Tiro de hemeroteca y leo
que en 2018 por estas fechas, ante las dificultades del entonces Presidente del
Gobierno Mariano Rajoy para aprobar unos Presupuestos, el entonces Jefe de la
oposición, Pedro Sánchez, le exigía no sólo que presentara las Cuentas en el
Parlamento sino incluso que las aprobara, porque, según decía literalmente, “un
Gobierno sin cuentas es tan útil como un coche sin gasolina” y le exigía además
que cumpliera “su principal y primera obligación” constitucional que es aprobar
unos Presupuestos Generales pues “vivir de la prórroga es prorrogar los
problemas de la gente”, le afeaba que “elude sus responsabilidades ante las
instituciones”, le acusaba de “no querer hacer nada” por no presentar las
cuentas y añadía que “la reflexión que deberíamos compartir, y que debería
hacerse el Presidente, es que un Gobierno que no tiene Presupuestos es un
gobierno que no puede gobernar, que no
puede hacer nada”, elevando la exigencia a Rajoy de que si era incapaz de
presentar de inmediato los Presupuestos ni de “contar con una mayoría
parlamentaria para aprobarlos” (ambas cosas) debería convocar a los españoles a
las urnas “para que se pueda construir una mayoría distinta”, reprochando que
un Ejecutivo no puede prorrogar una y otra vez “su ley fundamental” porque “lo
que no se merece España es un Gobierno que aspire únicamente a prorrogar unos
Presupuestos ya prorrogados porque quien prorroga una prórroga lo que hace es
prorrogar los problemas reales de los ciudadanos”, planteando la disyuntiva de
“o Presupuestos o Elecciones”, ya que “tanto el PP como Ciudadanos tienen que
poner a un lado sus diferencias, más electoralistas que ideológicas, y decir si
va a haber o no Presupuestos” y “si no son capaces, que dejen que los españoles
acudan a las urnas para permitir que otra mayoría resuelva los problemas de la
ciudadanía”. Este acertado discurso lo repitió Sánchez hasta la saciedad en
aquella época insistiendo en la “parálisis” de la acción legislativa con un
Gobierno, el de Rajoy, que es “un Gobierno dividido, agotado en cuanto a su impulso
político, asediado por los casos de corrupción y de brazos cruzados ante los
problemas que afectan al día a día de las personas de a pie”…… así llegábamos
al 5 de marzo de 2018 y Sánchez reprochaba al entonces Presidente del Gobierno
que a esas alturas “no conociéramos aún la propuesta presupuestaria del señor
Rajoy” por la supuesta guerra fría en aquel momento entre el PP y Ciudadanos,
dando Sánchez el ultimátum de que “si Rajoy no aprueba los Presupuestos y no
anticipa las elecciones, lo que le exigiremos es que, por obligación con la
ciudadanía de este país y por responsabilidad constitucional, tendrá que
someterse a una cuestión de confianza”. ¿Les suena a algo este acertado discurso?
A mí me parece que, cambiando los papeles, se podría aplicar al actual gobierno
de Sánchez y con creces. Y, siguiendo con el relato, al final, el uno de junio
de 2018, cuando ya Rajoy se disponía a presentar los Presupuestos, que por fin había
conseguido pactar con el PNV, prosperaba una moción de censura, presentada por
Sánchez, gracias a la traición de los peneuvistas que la apoyaron con lo que el
Sánchez Jefe de la Oposición se convertía en el Sánchez Presidente del Gobierno
que hoy, tras haber prorrogado ya los Presupuestos de 2023, pretende volver a
prorrogarlos de nuevo y a estas alturas ni siquiera los ha presentado en el
Congreso, como es su obligación constitucional, se aprueben o no, defendiendo
ahora que presentar unos Presupuestos en las Cortes sin poder aprobarlos es una
“pérdida de tiempo”, aunque nada de convocar nuevos comicios, ni presentar una
moción de confianza, ni nada de nada, evidenciando que lo que decía en 2018 era
pura demagogia para conseguir el poder que entonces habría de aplicarse a Rajoy
pero ahora no a él. Es Sánchez en su más pura esencia.
Y mientras el Gobierno de Sánchez
renuncia en principio a los Presupuestos porque no tiene mayoría y “es una
pérdida de tiempo, reconociendo que su “realidad parlamentaria” le impide
hacerlo (ignora que la obligación constitucional es la de presentarlos, se
aprueben o no), Sánchez se inventa ahora que prorrogar los ya prorrogados es un
“ejercicio de realismo”, y no de totalitarismo, cuando expertos legales
advierten que “gobernar así es una ficción jurídica”, mientras el PP exige
“formalmente” los Presupuestos y Sumar, socio gubernamental de Sánchez, pide
que al menos los presente. Entretanto la “soledad” de un “presidente zombi” es
más que preocupante, pues a la exigencia de presupuestos que le pide el PP
“como es su deber constitucional” se añade la presión que comparten los socios
de Moncloa con Sumar a la cabeza, dejándolo solo como líder de medio gobierno,
cuando tres vías permiten incluso llevarle al Tribunal Constitucional por los
Presupuestos, pues la prórroga de las cuentas de 2023 puede ser recurrida por
omisión de una ley obligatoria, por conflicto de atribuciones del Senado o con
una demanda de amparo. Cuestión distinta es lo que decida el Tribunal
Constitucional de Conde-Pumpido con mayoría progresista (tiene gracia esto de
las mayorías en asuntos de Justicia en vez de la investigación objetiva de los
hechos), pues bastaría con acogerse a los argumentos de Sánchez en 2018 para intuir
una lógica decisión, ya que son los mismos que ahora a él le exige el PP y
buena parte de sus propios socios. Un Pumpido que, por cierto, lleva al TC al
límite para blindarse frente a Europa con los ERE y con la Amnistía,
pretendiendo impedir que los jueces españoles pueda acudir al TJUE cuando no
estén de acuerdo con un fallo adoptado por el Alto Tribunal, y activando así
las vías para ejecutar la rebaja de las condenas por los ERE, pues cree que la
Audiencia de Sevilla esquiva la jurisdicción del TC; en definitiva, jueces del
TC ven tras la “vía Pumpido” un blindaje a la amnistía y creen que el objetivo
es impedir una cuestión prejudicial del Tribunal Supremo y al efecto “prepara
el terreno para la amnistía” ante la posibilidad de que el TS, si es que el TC
avala su constitucionalidad, decidiera acudir al TJUE por los mismos motivos
que lo hace la Audiencia de Sevilla. Un Supremo que, por cierto, da al Gobierno
diez días de plazo para que se haga cargo de más de mil menores inmigrantes,
cuya distribución por las CCAA ya ha pactado Sánchez, sin contar con ellas, con
el prófugo Puigdemont.
Entretanto Sánchez y su actual
Gobierno, que rabasa con creces todas las carencias o anomalías democráticas
que tenía el de Rajoy en 2018 y que tanto criticaba, comparece por fin en el
Congreso de los Diputados para explicar el incremento del gasto en Defensa que
exige la UE, pero que prácticamente ninguno de sus socios, tanto de gobierno como
de investidura, avala, mientras él intenta jugar con eufemismos y evitar el
vocablo “rearme” para intentar hacerlo más digerible a sus colegas. No obstante
el Consejo de Ministro aprueba una subida de sueldo de 200 euros mensuales para
los militares que conforman unas Fuerzas Armadas faltas de recursos y de
personal, mientras anda buscando mover fondos no ejecutados de otras carteras y
mientras Feijóo quiere que le explique a los españoles con claridad y con todas
las consecuencias cuánto, cómo y de donde saldrán los fondos que exige Europa,
en tanto que Sumar y Podemos redoblan las críticas con la deriva de Sánchez pretendiendo
gobernar sin las Cortes Generales. En fin, una patética comparecencia de
Sánchez en el Congreso en la que no explica nada, salvo que el incremento de gasto
no afectará al gasto social y punto (palabrita de Presidente Sánchez, cuya
solvencia es proverbial); inútil comparecencia de la que sale sin apoyo alguno,
pues sus socios critican su no propuesta y le instan a que España abandone la
OTAN, mientras la oposición del PP de Feijóo le deja claro que no apoyará “la
nada”, pues la cruda realidad es que Sánchez ha acudido al Congreso sin un plan
de Defensa y se ha limitado a decir que no recortará “ni un céntimo de gasto
social”, para volcarse, como hizo con Rajoy en 2018, en atacar a Feijóo quien
le exige, como hacía él entonces, “someterse a las Cortes o a las urnas”,
mientras Sumar pide irse de la OTAN, Junts reclama que Cataluña salga
beneficiada y Podemos llama a salir a la calle para protestar. Un “no” rotundo
a Sánchez en toda regla; pero él ni se inmuta, descubriendo que puede gobernar
sin el Parlamento ya que, a diferencia de lo sucedido con Rajoy, ahora todos
los apoyadores de Sánchez, aunque no le apoyan, no están por bendecir una
hipotética moción de censura ni exigirle que presente una moción de confianza
convencidos de que en ese caso se les podía acabar el chollo que ni ellos ni
Sánchez quieren perder. Pero, en fin, no pasa nada, Puigdemont y Otegi, socios
de Sánchez en la investidura, se reúnen mientras tanto en Waterloo nada menos
que para debatir sobre el “futuro de la UE” (¡apaga y vámonos!) y se
comprometen a “trabajar sin descanso para que los derechos políticos,
culturales y lingüísticos del pueblo vasco
y del catalán sean reconocidos y garantizados”; por su parte Vox enfría el
pacto de los Presupuestos en Murcia con sus líneas rojas, avisa de que “todo
sigue igual” y no replica la vía Mazón, mientras PSOE y PP no se ponen de
acuerdo ni para sacar adelante los asuntos de Estado. Con semejantes mimbres ya
ven qué cesto se puede tejer.
En cuanto a otros asuntos, citar que
Montero y Díaz negocian una salida a la crisis por el IRPF del salario mínimo;
que la ex consejera de Mazón imputada por la dana se considera “cabeza de turco”;
que la factura de las pensiones se ha disparado un 50% desde que Sánchez gobierna;
que el Congreso da un emotivo despido a Esteban portavoz del PNV que deja el
cargo tras 21 años como diputado para asumir la presidencia de su partido; que
María Tato, directora del Mundial de Futbol de 2030 deja el cargo tras el escándalo
del amaño de sedes para sacrificar Vigo y elegir Anoeta; que el PSOE maniobra
para favorecer a los okupas en una ley antifranquista colando el fin de los
juicios rápidos por allanamiento y usurpación; que el Gobierno fuerza por
primera vez a las escuelas a regular el uso de pantallas; que la temporalidad
ganó a los contratos indefinidos en 2024; que la Airef plantea un traspaso de
mutualistas paulatino a la Sanidad Pública; y que los embalses ya acumulan el
equivalente al consumo urbano de año y medio, pues, tras los destrozos de las
borrascas, las reserva hídricas han crecido hasta el 71%, cifra récord en esta
época.
Y del exterior destacar que
Bolsonaro irá a juicio por encabezar un golpe pe Estado en Brasil (esperemos que
a diferencia de España el Gobierno no le conceda una amnistía si es condenado);
que se desata la ira y la represión en Turquía tras el encarcelamiento del
Alcalde de Estambul, principal opositor a Erdogan; y que Bruselas pide a los
europeos que guarden suministros de emergencia ante el “deterioro de las
perspectivas de seguridad”, mientras Kiev y Moscú aceptan una tregua parcial y
limitada a la red energética y al Mar Negro, prometiendo Washington ayudar a
Rusia a reactivar sus exportaciones agrícolas….(ya ven, la pela es la pela, que
dirían los catalanes; las vidas humanas importan menos y pueden esperar).
Fdo.
Jorge Cremades Sena
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