En plena efervescencia
en toda la UE del debate sobre gasto militar o de defensa, cabe contrastar lo
que sucede en Alemania y en España, pues, sin duda, uno de los dos países va en
la dirección equivocada y yo creo que es España. En Alemania el conservador
Merz, que acaba de desalojar del gobierno en las urnas al socialdemócrata
Scholz, tras la ruptura del gobierno de coalición SPD-Verdes-FPD y el
pertinente adelanto electoral convocado por el socialdemócrata (como debe ser),
consigue, ante la preocupante situación internacional, un histórico pacto de
Estado con SPD y Verdes, derrotados en las urnas por él, para aumentar
sustancialmente el gasto en Defensa que exige la UE, al extremo de que en dicho
pacto gubernamental se contempla incluso la reforma de la Constitución alemana
para poder subir la deuda y afrontar el reto, marcando así el camino para
asumir la inversión en Defensa e infraestructuras de un gasto de más de 500.000
millones (100.000 millones para la protección del clima y la transición energética,
otros dos asuntos candentes) lo que propicia la adhesión al acuerdo de los
Verdes para que Alemania se rearme tal como exige la amenaza de Putin a la UE
tras el irresponsable abandono de Trump de la tradicional amistad EEUU-Europa
desde la Segunda Guerra Mundial. Ya ven, en Alemania el insostenible gobierno
del socialdemócrata Scholz (tan insostenible como el de Sánchez en España)
desemboca en adelanto electoral (es lo que se hace en democracia en estos casos)
y los alemanes deciden democráticamente que, ante semejante situación, el
candidato más votado sea el democristiano Merz, aunque sin mayoría absoluta,
mientras ambos, en vez de enfrentarse radicalmente para facilitar la
ingobernabilidad deciden pactar un Gobierno de gran coalición y una reforma
constitucional, atrayendo al mismo a Los Verdes en atención a lo que los
alemanes han decidido en las urnas. En España sin embargo sucede todo lo
contrario pues, tras desalojar el socialista Sánchez al gobierno conservador de
Rajoy mediante una moción de censura basada en la corrupción y luego perder las
elecciones, que gana el conservador Feijóo, sucesor de Rajoy, aunque sin
mayoría absoluta, el derrotado Sánchez, perdedor de los comicios, en vez de
favorecer la gobernabilidad del vencedor en las urnas opta por hilvanar un insostenible
gobierno minoritario de coalición con la izquierda de Sumar-Podemos (incoherente
amalgama oportunista de más de una decena de partidillos, cada uno de su padre
y de su madre) con el coyuntural apoyo de una precaria investidura del resto de
partidos nacional-secesionistas, tanto de izquierdas como de derechas, tras
pactarla a base de concesiones alarmantes a sus exigencias muy minoritarias; en
definitiva, una precaria investidura que hoy en día tiene todas las costuras
rotas al extremo de que ni siquiera las irresponsables cesiones de competencias
a los secesionistas (incluidos los fugados de la Justicia española) por parte
del Presidente del Gobierno son capaces de atajar la hemorragia de
despropósitos gubernamentales al extremo de que ahora Sánchez es incapaz de
hilvanar con los suyos y sus aliados un mínimo acuerdo para incrementar el
necesario gasto en defensa (él para disimular usa el eufemismo de “seguridad”)
que le exige la UE. Ya ven, dos formas opuestas de entender la democracia, la
alemana y la española, para afrontar los retos del futuro en el difícil presente
lo que evidencia obviamente que uno de los dos gobiernos, el de Alemania o el
de España, va en la dirección equivocada….y repito, yo creo que es el de España.
En efecto, Sánchez, obligado por la
UE y la OTAN a incrementar un gasto militar “masivo durante años”, es incapaz
de convencer a los suyos (socios gubernamentales o aliados coyunturales de
investidura) de la necesidad de semejante incremento en gasto militar,
quedándose en minoría en el Congreso, como en otros muchos asuntos, pero, en
vez de solicitar un acuerdo a la oposición del PP, que, de entrada, está a
favor del incremento, y garantizar con ello la necesaria mayoría en el
Parlamento, prefiere prescindir del Legislativo sabedor del fiasco que puede
suponer quedar en minoría en el Parlamento en asunto tan trascendental,
mientras busca atajos para inflar ante la UE el gasto militar que utiliza,
dispersado entre los distinto ministerios, y confía en el “maná” europeo para
no tener que aplicar recortes, como le exigen sus propios aliados. No obstante
Sánchez, obligado por las circunstancias, que no por convencimiento, defiende
el alza de gasto militar pero sin que se vote en el Congreso y para contentar a
sus socios promete que, en todo caso, ello no afectará a ninguna de las políticas
sociales, pero no aporta datos al respecto, aunque sabe que Moncloa tendrá difícil
burlar el Parlamento con el gasto militar, como ha hecho hasta ahora, y ya
asume que el Fondo de Contingencia no podrá soportar los compromisos de inversión,
mientras la ronda de conversaciones con sus socios y con el líder de la
oposición (de la que excluye sólo a Vox) confirma la soledad minoritaria del Presidente,
que no desvela ni pacta cómo cumplirá con el aumento de inversión en defensa,
del que sus socios reniegan por razones ideológicas de fondo y la oposición, en
este caso el PP, rechaza por razones de forma ya que no está dispuesto a obedecer
asumiendo el “trágala” que Sánchez pretende incluso sin debatirlo en el
Congreso porque “son cosas del Gobierno”…..ya ven, cosas de un gobierno
minoritario que ni siquiera es capaz de hilvanar una decisión unánime con sus
propios socios ni de convencer a sus apoyadores coyunturales de investidura.
Así las cosas Feijóo, como Jefe de la oposición, dice “no” al plan de Sánchez
de dilatar el incremento del gasto militar (es decir, a ningún plan), le
apremia a cumplir los compromisos con la OTAN y le afea su insistencia en camuflarlo
como deuda mancomunada, dado que en la citada ronda de contactos del Presidente
con los grupos parlamentarios rechazó concretar la subida de dicho gasto, esquivó
un pacto de Estado e intentó aplazar al máximo la decisión, por lo que Feijóo
le advierte de que “el PP está al servicio del Estado, no de Sánchez”, retrata
al Presidente como un dirigente que “conduce a una autocracia” y le exige “poner
fin a sus alianzas” por mera seguridad de España y de la UE.
Entretanto se pone en evidencia las
grietas de la Defensa en Europa con este nuevo orden mundial que pretende Trump,
pues la realidad es que Europa carece de capacidad disuasoria real frente a
Rusia ya que sus ejércitos (no su ejército, que no existe) sufren limitaciones
en personal y defensa aérea, no disponen de mando único y acusan una
fragmentación indeseada. En España la falta de personal se cronifica y ahoga a
las FFAA, que en 15 años han perdido 13.300 miembros y cubren las necesidades
básicas con comisiones de servicio, siendo la conciliación un derecho que
complica la operatividad especialmente en la Armada; la realidad es que hay
verdaderos problemas para reclutar soldados y cada vez salen más de los que
entran, al extremo de que la falta de incentivos y de vocaciones dificulta el
objetivo de sumar 20.000 militares al Ejercito. Y en este preocupante contexto
el Gobierno de Sánchez se desmarca de un envío rápido de tropas a Ucrania
(prácticamente abandonada a su suerte con el riesgo de ser amputada territorialmente)
mientras Reino Unido y Francia aceleran la misión para presionar a Putin y proteger
Kiev si hay un alto el fuego a corto plazo, mientras España no se suma por ahora
y esperará a que se despeje la negociación con Rusia y a lo que hagan “Trump y
la UE”, mientras Italia no participará sin una resolución de la ONU y queda en
el aire el apoyo de EEUU. Y con este panorama nada halagüeño la misión europea
en la guerra de Ucrania pasa a la “fase operativa”, mientras en España la guerra
sucia de Iglesias y Díaz (es decir, de Podemos y Sumar) acorrala una vez más al
gobierno de Sánchez y el debate sobre gasto militar puede ser la puntilla, dado
que el principal problema es que el líder del PSOE y Presidente del Gobierno ha
perdido el control de la izquierda a su izquierda, con la que eligió gobernar,
apoyado en nacionalistas radicales y secesionistas tanto de izquierdas como de
derechas. No obstante Moncloa, con la boca pequeña, critica que “los del no a
la OTAN no saben de lo que hablan” (es decir, que sus socios no saben lo que
hacen ni lo que dicen) y censura la posición de sus propios socios y un debate
en el Congreso pues “el Gobierno no tiene por qué llevar nada al Parlamento”,
mientras Moncloa utiliza la treta de la urgencia para frenar la pinza de PP y
Junts, al extremo de que de los 48 proyectos que ha enviado al Parlamento, sólo
13 han sido por trámite ordinario; la cuestión es si Sánchez sabe él mismo lo
que hace y lo que dice y si ello entra dentro de los cánones de la democracia o
es otra cosa.
Y por supuesto que vamos en la dirección
equivocada en otros asuntos, como el de la corrupción, dado que si Sánchez y
sus socios llegaron al poder con la bandera de acabar con la corrupción, visto
lo visto, ha sucedido todo lo contrario pues la presunta corrupción se ha instalado
en el seno del propio PSOE y en el propio Gobierno, haciéndose asunto diario en
los medios y en los tribunales. La desmemoria de la número dos de Oscar López,
Pilar Sánchez Acera, para salvar a Moncloa se suma al plan del Fiscal General
del Estado al decir en el Supremo que no recuerda quién le mandó el correo
reservado que ella luego reenvió a Lobato y añadir que tampoco conserva “nada”
de su anterior móvil, que cambió al salir del Gobierno. Ya ven, la amnesia y la
ocultación de pruebas es el patrón común de escandalosos casos de corrupción
cuando la colaboración con la Justicia debiera ser el objetivo. Por otro lado
la jueza de Badajoz llama a declarar de nuevo al hermano de Sánchez tras
analizar los correos entre dos responsables de conservatorios extremeños que en
los emails dan por hecho que la plaza creada en la Diputación de Coordinador de
Actividades era para “el hermanísimo” cuando todavía no había arrancado el proceso
de selección de candidatos, dándose la circunstancia de que, según la UCO, no
pocos correos del ex asesor de Moncloa Luís Carrero, que se incorporó a la Diputación
de Badajoz como asistente de David Sánchez, “participó en diverso proyectos”
del “hermanísimo”, con el que colaboraba cuando aún trabajaba para Presidencia
del Gobierno y se intercambiaba mails relacionados con “actividades desarrolladas
en la Diputación Provincial de Badajoz”…..En fin, si a esto añadimos el resto
de casos que se están investigando (Ábalos, Koldo, Aldama, Begoña Gómez….etc,
etc) es obvio que vamos en la dirección equivocada para erradicar la corrupción
de todo tipo que prometió este gobierno y sus socios cuando en nombre de este
objetivo presentó la exitosa moción de censura contra el Gobierno de Rajoy. Y,
ya ven, así nos va; escándalo tras escándalo.
Fdo.
Jorge Cremades Sena
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, gracias