las costuras rotas al extremo de que ni siquiera las irresponsables cesiones de competencias a los secesionistas (incluidos los fugados de la Justicia española) por parte del Presidente del Gobierno son capaces de atajar la hemorragia de despropósitos gubernamentales al extremo de que ahora Sánchez es incapaz de hilvanar con los suyos y sus aliados un mínimo acuerdo para incrementar el necesario gasto en defensa (él para disimular usa el eufemismo de “seguridad”) que le exige la UE. Ya ven, dos formas opuestas de entender la democracia, la alemana y la española, para afrontar los retos del futuro en el difícil presente lo que evidencia obviamente que uno de los dos gobiernos, el de Alemania o el de España, va en la dirección equivocada….y repito, yo creo que es el de España.

            En efecto, Sánchez, obligado por la UE y la OTAN a incrementar un gasto militar “masivo durante años”, es incapaz de convencer a los suyos (socios gubernamentales o aliados coyunturales de investidura) de la necesidad de semejante incremento en gasto militar, quedándose en minoría en el Congreso, como en otros muchos asuntos, pero, en vez de solicitar un acuerdo a la oposición del PP, que, de entrada, está a favor del incremento, y garantizar con ello la necesaria mayoría en el Parlamento, prefiere prescindir del Legislativo sabedor del fiasco que puede suponer quedar en minoría en el Parlamento en asunto tan trascendental, mientras busca atajos para inflar ante la UE el gasto militar que utiliza, dispersado entre los distinto ministerios, y confía en el “maná” europeo para no tener que aplicar recortes, como le exigen sus propios aliados. No obstante Sánchez, obligado por las circunstancias, que no por convencimiento, defiende el alza de gasto militar pero sin que se vote en el Congreso y para contentar a sus socios promete que, en todo caso, ello no afectará a ninguna de las políticas sociales, pero no aporta datos al respecto, aunque sabe que Moncloa tendrá difícil burlar el Parlamento con el gasto militar, como ha hecho hasta ahora, y ya asume que el Fondo de Contingencia no podrá soportar los compromisos de inversión, mientras la ronda de conversaciones con sus socios y con el líder de la oposición (de la que excluye sólo a Vox) confirma la soledad minoritaria del Presidente, que no desvela ni pacta cómo cumplirá con el aumento de inversión en defensa, del que sus socios reniegan por razones ideológicas de fondo y la oposición, en este caso el PP, rechaza por razones de forma ya que no está dispuesto a obedecer asumiendo el “trágala” que Sánchez pretende incluso sin debatirlo en el Congreso porque “son cosas del Gobierno”…..ya ven, cosas de un gobierno minoritario que ni siquiera es capaz de hilvanar una decisión unánime con sus propios socios ni de convencer a sus apoyadores coyunturales de investidura. Así las cosas Feijóo, como Jefe de la oposición, dice “no” al plan de Sánchez de dilatar el incremento del gasto militar (es decir, a ningún plan), le apremia a cumplir los compromisos con la OTAN y le afea su insistencia en camuflarlo como deuda mancomunada, dado que en la citada ronda de contactos del Presidente con los grupos parlamentarios rechazó concretar la subida de dicho gasto, esquivó un pacto de Estado e intentó aplazar al máximo la decisión, por lo que Feijóo le advierte de que “el PP está al servicio del Estado, no de Sánchez”, retrata al Presidente como un dirigente que “conduce a una autocracia” y le exige “poner fin a sus alianzas” por mera seguridad de España y de la UE.

            Entretanto se pone en evidencia las grietas de la Defensa en Europa con este nuevo orden mundial que pretende Trump, pues la realidad es que Europa carece de capacidad disuasoria real frente a Rusia ya que sus ejércitos (no su ejército, que no existe) sufren limitaciones en personal y defensa aérea, no disponen de mando único y acusan una fragmentación indeseada. En España la falta de personal se cronifica y ahoga a las FFAA, que en 15 años han perdido 13.300 miembros y cubren las necesidades básicas con comisiones de servicio, siendo la conciliación un derecho que complica la operatividad especialmente en la Armada; la realidad es que hay verdaderos problemas para reclutar soldados y cada vez salen más de los que entran, al extremo de que la falta de incentivos y de vocaciones dificulta el objetivo de sumar 20.000 militares al Ejercito. Y en este preocupante contexto el Gobierno de Sánchez se desmarca de un envío rápido de tropas a Ucrania (prácticamente abandonada a su suerte con el riesgo de ser amputada territorialmente) mientras Reino Unido y Francia aceleran la misión para presionar a Putin y proteger Kiev si hay un alto el fuego a corto plazo, mientras España no se suma por ahora y esperará a que se despeje la negociación con Rusia y a lo que hagan “Trump y la UE”, mientras Italia no participará sin una resolución de la ONU y queda en el aire el apoyo de EEUU. Y con este panorama nada halagüeño la misión europea en la guerra de Ucrania pasa a la “fase operativa”, mientras en España la guerra sucia de Iglesias y Díaz (es decir, de Podemos y Sumar) acorrala una vez más al gobierno de Sánchez y el debate sobre gasto militar puede ser la puntilla, dado que el principal problema es que el líder del PSOE y Presidente del Gobierno ha perdido el control de la izquierda a su izquierda, con la que eligió gobernar, apoyado en nacionalistas radicales y secesionistas tanto de izquierdas como de derechas. No obstante Moncloa, con la boca pequeña, critica que “los del no a la OTAN no saben de lo que hablan” (es decir, que sus socios no saben lo que hacen ni lo que dicen) y censura la posición de sus propios socios y un debate en el Congreso pues “el Gobierno no tiene por qué llevar nada al Parlamento”, mientras Moncloa utiliza la treta de la urgencia para frenar la pinza de PP y Junts, al extremo de que de los 48 proyectos que ha enviado al Parlamento, sólo 13 han sido por trámite ordinario; la cuestión es si Sánchez sabe él mismo lo que hace y lo que dice y si ello entra dentro de los cánones de la democracia o es otra cosa.

            Y por supuesto que vamos en la dirección equivocada en otros asuntos, como el de la corrupción, dado que si Sánchez y sus socios llegaron al poder con la bandera de acabar con la corrupción, visto lo visto, ha sucedido todo lo contrario pues la presunta corrupción se ha instalado en el seno del propio PSOE y en el propio Gobierno, haciéndose asunto diario en los medios y en los tribunales. La desmemoria de la número dos de Oscar López, Pilar Sánchez Acera, para salvar a Moncloa se suma al plan del Fiscal General del Estado al decir en el Supremo que no recuerda quién le mandó el correo reservado que ella luego reenvió a Lobato y añadir que tampoco conserva “nada” de su anterior móvil, que cambió al salir del Gobierno. Ya ven, la amnesia y la ocultación de pruebas es el patrón común de escandalosos casos de corrupción cuando la colaboración con la Justicia debiera ser el objetivo. Por otro lado la jueza de Badajoz llama a declarar de nuevo al hermano de Sánchez tras analizar los correos entre dos responsables de conservatorios extremeños que en los emails dan por hecho que la plaza creada en la Diputación de Coordinador de Actividades era para “el hermanísimo” cuando todavía no había arrancado el proceso de selección de candidatos, dándose la circunstancia de que, según la UCO, no pocos correos del ex asesor de Moncloa Luís Carrero, que se incorporó a la Diputación de Badajoz como asistente de David Sánchez, “participó en diverso proyectos” del “hermanísimo”, con el que colaboraba cuando aún trabajaba para Presidencia del Gobierno y se intercambiaba mails relacionados con “actividades desarrolladas en la Diputación Provincial de Badajoz”…..En fin, si a esto añadimos el resto de casos que se están investigando (Ábalos, Koldo, Aldama, Begoña Gómez….etc, etc) es obvio que vamos en la dirección equivocada para erradicar la corrupción de todo tipo que prometió este gobierno y sus socios cuando en nombre de este objetivo presentó la exitosa moción de censura contra el Gobierno de Rajoy. Y, ya ven, así nos va; escándalo tras escándalo.

                                                Fdo. Jorge Cremades Sena        

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